(2012)
EEUU
Director: James McTeigue
Título
original: The Raven
Sinopsis (Página oficial):
Los
macabros y espeluznantes cuentos de Edgar Allan Poe cobran vida – y
muerte – en este elegante thriller gótico protagonizado por John Cusack
en el papel del afamado escritor. Cuando un loco empieza a cometer horribles
asesinatos inspirándose en las obras más tenebrosas del autor, un joven detective
de Baltimore (Luke Evans) se une a Edgar Allan Poe en un intento
de penetrar en la mente del asesino para impedir que convierta en escalofriante
y brutal realidad cada uno de los cuentos del escritor. Empieza un mortal juego
del gato y el ratón que se hace más peligroso cuando Emily, el amor de Poe
(Alice Eve), es el siguiente objetivo del demente.
Hasta el más simple
de los vendavales puede hacer que el más bello y recién parido de los poemas
quede transformado en mera tinta difusa. El garabato ilegible que ha
confeccionado James McTeigue parte de una premisa interesante sobre una
atmósfera muy conseguida. Lamentablemente, el espectador se queda con una
lectura borrosa de la película ya que parece que por el guión pasó un tornado:
las incoherencias y desequilibrios son los mayores asesinatos que se cometen en
la película.
Esa premisa la
conforma los misterios que envuelven la muerte de Edgar Allan Poe y sus
frases póstumas. Aunque «¡Que Dios ayude a mi pobre alma!» se aplica finalmente
al propio espectador… ¡Qué despropósito! En “El enigma del cuervo” hay
un asesino en serie y un par de detectives (recordemos que a Poe se le
considera el inventor del relato detectivesco) sobre un fondo conseguido y muy
meritorio. James McTeigue, por un lado, indica que se ha fijado en “La
noche del cazador”, “Sleepy Hollow”, “Nosferatu” o “El
fantasma de la ópera”… pero la sensación es que parece un popurrí que oscila
como un afilado péndulo por los resortes de “Saw”, “Seven”, la “Sherlock
Holmes” de Guy Ritchie e incluso la propia filmografía del director.
La máscara y el anonimato de ese villano con capa recuerda más a “V de
Vendetta” que a la novela de Gaston Leroux y sus saltos y cortes
asesinos tienen más parecidos razonables con “Ninja Assassin” que con un
villano surgido de la Hammer.
Las conexiones con las obras de Poe son obvias aunque John Cusack, no sé si metido en su papel o cediendo al histrionismo, da la impresión de estar interpretando a Nicolas Cage. Pese a contar con un impecable diseño de producción queda muy lejos de algún tipo de alma ‘poeniana’, burtoniana o incluso del capítulo “El gato negro” de la floja segunda temporada de “Masters of Horror” dirigido por Stuart Gordon. El conjunto, finalmente, es reiteradamente efectista, detonando constantemente su propio argumento sin importarle perder credibilidad si sorprende a alguna mente al otro lado de la pantalla. Que acaben en las alcantarillas es lo más coherente. Posiblemente esté equivocado y “El enigma del cuervo” tenga otra finalidad que no alcanzo a descubrir, como que al desenterrar este pasado bajo el mandato de los resortes artificiosos y petulantes de gran parte del terror actual Poe resucite de entre los muertos y asedie con su ira y terror a todos los responsables. Ahora mismo se estará revolviendo es su tumba echando espuma por su cadavérica boca... ¿Consistía en eso?
[Aviso
de Spoilers]
Los
peligros de los fanboys
En la recta final no
sólo se descubre al asesino (que cualquier espectador con un par de dedos de
frente intuía desde la mitad de la película) sino que se demuestra que el mundo
de los fanboys es oscuro, tenebroso y, sobre todo, peligroso. El fanboy que
asedia a Poe decide cometer crímenes artísticos inspirándose en sus
obras para que al autor al que idolatra narre sus peripecias, bajo coacción, en
el periódico en el que colabora. No sabemos ni sus ingresos ni a qué dedica su
tiempo libre… pero hay que recordar a James McTeigue que los fanboys si
no están trabajando NO dedican su tiempo libre a aprender técnicas ninjas a
menos que sean fanboys de “Águila Roja” o “Ninja Assassin”.
Tampoco nos explican que un miserable cajista del periódico haya construido ‘un salón del cómic’ debajo de su puesto de trabajo, que haya ideado un plan que deja al Profesor James Moriarty como un principiante o que tenga ingresos extras para irse a París a ser fanboy de Julio Verne al haber sacado hasta la última gota de tinta a Poe… La duda no es tirarse al suelo a sacarse las entrañas durante un ataque de risa sino en cómo mostrar París sin la Torre Eiffel. Recordemos que en 1849 murió Poe y la Torre Eiffel no ‘estaba’ en París hasta la Exposición Universal de 1889 en París (y ser recientemente destruida por partida doble tanto en “Team America: La policía del mundo” como en “G.I. Joe”). Juraría que nos mostraban la Iglesia de San Germain L’Auxerrois, pero muchos pensaron que estaban en el Capitolio. La verdad es que poco importa cuando la película parece leerse a sí misma y acaba pegándo(nos) un tiro directo a nuestras cabezas.
Gracias por estas interesantes sinopsis, vienen muy bien para la hora de escoger películas.
ResponderEliminarUn saludo.
Ramón
Hola Ramón!!
EliminarSinopsis y crítica. ;)
Gracias por el comentario!
Saludos bastardos!!