“El Topo”
Título original: “Tinker, Tailor, Soldier, Spy”
Director: Tomas Alfredson
Reino Unido
(2011)
Título original: “Tinker, Tailor, Soldier, Spy”
Director: Tomas Alfredson
Reino Unido
(2011)
Sinopsis (Oficial):
En
plena Guerra Fría, el agente veterano George
Smiley (Gary Oldman) es obligado
a abandonar su semi-retiro para descubrir a un espía infiltrado en el Servicio
Secreto de Inteligencia británico, también conocido como MI6. Smiley descubre que Control ha reducido la lista de
sospechosos de ser el topo a cinco hombres: el ambicioso Percy Alleline (Toby Jones), al que ha apodado ‘el calderero’; el
elegante y suficiente Bill Haydon (Colin Firth), ‘el sastre’; el eficaz Roy Bland (Ciarán Hinds), ‘el soldado’; el solícito Toby Esterhase (David Dencik),
el ‘pobre’… y el propio Smiley. Pero
antes de que la sorprendente verdad salga a la luz, el coste físico y emocional
que este mortífero juego de espías internacional se cobrará en sus
participantes irá en aumento…
Del artículo para Cinema ad hoc.
Cuando
un director extranjero tiene que confirmarse en una industria que se rige bajo
el poderoso idioma inglés y una bandera británica y/o americana llega la temida
prueba de fuego. El sueco Tomas
Alfredson, tras el éxito internacional que alcanzó con “Déjame entrar”, ha encontrado una envidiable libertad
creativa en la adaptación de la novela de John
le Carré o al menos se puede extraer esa idea por las nulas concesiones
comerciales que concede “El topo”.
Misión Imposible |
Un
personaje como George Smiley al que Carré confirió el absoluto protagonismo
de una serie de novelas es presentado desde el silencio, la pausa, la imagen y
una secuencia nos puede dar señales de su comportamiento: una abeja que se
encuentra en el interior de un coche y perturba al resto de pasajeros es
‘invitada’ por un imperturbable Smiley
gentilmente a abandonar el vehículo. Esa concisión en dar protagonismo a un
personaje que apenas habla y cuya inquebrantable paciencia se convierte en su
principal virtud nos podía colocar en la sintonía de ese ‘escorpión’ que
protagoniza “Drive”. Pero pese a que
tanto Alfredson como Winding Refn parecen querer construir
un cine netamente posmoderno sobre cimientos cinematográficos pasados no
existen en “El topo” esas
explosiones de violencia splatter,
que perturban e impulsan al espectador en la cinta que protagoniza Ryan Gosling. Lo que sí existe en la
película que dirige Tomas Alfredson es una completa percepción
del ritmo, montaje, puesta en escena y personajes como una partida de ajedrez
directamente con el espectador. Antes de llegar al jaque mate se nos presenta
un escenario sobre un topo y espía dentro del MI6 en plena Guerra Fría, que
debe ser descubierto por el semi-retirado agente George Smiley (Gary Oldman).
La lista de sospechosos ha quedado reducida a la propia cúpula que rodeaba a Control (John Hurt) y donde se incluye al propio Smiley. Esa lista no es otra que los apodos que dan nombre al
título original: Calderero (Toby Jones), Sastre (Colin Firth), Soldado (Ciarán Hinds), Espía (Oldman)… pero olvidando al ‘Pobre’, interpretado por David Dencik.
Control y Smiley... controlan |
El
director de “Déjame entrar” no se ha ceñido a un thriller
tradicional de espías con dosis de suspense y romance que hagan erigir la
figura del clásico James Bond sino que ha preparado una historia de anti-acción
donde la psicología y las palabras aplastan cualquier mínimo y contado disparo
que pueda surgir. “El topo” se
acerca notablemente al noir elegante con un pletórico, conciso, silencioso e impasible Gary Oldman poniéndose en la piel de un personaje que ya interpretó
Alec Guinness. Lo hace con una
puesta en escena basada en cristales que nos muestran una verdad visible pero
que no podemos palpar. Tal vez esa ubicación sea colocarnos tras las propias
lentes de las gafas de Smiley desde
donde debe hallar la verdad. El montaje se permite evitar partes informativas y
los flashbacks están integrados para perturbar y engañar tal vez al espectador
más despistado. Y es que Alfredson
ha decidido confiar en la inteligencia de su público para que se introduzca de
lleno en una historia de agentes dobles, villanos nacidos del pasado, secretos
mortales, intereses y conspiraciones globales en la nueva forma de hacer la
guerra que cambió el curso de nuestra historia. Por haber, hay incluso varias
historias de amor y todos los elementos propios del género pero tanto su
utilización como (des)orden impuesto por el cineasta hace malo aquello de que
el orden de los factores no altera el producto.
¿Quién es el TOPO? |
“El topo”
es todo
aquello que no pudo ser “El buen pastor” de Robert De Niro.
Establece en la memoria y la percepción del recuerdo una manera de
supervivencia para su protagonista. Realmente es el cineasta quién habla en
esas imágenes: debemos entender el pasado para poder sobrevivir y afrontar el
futuro. Si es necesario cambiar de gafas de pasta gruesa, como hace el propio Smiley, posiblemente ayude a ver mejor
una realidad oculta que no es visible a los ojos de todos. Pura cuestión de
retina cinematográfica.
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