“Zombie Wars”
Título original: “Zombie Wars (War of the Living Dead)”
Director: David A. Prior
EEUU
2006
Sinopsis (Oficial):
Nadie sabe exactamente cómo sucedió. Algunos piensan que fue la cola de un cometa que pasó cerca de la tierra, otros creen que es el juicio final. ¡Los muertos se han levantado de sus tumbas y tienen hambre! El ejército americano debe hacer frente al ataque zombie. Pero cuando los zombies capturan a Brian, el líder de un grupo militar, y lo llevan a una granja, éste descubre un secreto terrible: los zombies están cultivando a grupos de seres humanos y los están cosechando como alimento.
Considerada una de las mayores defecaciones cinematográficas del siglo XXI, “Zombie Wars” contiene los suficientes elementos para ser estimada como una pieza de culto, desfase y jolgorio generalizado. Partiendo de unos créditos que nos ubican al nivel de las drogas que consumió el director y añadiendo un estilo de cortinillas a lo “Star Wars” hecho en un programa cutre de edición de vídeo —que venía de regalo con la cámara para grabar la boda de la Paqui—, el film de David A. Prior sigue dejando huella en los espectadores una década después de su estreno. Y seguirá haciéndolo como buen clásico del séptimo arte… El argumento no tiene desperdicio… salvo que usted desee desperdiciar su propio cerbero, evidentemente. Vayamos al eje del relato. Resulta que los zombis se están volviendo muy listos y tienen granjas de humanos donde han volteado, cual entraña despojada, el equilibro de la raza dominante del planeta. Algunos eruditos de esta ‘hobra’ maestra han señalado que el detalle en el que hay que fijarse es la pastilla de jabón como parte de una gran metáfora y alegoría sociopolítica. Tome nota. Cuando el protagonista ve ese objeto espumoso sabe que algo va mal, como si tal manifestación en una oda de cine pordiosero y casposo fuera una completa ignominia a los cinco sentidos del ser humano. Usted ya sabía que iba algo mal desde que comenzó a ver semejante bodrio y la idea es que se sienta tan sucio como los habitantes de esa granja o los sufridos sobacos y entrepiernas de los supervivientes de un Apocalipsis Zombie.
En realidad, estamos ante la típica puta mierda de película a la que pones un 10 en Filmaffinity y subes una crítica diciendo que estás muy indignado por cómo está siendo fusilada esta obra de arte. La cosa es así. La cuestión es montar bulla cuestionando las malas reseñas que otras dan a la cinta, afirmar que está a la altura de “Ciudadano Kane” y el cine de Akira Kurosawa y, por supuesto, gritar a los cuatro vientos que David A. Prior era un visionario. Amén de las delicias audiovisuales y creativas que propicia un programa de la talla de Windows Movie Maker… ESA es la explicación de la película. No tiene otra. Por supuesto, que no falten diez líneas y dos párrafos dedicados a las bondades de Serpiente y su gran carisma junto a la estupefacción de cada monumental secuencia que aquí se produce. Y es que en “Zombie Wars”, como un gran clásico del cine cutre, no falta de nada: conspiraciones, romance, giros estúpidos de guion y, sobre todo, zombis… No obstante, uno de los grandes méritos del filme de David A. Prior es que parece un antipelícula de subgénero zombi atrapada en una película del subgénero zombi, viviendo atorada como un mojón en un ano estreñido sin poder escapar de tal indigna situación… del subgénero zombi. Otro de los planteamientos que algunos analistas de la cinta han señalado es un claro contexto sociopolítico para que la audiencia se enfrente a la propia extinción de la humanidad y prefiera el ocaso del ser humano antes de que los muertos vivientes jueguen al ‘FarmVille’ con nuestros descendientes.
Una de las cuestiones filosóficas de la cinta, además, es que los zombis se vuelven muy listos pero siguen siendo muy tontos. ¿O por qué no aprendieron a fabricar armas o manejar pistolas con dardos tranquilizantes, por ejemplo? De este modo, “Zombie Wars” plantea una parábola sobre la estupidez de la raza humana centrada en un mundo de seres sin cerebro que se comen el de otros que sí lo tienen pero, por el contrario, lo usan en su mínima expresión. Drama y tragedia al cubo (de la basura, claro). Esa asombrosa confusión se solapa con toda la mediocridad artística, humana y técnica de un filme que tantea con el subproducto y su sentido ‘mierder’ para establecerse como una de las piezas más destacadas del siglo XXI. Lamentablemente, David A. Prior falleció el pasado 16 de agosto de 2015 y en su memoria yacen grandes producciones cinematográficas como “Buen policía, mal policía”, “Visiones Mortales”, “Presa mortal” o “Entrenamiento mortal”. Sí, le gustaba mucho lo de ‘mortal’ en los títulos de sus películas… Descanse en paz… hasta que llegue el Apocalipsis Zombie y se levante de su sepulcro para hacer realidad “Zombie Wars” y comerse el diminuto y escuálido cerebro de nuestros descendientes.
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Querido amigo bastardo.
ResponderEliminarSi quieres ver otras pelis terriblemente malas de este género te recomiendo "april apocalypse" y las dos de "zombies nazis".
Terribles... sientes que has desperdiciado tu vida despues de verlas, pero si aún así te animas, míralas y comparte tu dolor con nosotros. 😂😂😂😂