American Horror Story. Cult (7x01) Election Night: La invasión de los payasos asesinos

— Estoy tan asustada.

• Todo el mundo lo está.

Vivimos en un mundo oscuro y peligroso en el que ya no podemos estar seguros de aquello que es real o es una aterradora ilusión. Ryan Murphy y Brad Falchuk tienen claro que desean utilizar el universo de “American Horror Story” como un material para trasladar los miedos de la sociedad estadounidense a lo largo de la historia. Hemos llegado a esa fatídica noche de elecciones del pasado 8 de noviembre en el que todo cambió para siempre. Que Trump —como presidente de los EEUU— sea el mayor temor de los liberales no deja de remarcar un aire de burla y sátira política sobre un pueblo que se mueve en arenas movedizas. «¿Qué pasaría si ahora me quedo embarazada? ¿Dónde abortaría?». Kai Anderson (Evan Peters) parece ser la guía discursiva de “Election Night”, primer episodio de la séptima temporada de la antología de FX. En “American Horror Story: Cult” se establece, nuevamente, esa constante y leitmotiv divisados desde el 11-S en todo tipo de producciones audiovisuales estadounidenses: el caos y el terror como vía para controlar a la sociedad. «¿El miedo los liberará de sus deseos y de sus ambiciones ¡y de sus necesidades de mierda!». La cuestión es someter al pueblo a un correctivo en el que se establezca una pesadilla que, al mismo tiempo, diferencie a los poderosos monstruos de aquellos que serán unas simples ovejas, concediendo un poder ilimitado a sus nuevos protectores en el proceso. Bajo tal carta de presentación, el ‘season premiere’ va a descubrirnos a los personajes que nos acompañarán en la presente temporada como, asimismo, sus conflictos y miedos expuestos. Aquí aparece la figura de Ally Mayfair-Richards (Sarah Paulson) como esa transmutación de los temores ante la llegada de Trump al poder. La idea es que florezcan toda clase de fobias que conduzcan a la protagonista a una espiral de locura en la que no sepa cómo diferenciar la realidad de esa otra irrealidad ‘impuesta’. Repasemos las líneas de interés de “Election Night”. 

◊ En una temporada de payasos no podía faltar un guiño a Twisty the Clown que se convierte, rápidamente, en un cómic que sirva de introducción a la coulrofobia de Ally. Esa mujer mentalmente inestable nos va a regalar todo tipo situaciones de locura con ciertas ínfulas de perversión sexual. 

◊ “American Horror Story: Cult” deja claro que el mayor terror es aquel que ejercen de las personas y Ryan Murphy y Brad Falchuk van a dejar atrás a los fantasmas y a otros criaturas de la noche junto a elementos sobrenaturales. La mente y la imaginación pueden ser más certeras que un golpe de efecto espectral. Ahora importa una invasión de payasos asesinos que simbolizan el caos y el horror que puede desatar toda persona bajo el anonimato de una máscara y kilos de maquillaje. ¿Desean instaurar también una sátira sobre las redes sociales? ¿La perversión es el nuevo orden de ese reino del terror que, poco a poco, se está implantando? Aquello que está claro es que la distopía ya está aquí e irónicamente es invisible a nosotros. Lo veremos seguramente según avance la temporada. 

◊ “Election Night” se revela como una entrega tan inestable y desigual como el personaje que interpreta Paulson pero, sin embargo, nos regala algunos momentos interesantes y sugerentes gracias a la presencia de Winter Anderson. El personaje que interpreta Billie Lourd podría ser una mutación de Wednesday Addams —con una versión psycho killer de Mary Poppins— y su hermano Kai va a comenzar a iniciar sus maquinaciones para que el caos se apodere de esa revolución que él mismo ha comenzado. ¿Está detrás de todo o nos esperan algunas sorpresas? Estamos seguros que ese juego de meñiques no es tan inocente como pudiéramos pensar… y Kai va a provocar a un grupo de hispanos (lanzándoles un condón con su orina) para grabar cómo éstos le propinan una soberana paliza. También da la impresión de que desea algo de Ally y su esposa Ivy (Alison Pill) al conseguir meter en su hogar su hermana para que ésta trabaje de niñera. 

◊ Con una malvada niñera, que va a pervertir al pequeño Oz con vídeos e imágenes violentas de la Dark Web, comienza el carrusel del horror al ser asesinados por payasos los vecinos de Ally e Ivy con su hijo como testigo. Puede que Ally no esté tanto loca como creíamos y su terror no sea en absoluto infundado aunque, no obstante, aquí surge una gran conspiración que veremos cómo va a encajando a medida que avancen los episodios. Está claro que ese ‘culto’ va a desatar el caos en la ciudad en la que habitan nuestros protagonistas y un creciente ejército de payasos asesinos va a marcar esa línea entre bestias y su alimento. ¿Está loca Ally o el mundo es aquel que se ha vuelto loco? El miedo, al fin y al cabo, se ha convertido en un vehículo y catalizador de otra clase de temores de la sociedad y Murphy y Falchuk desean unir piezas discusivas y todo tipo de elementos culturales. Ally quiere levantarse —con su chillido final a lo ‘scream queen’— de una pesadilla de la que difícilmente va a poder despertarse porque la alucinación ha acabado confundida con una realidad cada vez más ilusoria. 

Continuará…

[Por falta de tiempo y para evitar la desaparición fulminante de ciertos análisis episódicos, el presente post pertenece a un nuevo formato de review de Historias (Bastardas) Extraordinarias en el que se expondrán reflexiones y líneas argumentales. La idea es también invitar al lector a comentar y compartir sus propias sensaciones del capítulo tratado.]

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