Tras el hiato navideño, “Supergirl” se ha encargado de abrir el regreso de los espectáculos de The CW con la renovación de una nueva temporada en el bolsillo por parte de todos ellos. No es que la serie dedicada a dar sentido y forma a las aventuras de Kara Danvers en Tierra-38 haya alcanzado su mejor versión porque la idea sigue siendo ese «work in progress» que se impuso desde “The Adventures of Supergirl” (2x01). Sin Superman ni Cat Grant se ha impuesto una auténtica remodelación de la vida (y aledaños) de la nueva superheroína en The CW tras su paso por CBS y, ahora, es momento de comenzar a crecer por encima de esa sensación de espectáculo sólido en la que hasta Winn Schott pueda sentirse algo más que una rata de laboratorio. Kevin Smith ha hecho los honores de este regreso en el que teníamos que constatar el estado de la ficción tras liquidar la trama alrededor de Cadmus, dejando apartado el regreso de Cyborg Superman y Lillian Luthor hasta que esos misteriosos alienígenas que buscan a Mon-El hagan acto de presencia en el planeta Tierra. Más allá de los piques entre Guardian y Supergirl, “Supergirl Lives” ha aterrizado para presentar otro tipo de posibilidades en los argumentos de la serie. Los viajes interestelares están a la orden del día y podemos incluso recordar esa oportunidad perdida respecto al crossover con el resto de series de la cadena al ver cómo incluyen ahora a un Dominador. No obstante, el noveno episodio de la segunda temporada de “Supergirl” está pensando para que Mon-El y Winn descubran los héroes que tienen en su interior y se unan a ese recital de personajes que quieren ayudar a Kara Zor-El a proteger Nationtal City. Repasemos el capítulo.
Vayamos al aburrimiento (?) que envuelve la vida actual de Supergirl por proteger joyas y dinero de los bancos de sus ladrones para que, de este modo, encuentre otra clase de factor humano en sus pesquisas periodísticas. La desaparición de una joven llamada Izzy Williams permite tanto a Kevin Smith repescar a una colaboradora de su obra cinematográfica (Harley Quinn Smith) como a Kara para iniciar su peculiar cruzada frente al insensible de Snapper Carr… si no tiene su café y bollo danés en el estómago. Sumergida hasta las entrañas en el caso es normal que veamos cómo Mon-El, tras su nueva experiencia laboral como camarero, acaba sumándose a la misma… Y aquí los escritores preparan el golpe de efecto del episodio: un número creciente de desapariciones están relacionadas con un científico que utilizaba una tapadera para nutrir, gracias a un portal interestelar, a Maaldoria de esclavos. La conocida Luna de los Esclavos es la base de los maaldorianos para utilizar a los terrícolas como nueva mercancía en sus negocios y, por supuesto, la pérfida Veronica Sinclair (Roulette) hace acto de presencia para aprovecharse de la situación. El problema para Mon-El y Supergirl es que el sol rojo que baña el planeta impide que ambos tengan poderes… por lo que tendrán que iniciar una de sus aventuras más complicadas.
Con otro recurso de guion que impide a J'onn J'onzz ir al rescate (la atmósfera de Maaldoria es tóxica para los marcianos), será Alex Danvers aquella que lidere y coordine el rescate de su hermano sumando a Winn a ese oda de heroicidad. Los escritores también han pensado en estirar la tensión con Maggie Sawyer con una discusión un tanto chusca que sirva que para que la detective descubra que Kara es Supergirl en el proceso. Más allá de nuevos personajes episódicos alienígenas en el menú, “Supergirl Lives” comienza a dejar claro que el relato contado por Mon-El sobre su escape de Daxam esconde un secreto y que existe más ‘realeza’ de lo que su historia indicaba… En el desenlace y epilogo esos extraños y enigmáticos buscadores de su persona llegarán a Maaldoria para descubrir que su paradero se encuentra en el planeta Tierra. Van armados con desintegradores así que… ¡cuidado! Mon-El descubrirá aquello que hacen los héroes y quedará prendado aunque desconocemos si también toda forma parte de su enamoramiento respecto a Kara o habita una auténtica llamada más allá de la química. Lo de Winn sí sabemos que es sincero. El chico ya sabe defenderse y, ahora, puede que empiece a ayudar más en el campo de batalla a Alex, Guardian y compañía. Con todas esas líneas expuestas y un happy ending en ciernes, “Supergirl Lives” se centra en sus vertientes humanas y emocionales por encima de esas tonalidades físicas a las que nos habíamos acostumbrado por culpa de tener una superheroína de la talla de Kara Zor-El. La serie de The CW da la impresión de que desea también probar con una protagonista más mundanal aunque tampoco esto ha sido una novedad dentro de las tramas del espectáculo. Al fin y al cabo, Kara estaba aburrida y tuvo una dosis de aventuras interestelares para salir de su zona de confort como otros personajes. Supergirl ya lidera revoluciones al otro lado de la galaxia y los tabloides locales se harán eco de tal noticia… así que continuará… O, esperemos, que continúe claro.
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Todo bien con esta serie. La "descubrí" en el crossover y estoy siguiendo la temporada.
ResponderEliminarLiviana, sin grandes pretensiones... se puede ver.