“Agent Carter” es una serie muy inusual y original dentro de los márgenes de la televisión generalista. Aunque debe lidiar con muchos lugares comunes dentro del escenario de época que plantea su género, generalmente sale airosa tanto por su concepto para desarrollar la mitología alrededor de S.H.IE.L.D., como para adentrarse en las mecánicas de una ficción de espionaje. Hayley Atwell ha desplegado todo su encanto para que la serie de ABC ofrezca suficiente calidad para contentar a los fans del universo de Marvel como para los amantes de la buena ficción televisiva. En esta segunda temporada la mitología tanto de Peggy Carter como de la transformación de la SSR (Strategic Scientific Reserve) en S.H.I.E.L.D. van a ser claves en el desarrollo de una propuesta que vive sus últimos días en emisión. Se puede decir que la cadena ha dejado entrever que la cancelación es inminente, aunque esperamos que los episodios no sean ‘quemados’ de mala manera y mantenga su horario de emisión pese a sus pésimos datos de audiencia en EEUU. ABC quiere quedarse con el encanto de Atwell y ya prepara un nuevo piloto a su estrella (“Conviction”), por lo que parece poco probable que la actriz continúe con ambos espectáculos… salvo que Marvel se apiade del futuro de una serie que inicialmente fue ‘vendida’ como limitada. “The Atomic Job”, quinto episodio de la segunda temporada de “Agent Carter”, quiere seguir avanzado en los misterios de esa materia oscura (Zero Matter) que va a conducir el destino de todos los personajes a través de Jason Wilkes y Whitney Frost.
“The Atomic Job” desea potenciar de nuevo el triángulo amoroso que conforman Carter, Wilkes y Sosa mientras que Whitney Frost va a extraer la materia oscura que se encontraba en el cuerpo de esa ‘señora’ encontrada congelada en el lago: Jane Scott. Ésta se va dar cuenta que la única manera de proseguir es recrear el experimento que trajo a la Zero Matter al mundo y eso pasa precisamente por hacerse con una bomba atómica. Wilkes por su parte es ‘llamado’ por esa misteriosa materia a través del tejido de Scott, conociendo el paradero de su cuerpo y activando el plan del grupo. El capítulo va a presentar a la gran villana de la temporada y que va a ir siempre un paso por delante, dejando a su marido (Calvin Chadwick) como un pelele en estado de pánico debido a los poderes cada vez más incontrolables de su mujer actriz. Madame Máscara es demasiado rival para Peggy y su primer combate cuerpo a cuerpo es tan fugaz como descompensado. Del episodio interesa más las mecánicas cómicas que empiezan por la infiltración de Carter en Roxxon, la empresa dirigida por el rival de Howard Stark. Hugh Jones (Ray Wise) y un gadget experimental de la SSR, que provoca que el objetivo del mismo olvide los acontecimientos que ocurrieron un par de minutos antes, serán parte de un gran y orquestado sketch para que Peggy se haga con la llave del ‘deseo’. Tanto el juego de disfraces como el carácter pervertido y cómico tratan de amoldarse a ese toque fantástico que queda en la recámara con la confección de un equipo diverso que trate de salvar a Los Ángeles de una amenaza ‘nuclear’.
Hollywood va a vivir la reconstrucción de un film de Serie B de la época desde otro prima gracias un par de nuevos fichajes: la agente recepcionista Rose (Leslie Boone) y el malhumorado Dr. Samberly (Matt Braunger). Incluso un cameo de Ken Marino, como un mafioso hollywoodiense, entra de lleno en esa parcela cómica sobre la que trata de amoldarse el episodio. La idea de “The Atomic Job” es ceñirse a su propio título y juego de palabras para que el grupo de agentes de la SSR traten de impedir a Madame Máscara hacerse con su arsenal atómico. El capítulo va a seguir el manual de toda ‘cinta de atracos’, estando el suspense y la acción a pleno rendimiento, pero es el humor gracias a Jarvis esa pieza constante y reiterada. Interesa que Peggy trate de seducir a Whitney con una posible curación y reversión de su transformación, interesándose su marido por tal posibilidad. Madame Máscara tiene ya su agenda propia y no quiere librarse de ese poder que la ha convertido en la mujer más fuerte de toda la ciudad. Peggy acabará siendo víctima de los terribles poderes de Whitney Frost y acabará cayendo sobre un andamio tendiendo la ‘suerte’ de que una de las muchas barras metálicas que había en el suelo solamente traspasen su abdomen. No sabemos si la heroína tiene poderes de regeneración pero resulta incombustible e indestructible. No obstante, el mayor dolor fue ese contacto con la materia oscura en sus propias carnes. Wilkes advertirá que en ese ‘otro mundo’ es doloroso y oscuro… pero ni siquiera su canción favorita en la radio podrá salvar que desaparezca de nuevo ante una convaleciente Peggy. ¿Significa eso que ‘espanta’ a todos los hombres que se le acercan? “The Atomic Job” también quiere desarrollar dramáticamente a la prometida de Sousa y que se dé cuenta de que la causa de la marcha de Nueva York de su amado se produjo por esa mujer que pone a todos y a todo patas arriba. ¿Sigue enamorado Sousa de Carter? ¿Y ésta siente algo por ese ‘fantasma’ atrapado entre dos mundos? La ‘desaparición’ de Wilkes no parece que vaya a ser la última al convocar Chadwick una reunión con el Consejo de los Nueve. ¿Quiere aprovecharse de los poderes de su mujer o los ve una amenaza al tratar de replicar ese experimento de nuevo? Frost necesita a su esposo para conseguir más uranio y puede ser uno de los motivos por los que éste siga todavía con vida. En resumidas cuentas, “The Atomic Job” es un capítulo para meter en la batidora todos los elementos y comenzar a sacar jugo a partir de la próxima entrega.
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