Título original: “How to Train Your Dragon 2”
Director: Dean DeBlois
EEUU
2014
Sinopsis (Página Oficial):
Han pasado cinco años desde que Hipo y Desdentao unieran con éxito a dragones y vikingos en la isla de Berk. Mientras que Astrid, Patán Mocoso y el resto de la banda se desafían mutuamente en carreras de dragones (el deporte de contacto favorito de la isla), la ya inseparable pareja recorre los cielos, trazando mapas de territorios inexplorados y explorando nuevos mundos. Cuando una de sus aventuras los lleva a descubrir una caverna de hielo secreta que es el hogar de centenares de nuevos dragones salvajes y del misterioso Jinete de Dragones, los dos amigos se encuentran en el centro de una batalla para proteger la paz. Ahora, Hipo y Desdentao deben unirse para defender aquello en lo que creen, a la vez que reconocen que sólo juntos tienen ellos el poder de cambiar el futuro de hombre y dragones.
En “Cómo entrenar tu dragón” daba la impresión de formularse una lectura controvertida frente a un concepto algo tópico y escasamente novedosos en el cine de aventuras. En el filme de 2010 un trance paterno-filial dio paso a la imposibilidad de seguir con la estirpe, al enfrentamiento frente a las costumbres milenarias de la tribu y, finalmente, a una amistad (¿y romance?) incondicional con una ‘especie’ de la ‘tribu’ enemiga. El discurso era claramente antibélico frente a esa alocución militar sobre que el enemigo tiene que ser aniquilado sin importar sus auténticas intenciones y sin saber qué es realmente o quién maneja los hilos. Los hijos fueron seguidos y la nueva generación trató de despegarse de la locura violenta e insana de sus progenitores: «Todo lo que sabemos de vosotros es mentira». Detrás de todo se encontraba un gran cerebro y peligrosísimo dragón que daba la impresión de inculcar el poder (y terrorismo) a sus seguidores bajo el mandato del terror. Todavía en “Cómo entrenar a tu dragón 2” vamos a continuar con ese alegato sobre una nueva generación que desea desmarcarse de los problemas y actitudes belicosos de sus antecesores.
En el filme dirigido por Dean DeBlois se abren nuevas heridas a las ya expuestas y esta vez el dragón ‘palestino’ (¿y reconvertido al sionismo?) pudiera implicar una referencia directa a Obama, como líder ‘negro’, ante ese ‘wash brain’ ejecutado por grandes poderes (y mercados). Existe ese pasado en antiguos dirigentes, en una vía de tratar de cambiar las equivocaciones de las pasadas generaciones. Las nuevas tratan de asumir esos errores pero, sin embargo, deben conducir el caos heredado hacía el más pacífico fin posible. DreamWorks quiere ser más adulta, someterse incluso a un drama fordiano con la tragedia esculpida como fondo y punto de giro. Los juegos de niños ya son historia y es momento de madurar. Los dragones siguiendo siendo dummies al servicio de una autoridad oculta… y existe la sombra de ese Gran Poder tejida de venganza y destrucción con una finalidad demoledora. La paz no parece imposible sin una lucha pero el sentido auténtico es la liberación de esos hilos; la revolución al influjo de esa supremacía que condena a todos.
“Cómo entrenar a tu dragón 2” se somete a ese levantamiento de los dummies pero, en realidad, queda en evidencia el discurso: siempre es necesario un líder que mueva los hilos por mucha libertad que se venda en el asunto. O lo que es lo mismo, nunca podremos escapar del sistema, simplemente podremos reformularlo a una mejor versión. El final del filme de Dean DeBlois, por lo tanto, es más pesimista de lo que pudiera parecer. Los viejos líderes deben perecer junto a sus ideales para que el futuro pueda brillar e iluminar a esas nuevas generaciones que quedarán atadas de nuevo en esos hilos.
No obstante, en la película hay dos flagrantes insultos que no me convencen en absoluto:
No obstante, en la película hay dos flagrantes insultos que no me convencen en absoluto:
a) Es una vergüenza que los dragones utilicen a ovejas inocentes para esos juegos presumiblemente lucrativos. ¡NO AL MALTRATO ANIMAL!
b) ¡Daenerys y los Targaryen son los únicos que puede montar sobre dragones! Bueno, si son Caminantes Blancos el Rey de la Noche también puede hacerlo.
En resumen, IMPERDONABLE de principio a fin y quedó claro que los académicos de Hollywood eran fans de “Juego de Tronos” y afiliados a un partido animalista.
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Blasfemias.El Joven Bastian y Atreyu tienen más derecho a montar dragones.
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