El
profesor de historia que se erigió como líder moral de la revolución en contra
de una letal invasión alienígena regresa a nuestras pantallas. Es cierto que “Falling
Skies” se convirtió en una de las decepciones televisivas del 2011, pese a
mantener unos datos de audiencia buenos para la cadena de cable TNT. En su
regreso en su segunda temporada con “Worlds
Apart” y “Shall We Gather at the River” ha bajado la audiencia aunque siguen
siendo una cita fija para muchos espectadores que se encuentran en un verano de
horas bajas. Tenemos “True Blood”, “Wilfred” vuelve en breve y se
estrena “The Newsroom”, pero los entretenimientos veraniegos para ese
gran público pasan por “Teen Wolf”, “Rizzole & Isles”, etcétera…
Después de la decepción, bajos índices de audiencia y cancelación de “Terra
Nova” (si es que ninguna cadena compra la serie) no es que Steven
Spielberg pueda sacar pecho de las series que está produciendo. Salvo “Smash”,
claro. Es buen momento para revisar el doble capítulo de esa ‘season premiere’
para confirmar si esta invasión está condenada definitivamente al fracaso.
Aunque
los creadores quieren seguir los pasos narrativos de “Lost” (concepción
de temporadas como cajas chinas que abren nuevos secretos a los espectadores) y
pretenden llegar incluso a ocho temporadas, el factor audiencia es fundamental.
Sobre todo cuando la serie no ha recibido unas grandes críticas ni nadie cuenta
con ella en premios. Obviamente “Falling Skies” debe vivir de los
secretos que ocultan conveniente (o se inventan a discreción) los guionistas. Tanto
“Worlds Apart” y “Shall We Gather at the
River” plantean nuevos misterios y quieren mostrar una serie más madura y
directa. El problema sigue siendo ese rollo azucarado y sensiblero con la
familia que quiere perpetuar. La doctora Anne lo deja claro:
«No creo que nadie, incluso una supuesta raza avanzada de alienígenas, pudieran tomar a Tom Mason y volverlo en contra de sus hijos».
Los
errores, por lo tanto, son los clichés y el estigma familiar de la propuesta
que se sigue manteniendo. Está claro que se quiere poner más seria y dura y
añadir más acción como supervivencia catódica pero seamos sinceros: no es “Battlestar
Galactica”. Ni en profundidad, ni en fondo ni muchos menos en calidad de
guión y personajes. Seguimos el camino del grupo de resistencia llamada ‘La Segunda
de Massachusetts’ dirigida inicialmente por el Coronel Porter que delega
el liderazgo al Capitán Weaver, uno de los protagonistas de la serie. Tom
Mason ha pasado tres meses alejado de la resistencia desde que decidió
montarse en la nave para poder ver si podría salvar definitivamente a Ben.
La primera temporada finalizó con Mason subiéndose a una nave espacial
tras escuchar a la ‘abducida’ Karen y aparecer por allí un alienígena de
grandes patorras denominados ‘Overlords’. Son aquellos que mueven los hilos, al
parecer diseñaron a los Mechs y han utilizado la biogenética con los humanos
para transformarlos en skitters. En “Worlds
Apart” presenciamos esos tres meses tras la desaparición de Tom y
que la resistencia sigue en pie de guerra y más activa que nunca. Sus hijos Hal
y Ben son miembros valiosos y en una misión aparece su padre que es
disparado por error por Ben al estar oculto detrás de un skitter.
El
episodio dará pie a esa cronología en flashbacks mientras a Tom le
extraen la bala. Veremos que la reunión con el líder alienígena dejará clara
que la única salvación humana es permanecer en campos de concentración con
cierta libertad. El líder alienígena se enfrenta a través de la historia de la
humanidad mediante sus actos violentos aunque Tom contraataca deslegitimando
la invasión por los miles de millones de asesinatos cometidos. No hay
negociación y Tom intenta reescribir la historia cepillándose al
overlord. Es reducido por un misterioso skitter, que parece que será un secundario
de esta temporada, y finalmente es liberado junto a más humanos. Todos ellos
forman parte de la resistencia en diferentes puntos pero son asesinados por un
mech controlado precisamente por ese skitter. Tom es el único
superviviente.
El
viaje de vuelta en moto de Tom a Boston junto a una joven, que ha quedado huérfana y es salvada por el profesor, forma el capítulo
frente a su recuperación y el asedio al que es sometido el campamento rebelde de
los “Worlds Apart”. En “Shall We Gather at the River” los de la
‘Segunda de Massachusetts’ tienen que atravesar un maltrecho puente para
avanzar posiciones mientras que a Tom le es extraído un parásito alojado
en su ojo. Eso provoca las sospechas de John sobre el control y peligro
de tenerlo allí. Tom pide que le aten pero el parásito escapa y vuelve
con su dueño: el peligroso y marcado skitter. En el capítulo vemos que el
pequeño Matt quiere manejar armas de fuego y ser miembro activo de la
resistencia y que Ben sigue su transformación y lucha mediante el odio a
la especie alienígena que le dominó. El interior de un beamer no es mostrado y
su control biológico descubierto (podría recordar bastante a “Battlestar
Galactica”). También, una central en mitad del bosque es destruida y
Tom tiene su momento épico cuando el puente es detonado con basantes
skitters y mechs pisándole los pies. Finalmente Tom sobrevive y aparece
para ese cierre tan temido familiar y edulcorado hasta la nausea. Los puntos
cardinales y defectos de la serie siguen activos…
Un placer visitarte y con tu permiso pienso volver.
ResponderEliminarUn beso
Nela
P.D. Te he enlazado, puedes ver tu banner al final de la página, en “vecinos enlazados con la Portería”.
Hola Nela,
EliminarEl placer también es mío. Gracias por enlazarme.
Añado tu banner en mi página principal. ;)
Besos,