Constantine: La delgada línea entre el infierno y la Tierra

Serie de TV

“Constantine”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

Basado en la popular serie de cómics ‘Hellblazer’ de DC Comics, cazador de demonios experimentado y maestro de lo oculto, John Constantine (Matt Ryan, "Mentes criminales") está armado con un conocimiento feroz de las artes oscuras y un ingenio perversamente travieso. Ha peleado una buena batalla con las fuerzas del mal —o por lo menos lo hizo—. Con su alma ya condenada al infierno, ha decidido abandonar su campaña contra el mal hasta que una serie de acontecimientos le empuja de nuevo a la palestra, y a hacer lo que sea necesario para proteger a los inocentes. Con la balanza del bien y el mal en la misma línea, Constantine utilizará sus habilidades para viajar por el país, encontrar los terrores sobrenaturales que amenazan a nuestro mundo y enviarlos de vuelta a donde pertenecen. Después de eso, quién sabe… tal vez hay esperanza para él y su alma después de todo.

Crítica Bastarda:

Los gurús de las renovaciones/cancelaciones confirman/ratifican que “Constantine” está muerta. Completamente fallecida y prácticamente en el infierno. Cancelada. Quemada. Fulminada… y su alma consumida por toda la eternidad. Los 13 episodios que compondrán su primera temporada son el punto final aunque desde la cadena afirmen que no signifique que sea un adiós. Nadie les cree… como si fueran el mismísimo diablo hablando a los espectadores. Con el final marcado, como el alma de John Constantine, la propia ficción mejoró su arranque, se sobrepuso a esos cambios que enraizaron su nacimiento desde su piloto con la actriz Lucy Griffiths. Fue sustituida por Angélica Celaya para dotar con Zed Martin otra clase de show mucho más potente y misterioso. Desde “A Feast of Friends” (1x04), “Constantine” fue encontrando su sitio con capítulos sumidos en ese procedimental pero más redondos y con mejor calado. “Danse Vaudou” (1x05), “Rage of Caliban” (1x06) y, sobre todo, “Rage of Caliban” (1x07) han encadenado buenas aportaciones a ese conjunto que dejará de nuevo huérfana a “Grimm”… salvo que NBC decida reintegrar el producto bajo la tutela y ayuda de DC Comics gracias a la venta internacional de la serie. 

Hellblazer necesita el tabaco, de una droga, de un componente más adulto para despuntar esa delgada línea con un mal emergente que está dejando la línea que separa el infierno de la tierra, poblada por los mortales, cada vez más delgada. El show tiene un personaje principal potente y un sardónico humor para que los demonios, fantasmas y sucesos paranormales se sucedan tras una necesitada adaptación después las críticas recibidas en “Constantine” (2005). Esta nueva toma de contacto con la publicación de Vertigo Comics del cómic, creado por Alan Moore, es mucho más acertada aunque se sepamos que nos están narrando ese plan mayor que va a fundir la Tierra con el infierno. También conocemos que el protagonista es intérprete central en su desconocimiento de algo mayor que se está gestando en las sombras. John Constantine se especializa en ser el infierno… para el infierno y nos queda clara la idea, así como ese conflicto por la pérdida de esa pequeña Astra siendo arrebatada por el demonio Nergal. Posiblemente las debilidades de la serie sean las propias imposiciones de la cadena que ya divisamos en el piloto y el poco gancho para ser una propuesta integrada en la mecánica de grandes ratings. Mucho menos tratar de hacerse a esa idea en una cadena como NBC y en la misma noche en la que la audiencia norteamericana ha dado la espalda a esa joya de la televisión titulada “Hannibal”. Los cambios no se han notado hasta que la propia propuesta pudo recomponerse y progresar satisfactoriamente. Por el contrario, su alma ha quedado ya marcada, lacerada y condenada a los infiernos de la cancelación. 

En el caso de confirmar su caída al averno, sería la única nueva serie basada en el mundo del cómic que no sobrevivió a este otoño/invierno. Podríamos conectar ese paralelismo entre el piloto filtrado de “The Flash” y el propiciado por “Constantine”. Las buenas sensaciones de uno (y posterior éxito) contrastan con las quejas divisadas contra el trabajo de Neil Marshall y esa falta de auténtico dolor en el torturado y autodestructivo héroe. La arrogancia y sus mecanismos argumentales junto con la presencia de Matt Ryan ahondan en ese choque de desinterés de parte de la audiencia y la capacidad que ha ido desarrollando para compactar y perfeccionar el show. En “The Saint of Last Resorts” (1x08) se vuelven a mostrar las esencias y esquemas de la serie, allegado a su formato procedimental y formulado sobre la mordaz relación de John Constantine con el resto de personajes que forman parte de su pasado. ¿Algo pasa con Mary? También se unen viejos secretos y giros a lo largo de las tramas para mantener tensa esa afilada delgada línea entre el infierno y la Tierra. Se trata de un episodio dividido en dos partes y sus cliffhangers finales van a dejar en muchos apuros a los protagonistas. Puede existir fe y esperanza pero el alma de “Constantine” da la impresión de que su esencia está condenada a ese infierno llamado cancelación. Aunque hemos visto milagros y regresos desde la muerte, todo pudiera tener sentido únicamente en una serie al servicio de Hellblazer. Eso sí, sin mucho alcohol y ninguna nicotina.

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