Scully, ‘el aquellos tiempos’ es ahora.
La inevitabilidad de la muerte se va a dar cita en el cuarto episodio de la décima temporada y regreso de “Expediente X” como un leve matiz para desarrollar otro concepto dramático y más sombrío. El hijo de Ambrosia Scully y Fox Mulder sigue siendo una constante en la resurrección de la mítica serie de Chris Carter y los escritores van a aprovechar un capítulo prototípico del show (más cercano a un especial de Halloween) para unificar esa cadena de componentes existenciales en el ciclo de la vida y la muerte. Una camilla amarilla, que sirve para trasladar a los pacientes que acaban de fallecer, facilita la alegoría respecto a ese otro tipo de etiqueta de ‘basura’ con la que designa la sociedad a los más desfavorecidos, aquellos que no tienen voz y se encuentran muertos a sus ojos. Como en toda historia de terror con una criatura asesina, que cobra la justicia por su propia mano, existe un claro componente sociopolítico para articular una fábula en la que no habrá paz para los malvados, como si lo sobrenatural conformara otro tipo de justicia kármica para explorar los terrores de aquellos que cometen actos amorales. Con todo ese material, a modo de basurero y reciclado, el espectador puede sentirse un tanto decepcionado con el regreso de “The X Files”, aunque considero que el mero hecho de hacer una ‘X’ con las linternas de Mulder y Scully forma parte de esos pequeños detalles que justifican todo. Al fin y al cabo, esta resurrección es para y por los millones de fans de la serie. En “Home Again” (‘En casa de nuevo’), en definitiva, vamos a tener unos extraños y brutales asesinatos perpetrados por una figura amenazadora conectada a un artista callejero, en plan Banksy, interpretado por el líder del grupo punk Rancid: Tim Armstrong. ¿Quién es Trashman? ¿Por qué está matando a funcionarios y gente bastante ‘hija-de-puta’?
Nos vamos a ir a Filadelfia para que Mulder y Ambrosia Scully investiguen un asesinato aterrador sobre el que la dirección de Glen Morgan va a recrearse en lugares comunes del género. Un empleado federal del Departamento de Vivienda de Estados Unidos fue desmembrado por una criatura humanoide aunque con marca sobrenatural por sus poderes. La víctima era uno de los encargados para ‘trasladar’ a los vagabundos de una zona en la que se pretende construir un edificio de apartamentos de lujo. Evidentemente “Home Again (En casa de nuevo)” trata sobre la culpa y la capacidad de que ésta pudiera materializarse para cobrarse la justicia con sus propias manos. Los siguientes objetivos de ‘Trashman’ van a ser la Directora de la Junta Escolar del Condado, que no quiere que se envíen a vagabundos cerca de sus escuelas, y un insensible promotor inmobiliario capaz de zamparse su cena impasible, viendo tratar a indigentes y personas sin techo como cucarachas. Incluso unos ladrones de arte serán también violentamente eliminados por esa ‘cosa’ que no está ni viva ni muerta y que no deja huellas salvo una distintiva y maloliente tirita…
El capítulo también desea apuntalar el personaje de Ambrosia Scully y la inminente muerte de su madre tras sufrir un ataque al corazón, reclamando la ‘presencia’ de un hijo completamente distanciado de la familia. Tendremos bastantes flashbacks sobre William para revelar los entresijos emocionales de la agente especial del FBI, que comprobará cómo su madre modificó esos deseos póstumos en caso en el que se encontrara en una situación similar. Desconozco si Gillian Anderson pidió más hondura dramática a su personaje pero su participación en este regreso de “Expediente X” está marcada por un conflicto sombrío sobre la perdida y la muerte de su madre acentúa esa sensación de melodrama que se entromete entre casos fantásticos y fantasmagóricos. Pero en todo ese concepto de telenovela (de calidad) también existe un componente sobrenatural respecto al más allá, con el regreso del coma de la madre de Ambrosia Scully para conectar su hijo más pequeño con su nieto William a través de Fox Mulder. Esa ‘llamada’ como última voluntad remarca el concepto alegórico de los conflictos de Dana. También hay algunos despuntes de comedia para puntualizar ese elemento metaficcional y viaje en el tiempo de sus protagonistas, atrapados esta vez en un film similar a “Candyman” con una criatura capaz de escribir una macabra leyenda urbana para proteger a los más desfavorecidos por esa sociedad que los trata como basura.
Como cuando tiras una lata o una botella de refresco en la basura correcta debajo del fregadero. Los reciclables aquí, la demás basura allá. Y atas la bolsa, la sacas y la pones en los contenedores adecuados. Y te das de palmaditas. Y ya eres una buena persona, ¿no? Hiciste lo correcto, peleaste contra el calentamiento global y amas a todos los animales pequeños. Bueno, el viernes siguiente o tal vez el miércoles, el basurero sacará la basura. Y ya no es tu problema. ¡Es magia! Pero si es tu problema, debido a que se acumula en el vertedero. Y los plásticos emanan toxinas en el agua y en el cielo. Pero si no ves a un problema, entonces no hay problema, ¿verdad? Las personas tratan a la gente como basura…
Establecido el discurso de Trashman, aparece el concepto del karma, aunque nos informen que el origen del ‘tulpa’ sea un error de traducción teosófico de 1929 y la palabra tibetana fuera ‘tulku’. La cuestión es que ese artista fue capaz de materializar su arte en un concepto físico, canalizando su pensamiento hacia una forma de existencia palpable y real que suele dejar una tirita en el lugar de sus crímenes como marca del asesino y de su paso por allí. No esperen tampoco explicación del ‘camión de basura’, que parece ser el caballo de ese caballero de la muerte ni si se cometerán nuevos crímenes dondequiera que vaya ese artista vagabundo. Esa brutalidad para desmembrar a sus objetivos, conforma otra metáfora con los paralelismos sobre las responsabilidades de todo padre con sus hijos y, evidentemente, Scully no quiere pensar que tiró a la basura a su hijo, enlazando con el compromiso de la sociedad respecto a esos seres humanos a los que ha despojado a ese vertedero. A veces, lo más complicado de explicar es aquello que sociedad se niega a ver… ¿Y cuál es la moraleja de la historia? Realmente Trashman asesinó a funcionarios que serán sustituidos y completarán ese círculo vicioso, aunque realmente aquello que desea plantearse es la ‘visibilidad’ de un problema y plantear si el fin y esos violentos asesinatos llegan a justificar algo o desacreditan la ‘obra’ de todo autor. Si algo nos deja claro “Home Again (En casa de nuevo)” es que los burócratas también pueden encontrarse con esa ‘basura’ que pretenden ocultar o simplemente quitar del medio, sin posibilidad de escapar. Y ahí, ni una banda sonora como la de la mítica canción de Petula Clark te salvará.
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