“Power Rangers”
Director: Dean Israelite
EEUU
2017
Sinopsis (Página Oficial):
Cinco jóvenes estudiantes van a descubrir que no sólo su pequeña ciudad, Angel Grove, sino todo el mundo está al borde de la extinción por una amenaza alienígena. Elegidos por el destino, los jóvenes pronto descubrirán que son los únicos que pueden salvar el planeta. Pero para poder lograrlo deberán superar sus diferencias y unirse como los Power Rangers antes de que sea demasiado tarde.
Una de las credenciales del universo de ‘Power Rangers’ es su excentricidad y ese tono cursi y kitsch implícito en sus planteamientos. Nunca importó hacer el ridículo si los más pequeños se entretenían y rellenaban huecos de su nostalgia a golpe de colores, poderes y armas de toda índole. El problema del filme de Dean Israelite es que ha querido integrarse en las actuales tónicas del ‘mainstream’ alrededor de los superhéroes. Y, en ese aspecto, “Power Rangers” fracasa miserablemente ya que resulta aburrida para niños y demasiado prototípica para los adultos. Inspirándose en “Chronicle” de Josh Trank y adentrándose en el drama personal de sus protagonistas, la película se convierte en un excesivo reboot que acaba precipitándose en su clímax y acto final. Recuerda, en cierta medida, a la estructura de la inoperante “Cuatro Fantásticos” del propio Trank, dejando esa sensación de alcanzar su culminación en última instancia de un alargado metraje. ¿Estamos, en realidad, ante la simbiosis de la filmografía del director californiano? Aquello que podeos afirmar de la cinta de Israelite es que no ha sido uno de los grandes bodrios del año aunque sí, sin embargo, una de las decepciones en lo que el ‘box office’ se refiere. ¿Qué ha fallado exactamente? Tal vez el director de “Project Almanac” se rindiera al libreto de John Gatins, que trata por todos los medios de sexualizar a sus protagonistas o introducir taras (o desórdenes) para la construcción de los personajes. Incluso sus Zords quedan integrados en la onda ‘Transformers’ entre un recital de otras referencias al actual género fantástico como “El hombre de acero”. ¿Nada nuevo bajo el sol? No es del todo malo que “Power Rangers” desee tratar al grupo de jóvenes como auténticos protagonistas por encima de sus respectivos álter ego pero, no obstante, resulta contraproducente su obsesión por desprender a los fans de ese juego de coloristas máscaras y trajes en pos de transformar un reboot de la franquicia de Haim Saban en una versión bastarda de “El club de los cinco” con superpoderes alienígenas.
Echando en falta ese espíritu ‘trash’ de la década los 90, en “Power Rangers” poco o nada encaja. La intención por parte de los productores es algo obvia: diversidad racial y sexual a la carta pensando en toda clase de conceptos de marketing como ese tono realista y algo sombrío. Ciertamente el acto es pervertir un espectáculo infantil en todos esos actuales matices ‘teenagers’ del cine comercial estadounidense. Y, desde luego, pasamos de un pretendido y divertido ridículo a otro más aburrido y estúpido. Considero que los problemas de escritura de la gran industria del cine norteamericano pasan por esa ofuscación de tratar de hacer demasiadas presentaciones y trazar todo tipo de tramas olvidándose en el proceso del verdadero origen y esencia de la historia que están contando. Demasiados fuegos artificiales y épica enlatada para tan poca perdurable secuencia. He ahí la cuestión de muchos fiascos del ‘mainstream’. En “Power Rangers” interesa, sin embargo, esa historia central de un grupo de adolescentes que se han aislado del mundo y han de conectar entre sí para salvarlo (incluso que están dispuestos a morir los unos por los otros). El resto poco o nada importa. Y mucho menos deja huella.
[AVISO SPOILERS] El argumento no puede ser más diarreico. Tras ordeñar a toros y superar todas las estupideces posibles, estos adolescentes pasarán de ser los chicos ‘malos’ del insti a obtener sus superfuerza entre visiones tróspidas de una momia pescada a tiempo por necesidades del guion. Entre saltar barrancos y hacer el ‘monguer’, todo el fondo consiste en basarse en la popularidad y ciertos clichés del subgénero de institutos. Con el equipo único llega ‘Jackass’. Por mucho que digan que el mundo necesita a sus ‘Power Rangers’, estos niñatos nacieron con cierto retraso mental. ¿O no resulta estúpido que sean incapaces de incumplir tres básicas reglas?
1.- Nunca deben utilizar sus poderes en beneficio propio. Parece que hacer el ‘monguer’ por barrancos o pasarse notitas de papel en plan shurikens no contaba…
2.- Nunca deben involucrarse en una pelea a menos que su enemigo les obligue a ello. Salvo si son los típicos matones de colegio…
3. Nunca deben revelar su identidad. Lo primero que hace Trini… por cierto. Y mejor no hablar del jueguecito de la cafetería entre Trini y Kimberly… WTF!?
Las reglas son lo de menos para ese equipo, que resulta ser un desastre absoluto y que no puede metamorfosearse por no mirar más lejos del centro de su ombligo, cuando aterriza en un pueblo de mala muerte una momia con 65 millones de años edad en busca de todo el oro del mundo. Al parecer a Rita Repulsa se le hizo el cerebro caquita durante todo ese tiempo porque la pobre busca el oro que necesita para crear a Goldar en los lugares más patéticos y cutres posibles. ¡Ni que fue el hada asesina de los dientes! Además, Angel Grove es la primera ciudad del mundo en tener vagabundos con dientes de oro. Los masillas tampoco son lo que eran (o deberían ser) y “Power Rangers” da la impresión de estar tan improvisada como la construcción de Megazord de un modo tan absurdo y acalorado posible. Puede que el fin justifique los medios y ver cómo Rita Repulsa es ‘vertida’ en el espacio a golpe de sketch de los Looney Tunes, para que protagonice la secuela de “Gravity”, sea lo más agradecido y chistoso de todo el conjunto. ¿Megazord bailando? No, gracias. ¿O no habíamos quedado en que estos Power Rangers querían ser algo más serios? Da lo mismo, aquí nos hemos quedado con la misma cara que Bryan Cranston atrapado en una pared… Go Go Power Rangers? Con esta película ni de coña.
THE END?
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Lo peor, es que si bien la taquilla le dió la espalda, la venta de merchandising les ha dado suficiente dinero para plantearse una segunda parte en donde saldría el ranger verde.
ResponderEliminarRíi por no llorar 😂😂😂😂.
A la par de Jem and the Holograms de lo mala que es.
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