Supergirl (2x10) We Can Be Heroes: Más seriedad, ¿menos entretenimiento?

“Supergirl” desea seguir creciendo en la presente temporada tras proposiciones previas y ver cómo trabaja en equipo Mon-El con la superheroína de la serie de The CW. ¿Es tiempo de ver vestido como un héroe al llegado de Daxam o va a ser todo un work in progress hasta la recta final de la temporada? ¿Cómo encajará en las dinámicas de la propia serie? ¿Y cómo se integrará Guardian una vez que Kara Danvers se entere de su verdadera identidad? En ese cóctel de romances y superhéroica la cuestión va sobre arañazos y el camino de la transformación de toda persona, con poderes o no, que encuentra la llamada y el deber de proteger y salvar a los inocentes. Pero también tales descubrimientos van a generar tiranteces debido principalmente a la protección que recibe Mon-El por parte de Supergirl y el rechazo de ésta respecto a un mortal como James Olsen. Mon-El debe tener cuidado con los daños colaterales y los escritores utilizan sus debilidades para ir desarrollando ese enfrentamiento soterrado que no deja de esconder otro visible (¿y risible?) secreto: Mon-El está enamorado de Kara y una de las razones de ejercer como su mentor es simplemente estar más tiempo con ella. ¿Es la principal razón? ¿Puede convertirse en un auténtico héroe Mon-El? ¿Aceptará Supergirl a Guardian o su punto de vista, por el contrario, es sumamente censor y altivo? ¿O tal vez esconda todo esto una vuelta de tuerca en sus antiguos sentimientos sobre aquel que consiguió enamorarla y rebajarla al mundanal ruido romántico de los terrícolas? La pregunta debería ser, no obstante, otra: ¿desde cuándo la serie ha querido ser tan seria y tan poco divertida? ¿“We Can Be Heroes”, décimo episodio de la segunda temporada de “Supergirl”, desea explorar todos esos elementos dramáticos junto al arco argumental centrado en J'onn J'onzz y M'gann M'orzz. ¿Más drama, es la guerra? El perdón nunca ha sido un camino fácil… 

“We Can Be Heroes” recurre a una de las antiguas villanas del espectáculo y principales antagonistas de Supergirl. Es cierto que a la serie le falta un personaje recurrente que despliegue el choque contra la superheroína y da la impresión, por lo tanto, que Leslie Willis (Livewire) es lo único que tienen a mano a tal fin. Vamos a presenciar el escape de prisión de Livewire aunque la escena del crimen esconde algo que los escritores se reservan como parte del giro de guion del desenlace. Alex y Maggie, por otro lado, se convierten en este episodio en una especie de cronistas de la relación entre Supergirl y Livewire como si también fueran vistas como dos ‘lesbianas’ tras un tórrido, tóxico y eléctrico romance… La archienemiga de Kara Zor-El recibió ayuda del exterior para escapar y el resto de personajes se van a posicionar como parte de ese frente común para detener a la peligrosa y letal villana. La pregunta pudiera ser otra: ¿tres son multitud? ¿Conseguirán Guardian, Mon-El y Supergirl encontrar un punto en común en su lucha conjunta? Un ataque de Livewire a la propia policía de National City va a servir para que veamos cómo Mon-El está más preocupado de proteger a Kara que a los inocentes que estaban allí atrapados. También descubriremos que Livewire no está allí sino la reclusa que ayudó en su fuga y que ahora tiene sus poderes. También el guardia de prisión que colaboró en ese ‘prison break’ es en este momento otro enemigo a batir como si ambos personajes fueran clones de la peligrosa villana. En el arranque de Mon-El para proteger a Supergirl, entra en acción Guardian salvando al policía de ser ese daño colateral pero, al mismo tiempo, quedando inconsciente y revelando su identidad al retirar su máscara Kara. ¿Puede salir algo bueno de todo esto?

El problema de Supergirl es que no ve a James como un igual y considera que su acto heroico es literalmente un suicidio si no tiene superpoderes… como Mon-El. Con el conflicto expuesto no sabemos si Guardian acabará como Canario Negro en “Arrow” o el material va a pasarse de dramatismo apartando al espectáculo de The CW de la intrascendencia que tan bien ha aprovechado y rentabilizado “Legends of Tomorrow”. Vamos a descubrir, gracias a las acciones de Mon-El y Guardian fuera de la protección de Supergirl, que es un evil-doctor aquel que tiene secuestrada y torturada a Livewire rompiendo la dinámica impuesta. Un poco se puede sentir esa trama como la propiciada por M'gann M'orzz tras quedar en coma después de recibir un ataque psíquico. J'onn J'onzz deja apartada sus diferencias y prejuicios de raza para compartir sus mentes y salvarla, dándose cuenta en el proceso que no todos los Marcianos Blancos son despreciables asesinos. M'gann se convierte en esa excepción aunque todas esas lágrimas y dramatismo acaban con una oscura revelación: los Marcianos Blancos están de camino… junto a otros personajes cuyo destino es la Tierra. Aplicando esa dinámica de dejar apartadas las diferencias, Supergirl tendrá que pedir la ayuda de Livewire para dar la vuelta a la situación tras ser también secuestrados Winn y Guardian por ese científico loco que está experimentado con los poderes (incluso en su propio cuerpo) de Livewire. Ambas salvarán el día y Supergirl aceptará la oferta de libertad de su némesis a cambio de perdonar la vida de ese evil doctor. Pese a la madurez de las líneas dramáticas, la sensación final de “We Can Be Heroes” es, por un lado, provocar que Supergirl ni apoye ni se oponga a las acciones de Winn y James y que, al mismo tiempo, tenga que explorar las emociones de Mon-El puestas sobre su aprendizaje y relación. ¿Demasiada macedonia romántica? ¿Falta más pulpa de humor y guiños fanservice? Lo descubriremos en “The Martian Chronicles” (2x11). Los Marcianos Blancos están aquí y M'gann se ha convertido en una traidora… ¿Más drama blanco y marciano a la vista?

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