Dexter (6x07) Nebraska: Nebraska

Los responsables de “Dexter” siempre han sabido darle brío a cada temporada para no hacerla perderse entre las abrumadoras sombras del aburrimiento. Y tal vez y en apariencia esta sexta temporada contenga los peores designios para tener dudas al otro lado de la pantalla. Incluso también puede ser que se sienta el agotamiento del actor que interpreta a su personaje principal. Puede que aquí estemos asistiendo a la aparentemente temporada más floja hasta el momento con un fondo religioso que de la vuelta de tuerca al personaje. Puede que esa vuelta sea precisamente la última o el giro quebrado previsible para una gran parte de los telespectadores. Sí, “Nebraska”, séptimo episodio de la sexta temporada, deja cierta sensación de punto de inflexión en la propia temporada y en la serie que monopoliza Dexter Morgan hacía el desenlace que se aproxima. ¿Es, entonces, el Apocalipsis de la serie?

Las tramas de la temporada y del capítulo viven su particular punto de inflexión. El Asesino del Juicio Final se queda sin ayudante que se refugia en su luz personal: su hermana Lisa Marshall. Eso provoca para Travis que Gellar empiece a acosarle y querer recuperarle. El libre albedrio no parece una opción para el profesor que quiere provocar con sus rituales una Apocalipsis. La policía sabe, gracias también a la primera superviviente, que le dieron de beber sangre y que el profesor Gellar tiene ayudante… bastante amable, según la chica (de hecho la salva él). Por los dibujos que tienen sabe que van a darla de beber sangre de los ‘santos’ (ya vimos a Travis extrayéndose sangre y dejándola preparada) y que irá marcada montada en una bestia que está confeccionando el Asesino del Juicio Final. Gellar le confirma a Travis que seguirá el sol pero sabemos que es mentira: por alguna razón él no quiere cometer los crímenes…

Ajuste de Cuentas

Después de la muerte de Hermano Sam (adiós Mos Def) llega una nueva bomba emocional a la vida de Dexter Morgan: Trinity ha vuelto a matar. Obviamente nosotros, como Dexter, sabemos que no es posible porque acabó en su mesa y ahora mismo está troceado… Las víctimas, además, fueron miembros de su familia: su mujer, Sally Mitchell, y su hija, Rebecca. Protección de testigos les ubicó en Nebraska y el único superviviente de la familia Mitchell es Jonah, el hijo de Trinity. Dexter y su nuevo subconsciente y personalización de su lado oscuro, su hermano Brian Moser, saben que el que ha cometido los crímenes que encajan en el patrón de la bañera y el martillo es el propio Jonah. Es momento de ir a Nebraska a por Jonah y la propia Debra le concede el día libre a su hermano… Pero parece que Dexter y Brian se van a tomar unas vacaciones de unos días en Nebraska. 

Juntos... ¿para siempre?

El resto de tramas del episodio van orientadas a que Laguerta presiona a Debra para que baje la tasa de criminalidad aunque también le orienta en el lado amoroso, Quinn y Debra parecen arreglar su ruptura por la vía correcta y sin excesos aunque con tacos, Batista va a ser el héroe de un videojuego del ayudante de Masuka (todo el mundo utiliza a este chico) y de paso ligarse a la hermana de Angel, Jamie Batista, y conseguir la información de los sospechosos sobre el ayudante del Asesino del Juicio Final. Hermano Sam no tiene funeral en la ficción, Mike Anderson pasa por allí y, obviamente, todo se centra en ese viaje de hermanos. Lo de Jonah parece ser un homenaje a Trinity con ese ‘Hello, Dexter Morgan’ pero finalmente vemos que el chico no mató a su hermana (que se suicidó realmente) y mató a su madre ya que ella seguía enamorada de su padre asesino en serie y les culpaba siempre a ellos de las desgracias familiares conduciendo a su propia hija a terminar con su vida. Dexter le deja vivo y rompe los lazos con su hermano volviendo a la luz de su padrastro y el código que le ha salvado. Como alguien tiene que pasar por ‘caja’ lo hace el encargado del motel donde se alojan ya que intenta chantajear a Dexter. Aquí, siempre paga el pato alguien. Esperemos que esta temporada no sea el espectador.