viernes, 24 de marzo de 2017

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Legends of Tomorrow (2x15) Fellowship of the Spear: Y, entonces, llegó J.R.R. Tolkien…


Con apenas un par de episodios pendientes, “Legends of Tomorrow” ha entrado  en su recta final dejándonos claro cómo se retroalimenta de la cultura popular. Existe un claro concepto paradójico en esos viajes de los protagonistas de la serie de The CW ya que, tal y como vimos con George Lucas, las aportaciones a la línea temporal y los intentos de corregir las aberraciones temporales nos llevan a que las propias leyendas sean aquellas que generen muchos clásicos amados por el público. En “Fellowship of the Spear”, decimoquinto episodio de su segunda temporada, veremos cómo los escritores se amparan en “El Señor de los Anillos” para trazar todo el arco argumental alrededor de la Lanza del Destino. El fichaje de J.R.R. Tolkien remarca de nuevo todos esos elementos en los que los espectadores nos sumamos a esa multitud de guiños en los ese Anillo Único con forma de lanza nos habla de un objeto indestructible (?) con mensajes en latín que aparecen bajo el fuego y voces misteriosas que tratan de seducir a aquellos seres humanos cercanos. Una Lanza para gobernarlos a todos. Una Lanza para encontrarlos, una Lanza para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas… La Legión del Mal tiene un plan pero esta vez las leyendas llevan la delantera para atacar a Eobard Thawne donde más duele. Es obvio que aquel que debe huir del propio tiempo para eludir su inexistencia debe refugiarse en el Vanishing Point y, de este modo, los protagonistas conseguir obtener todas las piezas de la Lanza Sagrada. El problema pudiera ser revivir todos los recuerdos en esa zona prácticamente destruida donde Leonard Snart se sacrificó por todos ellos y los escritores van a aprovechar todo ese material para retratar un universo en constante guerra y eternas y malas secuelas. Repasemos “Fellowship of the Spear”.

Viajemos a la Primera Guerra Mundial para conocer a un joven J.R.R. Tolkien que se inspirará seguramente en las vivencias y aventuras junto a las leyendas para escribir “El Señor de los Anillos”. En un mundo de trincheras y muerte, nuestros protagonistas van a enfrentarse a sus demonios personales… en especial Amaya Jiwe y Mick Rory. La primera, al igual que Malcolm Merlyn y Damien Darhk, lucha por evitar su propio destino mientras que el segundo batalla frente a su estabilidad mental y los prejuicios provocados por su pasado. El regreso de Leonard Snart, extraído de la línea temporal antes de que conociera a Rip Hunter, nos lleva a un cambio de caramelos de goma por balas y sangre. El problema con el que se encuentra el grupo liderado de Sara Lance es que para poder acabar con ese poderoso objeto, capaz de alterar la realidad, es necesaria la propia sangre de Cristo. Viajar a tal punto de la historia supondría un acto imposible ya que cualquier mínimo cambio repercutiría en la línea temporal. La única posibilidad es recurrir a los conocimientos de Nate para una viaje teoría alrededor del Santo Grial y Sir Gawain. ¿Encontrarán en el norte de Francia las respuestas que esperan y el propio Tolkien será aquel capaz de de ayudarlos? 


Mientras que Merlyn se dedica a conseguir el manuscrito de Kalabros, Darhk y Snart llevan la voz cantante del mal para que el destino del grupo en 1916 recoja el legado de las alucinaciones de Mick Rory y las traslade a esa realidad en la que su lealtad estará a prueba. Tanto Mick como Amaya estarán tentados a utilizar la Lanza del Destino y alterar su pasado (y futuro). Es obvio que en “Fellowship of the Spear” las referencias tanto a Moria como algunos pasajes salidos de la pluma de Tolkien pero, no obstante, el material de los escritores es netamente dramático para potenciar a un personaje como Rory, pleno conocedor de aquello que es jugar con fuego. Por el contrario, el grupo no va a respaldar a Rory sino que va a someterlo a una injusta presión por las implicaciones personales del regreso de Snart a su vida. Empujados ante un precipicio por la propia Lanza del Destino,  Amaya y Rory tomarán decisiones contrarias pero justificadas por sus propios valores personales. Ni los intentos de Rip para marcarse un “Joyeux Noël” servirán para que Capitán Frío siembre la discordia y provoque que todos tengan que tomar una decisión… en Tierra Media. Será el propio Rory aquel que decida coger la Lanza del Destino y portarla junto a la Legión del Mal para que Reverse Flash se lleve a todos y cada uno de los villanos del episodio. Con la sangre de Cristo derramada en una hábil metáfora alrededor de la guerra, las leyendas meditarán que sus actos han provocado la traición de Rory porque a su compañero no le dieron otra opción de ocupar tal rol. Aunque Nate confía en que sus antagonistas no podrán saber utilizar la Lanza del Destino pero un villano no es de tal condición sin el correspondiente curso de maléfica formación. Las malas noticias son que los problemas acaban de comenzar debido inicialmente a la decisión arriesgada y equivocada de Sara por destruir la Lanza del Destino. Tolkien también está abandonado en las trincheras… El egoísmo fue la única posibilidad para algunos personajes cuando la aceptación no era posible ni mucho menos la empatía respecto a su causa o nobleza. ¿No habrá lugar para los indignos o, por el contrario, estamos condenados a un nuevo mundo ‘Doom’? Esperemos que la crucifixión de Jesús y Tolkien salven a la humanidad… si es que tal astronómica combinación de elementos fuera posible para una ficción. 

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