“The Vest”, penúltimo y undécimo episodio de la primera temporada de “Homeland”,
nos anuncia la buena sintonía del mejor estreno otoñal y referente televisivo
del 2011. Ya ha empezado a figurar en todas las listas de mejores series que
conforman el presente año televisivo. Al ser el penúltimo episodio se genera un
anticlímax pero también una duda de saber si Showtime confiaba inicialmente en la serie ya que parece que
podría tener una única temporada. Veremos cómo evoluciona su desenlace y si
genera las suficientes expectativas para esa esperada segunda temporada.
Mientras tanto disfrutemos todavía de todo este impacto genial que ha provocado
una de las series imprescindibles de cabecera para este otoño y esperemos que
para los siguientes.
El arranque nos anuncia que alguien
está haciendo un explosivo que irá colocado en un chaleco… David Estes
no sabe cómo parar la fuga de información ya que se encuentra diseminada entre
16 agencias. El presidente se impacienta y el vicepresidente quiere que rueden
cabezas antes de que anuncie lo que dará brillo a la temporada y plan maestro
de Brody: ser el candidato a la presidencia de los EEUU. Saul
recoge a una histérica e hiperactiva Carrie y se da cuenta de que no
está en sus cabales. En este momento vemos que “Homeland” va a
ofrecernos un absoluto anticlímax en forma de episodio. Por un lado vamos a ver
el descenso a los infiernos de Carrie y la despedida que va a ejercer en
un viaje de fin de semana a Gettysburg el propio Brody sobre su familia.
La hermana de Carrie, Maggie, intercede por petición de la
enferma y Saul conoce que ella es bipolar que va a necesitar días y
tratamiento para recuperarse. Es en la casa de Carrie donde tiene que
tener completa vigilancia y donde sus desvaríos por los colores la acercan a la
verdad. Saul, que ahora conoce su secreto, decide no internarla ya que
eso la excluiría de la CIA para siempre.
Viaje familiar y despedida |
Brody aprovecha el viaje familiar, aparte para conseguir los explosivos y el
chaleco bomba, para despedirse de su familia. Su hija sospecha de que le ocurre
algo raro y descubre el paquete que contiene el chaleco… aunque Brody le
dice que es un regalo para su madre. Quiere hacer entender a su hijo, poniendo
el ejemplo de Joshua Chamberlain (como ese maestro que fue él para el
hijo de Abu Nazir), que los medios justifican el fin y más si éste es
algo mayor. A la vuelta del viaje donde Brody se da cuenta también del
daño que va a ocasionar a su familia que ahora ha alcanzado la felicidad y Dana
le enseña a su novio las grabaciones donde se ve el extraño comportamiento de
su padre. Parce que va a ser la única amenaza del futuro terrorista…
Acierto en la locura |
En su locura Carrie descubre
que Walker es una cortina de humo para un plan mayor y que todo gira
alrededor de un periodo de tiempo en el que Abu Nazir está inactivo y
origina la venganza posterior. Falta algo y Saul se pone con ello
y ordena todos los apuntes en colores de Carrie en el mural de su casa. Carrie
sabe que el único que le puede brindar información sobre ese periodo de tiempo
es Brody y le llama. Su padre le avisa que medite si es una buena idea y
ella piensa que sí. Con la llamada hecha
Brody dice que se pasará por su casa para hablar con ella… pero por allí
aparece Estes con un par de agentes que informan a Carrie que Brody
les ha contado todo y que van a limpiar toda la información tanto de su casa
como de su oficina. Todo ‘silenciado’ por música jazz y la locura hecha realidad.
Pocos anticlímax han sido tan dramáticos y generan tanto pánico para una bomba
que está a punto de explotar…
Brutal este episodio. Me encanta la Carrie bipolar. Carrie es un buen nombre para alguien trastornado, parece.
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