Es curioso que en un mundo, en el que todo se resumen en pañuelos y coincidencias, se conozcan a personas a través de otras y que se teja un lienzo, a modo de mural social, que haga palidecer a cualquier parábola que se precie. La ficción supera muchas veces a la realidad.
Por suerte y fortuna de un cúmulo de catastróficas circunstancias, que atañen personalmente a lo que fue vida matrimonial, conocí a Carmen Baena Salamanca. No conocía a Carmen personalmente pero cuando finalmente me fue presentada ya la había conocido tiempo atrás sin haber intercambiado ni una sola palabra en cualquier forma y fondo. Al abrir su primer libro, que no será desde luego el último, y leer su escueta y humilde dedicatoria uno cree también conocer a todos aquellos a los que se menciona. Sobre todo al leer:
«…Y en especial a todos ellos, protagonistas de este libro,
dondequiera que estén.
Nada más.»
Desconozco si la autora quiere esconderse detrás de ese personaje cándido, inocente y ‘horriblemente’ profesional para dotar de mayor veracidad a las historias que cuenta o dar protagonismo, con todo respeto, a los difuntos que realmente protagonizan y pueblan las historias que describe.
No hay una continuidad y unión en las ficciones para realizar una narrativa sobre enigmas buscando la cara más cuantiosa del best seller ni conspiraciones internas, externas o con el más allá. Tampoco la prosa pretende edulcorar la tragedia mediante la lírica y es acertadamente directa, ágil y rápida a la lectura. No sé si tampoco “Descansen en paz” será recibido como una continuación de la crónica negra made in Spain y sus escabrosos crímenes. Por la presentación del libro estaba Nacho Abad y el Doctor Cabrera ha realizado su prólogo (la editorial se ha encargado de recordárnoslo como reclamo comercial en una franja roja). Lo que más necesita el autor novel es querer que su voz y discurso lleguen a una gran mayoría cuando lo que pretende contarnos es netamente terapéutico y esclarecedor. Carmen Baena Salamanca tiene voz y voto, por profesión de Médico Forense Titular de la Audiencia Nacional y sobrada experiencia, y esperemos que haber sido asesora de Íker Jiménez dé a “Descansen en paz” la entidad que necesita.
La soledad del sepulcro autoral |
El libro de Carmen Baena creo que es una expulsión de demonios de su autora en un cuaderno ficcionado de la realidad que ha palpado y vivido a lo largo de los años y cientos de autopsias. Necesario para una pluma que no vive torturada pero sí nos realiza en su recta final un duro alegato sobre un crimen que a día de hoy sigue sin resolver porque simplemente no interesa. Llaméenle etnia o política, interés o mero desinterés burocrático pero en este país, pese a ser todos iguales en una mesa de autopsias, somos tratados de diferentes modos en vida. Existe una notable descripción y diferenciación en las profesiones de funerario y forense. Los muertos son negocio para unos y trabajo por dedicación para otros. Me recuerda personalmente a las primeras temporadas “A dos metros bajo tierra” cuando la funeraria regentada por los protagonistas, ‘Fisher e hijos’, quiere ser comprada por una multinacional que considera el negocio similar a la venta de hamburguesas. La pérdida del mimo y trato al difunto y al familiar por el oficio y degeneración mercantil por el que todos ‘pasaremos por caja’.
Durante la presentación |
Más allá del libro denuncia o del morbo cadavérico el trazo pretende ser humanista desde un punto de vista de la profesión. Marisol, su protagonista, es una excelente forense por sus acciones como así debe serlo Carmen. Y en esa negación de dar detalles sobre la vida de la autora y su álter ego se desnuda sin saberlo. Marisol vive preocupada de hacer bien su trabajo y de tener un lado humano respecto a la tragedia que vive que cada día por su condición. Su punto de vista es único ya que tiene y debe convivir con los muertos. Sabemos que tiene un perro, que la figura paternal es dibujada desde el recuerdo y la desagradable ausencia de la despedida y que parece ocultarnos su lado romántico como auto-defensa a la intromisión. No es Clarice Starling ni pretende serlo porque no hay Hannibal Lecter (ni Lector) que quiera devorar a nadie. Lo único que engulle y la mastica es la injusticia. Tampoco quiere relatar una versión femenina y forense de Sherlock Holmes conoce a CSI ni recrearse en lo morboso de la autopsia, aunque hay cierto afán de desmitificar la ficción reinante en cine y televisión. La realidad, recordemos, supera a la ficción pero no a la ciencia ficción.
Carmen Baena , escritora en movimiento |
Tal vez “Descansen en paz”, de lectura rápida y para nada olvidable, nos recuerda que hay otra realidad palpable que forma parte del tabú popular y del mercado mediático arraigado en la crónica negra de la distorsión (que no información). Y, sobre todo, que los muertos tienen una última palabra en forma de bisturí y autopsia. Es también una necesidad, como la que impulsó a la escritora a plasmar parte de sus vivencias. Necesidad por expulsar todo aquello que retenemos y merece la pena ser contado, pese a lidiar con la ficción como modo de documentar, proteger y respetar aquello que se ha vivido. Lo vivido, vivido está y el paso por la vida parece tan efímero como un corte en el tórax para abrir un cofre humano de secretos. La vida y la muerte contada, al fin y al cabo, por otro. Por otro que sabe lo que ocurrido allí dentro y leer ese libro que los que se fueron dejaron por escribir.
Suerte para el libro y para Carmen.
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena. El libro es excelente y la autora no se queda atrás. Os animo a leerlo, os dejará con la boca abierta.
ResponderEliminarEs un libro que no tiene competencia porque jamás se ha descrito la profesión desde ese punto de vista. Por ese motivo, simplemente, es interesante de lectura obligada.
ResponderEliminarMaldito , me divorcio y te empiezo a tirar los trastos el lunes .
ResponderEliminarEsperemos que el libro funcione y que llegue a mucha gente. Eso es realmente lo importante tanto para la autora como para todos lo que hemos tenido la suerte de leerlo.
ResponderEliminarSaludos a todos.
P.D.: Pilar, tu elección de marido no admite devoluciones una vez abandonaste esta tienda llamada Madrid.
Me ha encantado la reseña. He leído el libro este fin de semana y no puedo estar más de acuerdo con tus impresiones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Kaayena.
ResponderEliminarGracias por el comentario y opinión. ;)
Saludos bastardos!