“The Hour”
(2011)
Reino Unido
Sinopsis (Filmaffinity):
Miniserie
ambientada en un programa informativo de los años 50. Combinará el triángulo
amoroso que se establece entre tres periodistas que intentan reflotar un programa
de noticias y la investigación sobre un asesinato en la que se verán envueltos
los protagonistas.
Junio
de 1956. En los créditos de “The Hour”
se sitúan a sus tres actores principales al mismo nivel aunque la ‘star’ sea Dominic West. Ellos son el triángulo
dramático y sentimental bajo la mirada de un thriller sobre espías y
conspiraciones. Un doble material narrativo con suficiente potencial para
realizar una mirada muy distinta y novedosa para la época que retrata la crisis
del Canal de Suez, la retirada de la Unión Soviética de Hungría y, en
definitiva, una época de cambios con un recién parido y catódico objeto para
retratar la verdad. Y si existió el cine-verdad también la miniserie de la BBC
nos habla de una televisión que intenta enfrentar la realidad (a pie de calle, con el personaje entrevistado, conexiones y mediante el directo como retrato de un mundo que cambia a cada hora) con
la censura impuesta y los intereses políticos. Sí, parece que nada ha cambiado
desde entonces.
Información en Directo |
Pero
la pasión de lo prohibido y la ocultación de la verdadera identidad y
sentimientos se desarrollan en una notable serie compuesta de seis episodios
que nos desgrana la información sobre un crimen y suicidio que no es tal. Pero
precisamente vemos que la televisión (sobre todo en directo) es una navaja
afiladísima que puede ser objeto de censura, manipulación o movimiento social.
La búsqueda de la verdad puede ser terrible pero si no hubiera un aspecto
sentimental en toda aquello que nos cuenta “The
Hour” no entenderíamos el comportamiento de sus personajes ni mucho menos
ese sorprendente (y predecible, al mismo tiempo) desenlace.
Personajes al completo |
El
inicio del fin de la colonización y de una nueva época de información contrasta
con la guerra interna de espías que habita en un mundo de conspiraciones e
intereses político-capitalistas. Nada es lo que aparentemente es: ni hombre
felizmente casado, ni una perfecta pareja de amigos que forman un equipo
perfecto, ni un programa de noticias… Todo podría manifestar la verdad de
manera manipulada o incluso afín a una conspiración… Precisamente esa
segmentación sobre lo oculto y la inteligencia para desvelarlo nos indica que
siempre hay alguien que apaga el interruptor social… Las redes sociales
posiblemente han vuelto a encenderlo en la actualidad. ¿Llegará también la
censura a ellas, ya desde su nacimiento, y serán politizadas como la televisión informativa que nos
presenta “The Hour”? Lo que sí está
claro y es una absoluta e indiscutible verdad que si la HBO no existiera, habría
que inventar a la BBC. ¿O era al revés?
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