lunes, 20 de diciembre de 2010

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The Big Bang Theory (4x11) The Justice League Recombination: Feliz Año Nuevo

“The Justice League Recombination”, undécimo episodio de la cuarta temporada de “The Big Bang Theory”, es posiblemente uno de los que más me ha agradado esta temporada pese a sus innumerables defectos. Los motivos sean, tal vez, que por fin empieza a ver alguna concesión a pensamientos surreales y friquis por parte de Sheldon Cooper. No es un oasis de una serie completamente irregular que no quiere dar pasos trascendentales hacía caminos desconocidos. Simplemente se limita a seguir estrictos guiones e imposiciones. Perseguir las sagradas escrituras de la sitcom hasta límites insospechados era un corsé demasiado apretado para poder escapar. Hay una secuencia en “The Justice League Recombination” en la que intenta eludir la corporeidad por falta de respiración. Buen signo aunque mucho me temo que esté ante un oasis del reiterante quiero y no puede de la serie de Chuck Lorre y Bill Prady.

‘Sheldon Infinito’ forma parte de las trampas habituales de la serie que recurre esta vez a la equivocación como partida: una copia de la revista Science de Leonard en el buzón de Penny hace que éste tenga constancia de la vuelta de la rubia con Zack, el orgasmo con piernas de Amy Farrah Fowler. No, este episodio no va por ahí sino por allí. Eso es que la tensión sexual entre Leonard y Penny vuelve a estirarse por los celos del primero. Es normal que le humille delante de la camarera para demostrarle que ella le eligió por cerebro y no por músculos. Delfín o no, Zack quiere moverse en la misma agua que los chicos. El divertimento es ver lo idiota que es y lo villano que pueden ser los protagonistas pese a haber sido acosados en su infancia. Cambio de roles. ¿No consiste en eso la serie? Ahora los protagonistas son ellos y deben cumplir con el guión y pedir disculpas al nuevo noviete de Penny. Lo mejor en estos casos es un Milk Dud y evitar los Junior Mints.


La letra verde da mal rollo

Me quedo con las cagarrutas de conejo
Con todo arreglado queda por arreglar cuestiones o pagos pendientes. La tienda de cómics parece el lugar apropiado para saldar las cuentas y Zack se une a los chicos ante el cabreo monumental de la rubia. Dispersiones temporales de los Archies aparte, aparece el verdadero motivo del episodio, trama central y nombre del capítulo: Stuart, el dueño de la tienda, ha invitado a los chicos a la fiesta de disfraces de año nuevo e irán disfrazados como La Liga de la Justicia Americana para ver si finalmente consiguen ganar el premio al Mejor Disfraz en Equipo. Pero necesitan suplir el cerebro de Leonard que encarna habitualmente a Superman por músculos. ¿Zack? ¡Zack! Es el hombre pero deberán superar la barrera de su ‘mujer’.

La doble vida de Archie
Llega el nuevo reparto de trajes y de revivir fobias del pasado con nombre propio: Aquaman. La escatología toma contacto de nuevo el mondo “The Big Bang Theory” y van… y luego llegaban algunos a decir que preferían esta serie a “The IT Crowd” porque no cedía ante los instintos del caca-pedo-culo-pis. Me río, aunque tengo que reconocer que “The Justice League Recombination” no me ha levantado carcajadas sino agradecidas sonrisas.

ORIGINAL
Fake & Freak
Bernardette en cuarentena y Amy Farrah Fowler no es un espíritu libre como Sheldon Cooper. Quedan pocas opciones para el rol femenino. Penny no quiere su fiesta de año nuevo en una tienda de cómics vistiendo un traje de Wonder Woman. Sí, le ha tocado. Flash será Sheldon, Batman será interpretado por Howard, Raj tendrá que afrontar a sus temores con Aquaman y Leonard tomará las tiendas de Linterna Verde. ¿Todo claro? No, la chica no quiere ser la chica. Ni un Flasherizado Sheldon que golpea la puerta a la velocidad de la luz, ni su nuevo chico… El que tiene la ‘puerta abierta’ es Leonard. Se destapa todo: Penny no quiere pasar sola la noche de fin de año y por eso pensó en Zack. Mejor que nada, ¿no? Se abren sentimientos y de nuevo se pone en práctica los conflictos entre ambos. Hay amor pero ella tomó una decisión de la que no se quiere arrepentir.

Yo he venido a hablar de mi libro...
Hay fiesta, Scooter tal vez sea el Aquaman de los Pequeñecos pero es Scooter y los chicos ganan el primer premio frente a propuestas similares. Llega la cuenta atrás y Sheldon no puede hacer su discurso. Gajes del oficio, como lo que llevan a esta peculiar Liga de la Justicia Americana poder enfrentarse a unos cacos que están robando un coche. Hubiera quedado genial una secuencia onírica y fantasiosa. No era el momento ni el lugar y parece que esta no es tampoco la serie. Punto y final y oportunidad desaprovechada si no fuera porque Sheldon acude como Flash hasta Gran Cañón para gritar de frustración… ‘¡Cómo me frustras, Leonard Hofstadter!’. Un bastardo también imaginó la misma opción tardando un poco más por condiciones del jet lag y cambio térmico para espetar al mundo lo mismo: ‘¡Cómo me frustras, The Big Bang Theory!’.

2 comentarios:

  1. Lo mejor fue Sheldon en el Gran Cañon

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  2. Sí, al menos la serie da muestras de que, a veces (pero sólo a veces), se le va la pinza. Hubo un momento parecido con Sheldon-Gollum.

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