Big Time in Hollywood, FL: Cómo conquistar Hollywood

Serie de TV

“Big Time in Hollywood, FL”

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Alex y Ben son dos hermanos treintañeros que deliran creyendo ser grandes cineastas pero que aún viven bajo el techo familiar. Sus progenitores, cansados de la situación, deciden darles un ultimátum para que busquen trabajo y se vayan de casa. Los jóvenes se verán obligados a emprender un nuevo camino para demostrar que son capaces de valerse por sí mismos a la vez que intentan cumplir su sueño.

Crítica Bastarda:

La nueva sitcom de Comedy Central sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. La idea es reunir una serie de temas y conflictos un tanto trillados —como la crónica de esos niños grandes incapaces de madurar y los sueños cinéfilos como motor de la transformación— pero someterlos a un humor loco y absurdo con Cuba Gooding Jr. como objeto de burla y constante auto-referencia. Producida por Ben Stiller, “Big Time in Hollywood, FL” relata una cadena de desgracias protagonizadas por dos hermanos desde que sus padres les anuncian que tienen que independizarse y comenzar a trabajar. Ese encadenamiento de catastróficos sucesos comienza cuando deciden utilizar un problema de drogas y contratar a un actor de método (Stiller) para sacar adelante una extorsión a sus propios progenitores con una falsa deuda a modo de rescate. Todo sale mal. Su madre (Kathy Baker) decide avisar a la policía y la ficción se hace realidad, siendo la propia dirección del show nuestro punto de vista frente a esas cintas amateurs de género de los protagonistas. Después llega la rehabilitación, la separación e incluso la contratación de un detective privado (Michael Madsen) para empezar a liar todo gracias a ese inocente amigo ‘retarded-kleenex’ de la pareja protagonista interpretado por Jon Bass. 

Hasta que aterriza Cuba Gooding Jr. en la clínica de desintoxicación, la auto-parodia se convierte en el habitual material para generar humor e incluso tantear material como “Cadena Perpetua”, sometiendo el conjunto a un homenaje a esas cintas de narcotraficantes y operaciones policiales. Y en esa espiral fuera de control llega la proposición definitiva: un peligroso cerebro criminal (Paz Vega) planea lavar dinero (e incluso realizar entregas de cocaína) utilizando la filmación de una película protagonizada por su esclavo (Gooding) y dirigida por esos hermanos. ¿Van a ver cumplidos sus sueños mientras su estupidez crónica nubla los peligros que tienen ante sí? La farsa que propone “Big Time in Hollywood, FL” en los diez capítulos que componen su primera temporada bien pudiera sintetizarse en el ese horrible film titulado ‘Monkey Largo’ y las situaciones que lo originan, entre lo ofensivo y desagradable con lo brillante, hilarante y absurdo por bandera. 

El concepto del show es que esas líneas entre ficción y realidad (bastante tirando a farsa) vayan colapsando en lo que bien pudiera ser una variación de Abed Nadir y Troy Barnes rodando una película en “Community”, pero tirando hacía lo estúpido y lo políticamente incorrecto. La cuestión es destruir el mito como ese momento en el que Del (Jon Bass) hace el boca a boca al cadáver de Harvey Scoles (Michael Madsen) tras dispararse accidentalmente en la cabeza y volarse sus sesos. “Big Time in Hollywood, FL” establece en el lenguaje cinematográfico la vía para exteriorizar las emociones entre toneladas de humor negro, violencia desmedida y una extraña y enfermiza obsesión con la erección post mortem. En ese punto de frenesí no sabemos si esa hipérbole hace confundir un avión en llamas con una estrella fugaz a los protagonistas o si el juego parte de que el mundo se ha vuelto loco e idiota a unos niveles peligrosos para la sociedad. O tal vez aquello que han perpetrado Alex Anfanger y Dan Schimpf sea un dardo envenenado y certero de ese caos y descontrol que reina en el cosmos hollywoodiense y ‘Monkey Largo’ defina el concepto de los excesos del mainstream, de esos clichés sobre los que nos imaginamos al star-system y a sus estrellas descarriadas. La otra duda es saber si la nueva sitcom de Comedy Central acabará en un show de culto o en una simple burlesca broma televisiva, como ese mono armado con una pistola que no está dispuesto a dejar títere con cabeza. 

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