“The Speckerman
Recurrence”, undécimo
episodio de la quinta temporada de “The
Big Bang Theory”, encaja perfectamente en la sintonía de la conversión de la serie. Es
un episodio de chicos y chicas cada uno por su lado y resolviendo sus tramas
con un nexo de unión en cuanto el tema. Que sea original y sorprendente vamos a
dejarlo aparte porque la millonaria audiencia actual de la serie de Chuck Lorre y Bill Prady creo que la sintoniza en piloto automático. Da lo mismo lo que ofrezca porque está
comprobado científicamente que será lo que su público necesite. Es curioso que en este capítulo Sheldon se mofe de un premio Nobel y astrofísico (Saul Perlmutter) atribuyendo una injusticia a cuanto el premio se
refiere y los méritos del premiado. Curioso que lo haga una serie a la que se
le nomina injustamente a premios (su calidad ahora es muy inferior a cuando no
estaba nominada) y ‘roba’ audiencia a otras en la misma franja horaria con
mucha más calidad, originalidad y talento. Por no hablar del robo de ideas a anteriores
y einstenianas sitcom de éxito. No digo nombres porque considero
suficientemente a la audiencia de este texto. Espero que “The Big Bang Theory” haga algún día lo mismo.
El
episodio trata sobre el encuentro de Leonard
con su acosador en el instituto: Jimmy
Speckerman. Jimmy pide a Leonard encontrarse nuevamente y no
sabe si debería reavivar sus mayores temores y fobias de infancia. Lo único
gracioso de “The Speckerman Recurrence” son
las cuatrocientas burradas que Leonard
recuerda haber sufrido por parte de
Jimmy. Howard, Raj y Sheldon se
convierten en escuderos del nerd. Jimmy
tiene una idea sensacional: hacer unas gafas para ver cualquier película en 3D.
Otra cosa es su viabilidad y por ello quiere reunirse con Leonard, la persona más inteligente que conoce. Jimmy admite que finalmente Leonard, pese a ser una alma cándida y
constantemente humillada, es el ganador… Lo que no tenía conocimiento es del
dolor que había causado a Leonard…
que hace una nota con una nefasta caligrafía nacida del dolor.
Busque a la acosadora en la FOTO |
Y
es que ese dolor es visto de una manera subjetiva. El acosador no sabe que
realmente lo era. Y ese es el caso de Penny,
que a través de Bernadette y Amy, descubre que era una mala persona
y vil acosadora. Eso provoca que Penny
pida disculpas telefónicas a sus víctimas de la infancia aunque se encuentre
con cierto resentimiento incurable. Lo único que puede hacer es hacer una buena
obra social como donar ropa… aunque en el contendor descubre un perfecto botín.
Ante el saqueo Penny se da cuenta en
lo que se ha convertido y finalmente establece un límite moral de lo bueno y lo
malo. Bernadette decide llevarse
unas botas de ante en compensación por servir sopa a gente pobre.
Jimmy se persona en casa de Leonard y le pide disculpas por todo el
daño que le hizo en el instituto. Ha bebido mucho y Leonard prefiere que se quede en casa antes de coger el coche. Sheldon sugiere que se le mate… aunque
es una simple sugerencia. Jimmy se
levanta de mal genio olvidando todo lo que dijo la noche anterior y acosa
nuevamente a Leonard que ni corto ni
perezoso le planta cara. Una cosa es plantar y otra recoger. A Leonard le vale lo primero como terapia
aunque toca huir para evitar lo segundo. Sheldon,
como buen escudero, detrás.
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