The Flash (3x18) Abra Kadabra: Magia y futuro

«Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia».

Tercera ley de Arthur C. Clarke.

Resulta curioso que “The Flash” pretenda presentar a estas alturas de la temporada el supuesto villano de su cuarta entrega (Clifford DeVoe) y que sigan insistiendo en que Savitar fue aquel que más daño hizo a Barry Allen. Por encima de Eobard Thawne o Zoom… ¿De verdad podemos pensar que el desparecido hijo bastardo de un Decepticon con una Chitauri está siendo el mayor antagonista hasta la fecha? Es cierto que la muerte de Iris West es un golpe monumental a la vida y milagros de ese superhéroe que tuvo que presenciar cómo su madre era asesinada cuando apenas era un niño e incluso su padre fue masacrado por un despreciable ser llegado de Tierra-2 en una etapa de incertidumbre y responsabilidades. En cierta medida, Eobard Thawne ya nos dio ciertas pistas de una caída de piezas de dominó en el que recordemos Iris West estaba viva en ese periódico del futuro. También allí figuraba Chica Halcón y ya sabemos todos qué ocurrió con su personaje en “Legends of Tomorrow” aunque su regreso, no obstante, pudiera estar abierto siempre y cuando productores y guionistas pidieran disculpas públicas por su arco argumental en la citada serie. La cuestión es que si el futuro, entonces, es tan mutable, ¿por qué todos los villanos que desfilan por la vida y presente de Barry Allen son plenamente conocedores de unos detalles que no deberían ser tan fiables como ellos creen? Es posible que aquí la perspectiva del tiempo sea muy distinta a la de la serie hermana protagonizada por las leyendas en plena lucha por evitar aberraciones en la línea temporal. Resulta injusto y un tan absurdo focalizar en Barry Allen las consecuencias del ‘flashpoint’ cuando hemos visto que numerosos villanos han viajado en el tiempo sin apenas consecuencias en ese futuro que está estancado y limitado a la muerte de la prometida nuestro protagonista. No tiene demasiado sentido que una posibilidad caprichosa en el pasado generara un ‘flashpoint’ que pusiera todo patas arriba. Entonces, ¿qué se encontrarían Eobard Thawne o Savitar si regresarán allí? Tal vez Barry se plantee al final del episodio que la mayor arma de sus enemigos es el conocimiento de su propio futuro. Es necesario romperá la baraja (del spoiler) y viajar allí… aunque un simple pasaje fatídico del mismo haya dotado de sentido toda esa mitad de la temporada. Repasemos “Abra Kadabra”, decimoctavo episodio de la tercera entrega de “The Flash”. 

Tras el crossover musical con “Supergirl”, la serie de The CW regresa trayendo de vuelta a Gypsy y presentado oficialmente a Abra Kadabra, el villano episódico venido del futuro y cuyas capacidades tecnológicas desafían la lógica haciendo pensar que es magia aquello que realiza. En realidad, la presencia de ese antagonista enlaza con uno de los planteamientos habituales del espectáculo en esta temporada: ¿hasta dónde están dispuestos a llegar los personajes para salvar a Iris West? ¿Es posible pasar al lado oscuro y justificar los medios para un fin mayor? Es evidente que esa línea es infranqueable para Barry ya que se convertirá en un protovillano al declinar utilizar un ideal de justicia para un beneficio personal y egoísta. Abra Kadabra tiene una carta escondida en su manga y no es otra que conocer tanto la identidad del álter ego de Barry Allen como la del propio Savitar, permitiendo a nuestro superhéroe quebrar una partida impuesta por otros. Es cierto que este villano llegado del futuro y afincado en Tierra-19 tiene asuntos pendientes con Gypsy y ésta, a su vez, con nosotros debido a un conflicto que escondía tras sus poderes y epidermis. Abra Kadabra es todo un asesino cuyos metidos para conseguir aquello que desea son terriblemente ‘mágicos’ y descubriremos que sus intenciones pasan por robar ciertos objetos con una finalidad mayor. En realidad, Gypsy nos informará que Kadabra es un criminal del siglo LXIV cuya nanotecnología es tan avanzada que parece magia a ojos de cualquier ser humano. Más allá de la tercera ley de Arthur C. Clarke, el episodio nos plantea la posibilidad de una proposición oscura e indecente de ese viajero del tiempo que asesinó a la ‘pareja’ de Gypsy. Todo, al fin y al cabo, acaba siendo personal... incluso para un villano que también tiene asuntos pendientes (en el futuro) con The Flash.

No es que “Abra Kadabra” suponga un cóctel incendiario y personal de conflictos y choques entre los protagonistas sino que, más allá de los intereses personales de cada uno, establece cierta evolución en el plano personal de cada uno ellos. De este modo, veremos ya a Kid Flash en plena acción y a Gypsy y a Vibe haciendo una pareja de metahumanos ciertamente poderosos aunque la profesionalidad se imponga al manido romance en ciernes. Abra Kadabra desea, por su parte, algo de la bóveda del tiempo de Wells y generará un nuevo enfrentamiento directo que se saldará con su derrota. El problema es que el villano es conocedor del gran punto débil de todos ellos: la verdadera identidad de Savitar. El episodio puede resultar frustrante a tal efecto ya que se nos revelará tal esperado nombre sino que en las distintas fases de dudas de los personajes tendremos consecuencias un tanto inesperadas. Y es que en el escape de Abra Kadabra, tras traer a un padre desesperado a su terreno, Caitlin será brutalmente herida. Decidirá arriesgarse a morir por encima de dar luz verde a esos poderes que la convertirían en Killer Frost y aquí Julian Albert se transforma en un escudero enamorado que también está dispuesto a traspasar ciertas líneas rojas para salvar a su amada. Con un poco de “Anatomía de Grey” en el menú argumental, los escritores plantean un recurso similar al divisado en la muerte de Black Canary. Inicialmente Caitlin será salvada aunque, posterior y repentinamente, sufrirá un shock un tanto gratuito. La realidad es que nadie puede escapar de su destino y futuro, parece lanzarnos ya “The Flash”. Julian Albert entró en la ecuación del Team The Flash para desarrollar ciertos sentimientos sobre Caitlin y no permitir que ésta muriera desencadenado el cliffhanger del episodio en un epílogo un tanto dilatado. Killer Frost, en definitiva, ya está aquí. Por parte de nuestro villano episódico sus intentos para robar diferentes artefactos pasaban por construir una máquina del tiempo. ¿Es que todos los viajeros desean lo mismo incluido Savitar? ¿Se trata de una pista? Sobre tal territorio, “Abra Kadabra” lanza toda su acción en los intentos de esa doble pareja por detener al ‘mago’ llegado del siglo LXIV. Curiosamente los escritores han planificado que The Flash retenga al villano y no a su nave del tiempo por lo que su McFly fue abortado irónicamente eliminado cualquier posibilidad de conseguir de nuevos esos objetos deseados. No obstante y pese a su última oferta a Barry, está sentenciado a muerte en Tierra-19. Lo raro es que Gypsy no lo matara antes… Bajo todo ese tumultuoso material, Barry decide viajar al futuro para obtener respuestas sobre Savitar. ¿Dónde las dan las toman? Veremos si no descubre nuevos hechos traumáticos como la muerte cerebral de todo el Team Arrow y la propia audiencia. Tiempo al tiempo… 

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