The Strain (2x06) Identity:The Master Rises… sin peluca (o rata muerta) que valga

Queda claro que esta segunda temporada de “The Strain” quiere reagrupar sus focos de interés y confeccionar otro tipo de show más certero y entretenido. Los elementos siempre han estado ahí, en realidad, pero la cuestión es que el espectador que sigue en frente del televisor había dado por buenos (a estas alturas) los delirios cómicos de la propuesta. Tras la muerte de la rata muerta sobre la cabeza de Corey Stoll muchos no sabemos si continuaremos al otro lado de la pantalla. ¡Era nuestra rata! ¡Nos habíamos acostumbrado a tener al roedor estrella en cada capítulo! Al parecer, son malos tiempos tanto para ser repartidor de comida rápida como para ser una rata y ‘okupar’ la despoblada cabeza de alguien en Nueva York. “Identity”, sexto episodio de la segunda temporada de “The Strain”, en cierto modo sirve de clímax para entrelazar todos los arcos argumentales anteriormente expuestos. Vamos a tener parte de intriga en los intentos de Ephraim por frenar esa Apocalipsis Zombie-Vamp en Washington D. C. y, también, en esa previsible conexión y encuentro entre Kelly Goodweather y su hijo tróspido e insoportable. ¡TODO para ella! ¿No sé por qué dan tantas vueltas al asunto! ¡CON MAMÁ-VAMPIRA! ¡CASTIGADO! Y es que Zach está siendo uno de los elementos más cuestionados de esta entrega, generando un odio similar al de Joffrey Baratheon por la edad del pavo más inoportuna y en el peor momento de crisis. Es más, en este episodio incluso trata de caer más simpático pero a Max Charles le han pedido que actúe con la misma cara de amargado-toca-pelotas. En fin, repasemos “Identity”.

Creo que todo se resume en la vuelta de Reggie Fitzwilliam:

Episodio 2x04: Dutch y Setrakian viajan a Staten Island para tratar de convencer al antiguo y fiel mayordomo de Eldritch Palmer. Reggie responde: «No voy a cambiar de opinión». 

Episodio 2x05: Reggie cambia de opinión y sigue, cual chapero de callejón, al viejo verde traga-leche-de-gusanos. ¿Amor con otra momia a la vista? Un momento, ¿por eso estaba con Palmer?

Episodio 2x06: Reggie ayuda al grupo… hasta que muere. Exactamente cinco segundos después de empezar a colaborar con el grupo de Setrakian. ¿Descanse en Paz?

WTF!? ¿Cuál es la fruta moraleja del asunto? ¿Que los personajes secundarios afroamericanos duran menos de dos minutos en pantalla? Al menos con el tema de la relatividad del tiempo, en “Interstellar” el ‘negro’ duró algo más… En cierto modo el análisis debería estructurarse sobre las expectativas que genera la serie de FX y cómo las aniquila fulminantemente un par de episodios después. El espectador se siente como Thomas Eichorst protagonizando es sketch final de ‘Saturday Night Live’ en el que espera recibir con los brazos abiertos la gloria y, en cambio, es partícipe y víctima de un sonrojante trolleo con todas las letras y lluvia de gusanos por medio. Seguramente los guionistas han utilizado a Reggie para presentar a su hermano Curtis y la contratación de Kevin Hanchard no sea para un par de cameos sino para confeccionar un arco argumental sobre la venganza de éste respecto a aquellos que acabaron con su ‘brother’. Es verdad que tampoco Reggie tenía una información vital, tan sólo el tema de esa propiedad que quería comprar su antiguo patrón y hasta ahí podía leer… No era útil salvo como cazador… y el grupo tiene hasta una inútil hacker que ha descubierto su nueva profesión talentosa. En “Identity” nos volvemos a olvidar de flashbacks y nos ceñimos más las intrigas burocráticas de Eph para tener el respaldo de políticos y militares para poder acabar con los planes de El Maestro y Eldritch Palmer. Algunos frentes todavía siguen abiertos, como la introducción de Quinlan como nueva arma de Los Antiguos para acabar con su hermano díscolo y ese relevo generacional que debería proponer Gus respecto a ‘Angel de la Plata’. Pero lo dicho: no se hagan ilusiones… para no acabar como un afroamericano o una rata peluda en este show. 

Vayamos a Washington para presentar a Eph y su nueva identidad en los círculos de poder de EEUU. Aquello que iba a ser un remake del final de “V” con los alienígenas vencidos por un polvo ‘rojicida’, en cuestión de un par de episodios, se va a tornar en algo mucho más oscuro y peligroso. Eph tiene un viejo amigo en Washington (Robert, putero y cocainómano) para hablar tanto del pasado como de ese implacable virus. Los contactos de Robert hacen el resto para que Eph tenga tiempo para todo después de haber liquidado a la rata que yacía sobre su cabeza. ¡ASESINO! ¡MALTRATADOR! Y cuando digo tener tiempo es tener tiempo: que si hecho un quiqui con la primera que aparece por ahí y tiene algo de poder, que si me quejo de que me hagas firmar un contrato de confidencialidad, que si conozco a un General que deja caer la colaboración de una gran empresa como Stoneheart (que Eph no quiere ver ni en pintura), que si acabas soñando tanto y tan rápido… te quedas calvo e incluso muerto. La maniobra burocrática de Eph y su amigo y su nueva amiga (y amante) se hace notar en Washington D.C. y se activan unos mecanismos de defensa seguramente por cortesía de Eldritch Palmer. La celebración, por lo tanto, se torna en muerte… En mucha muerte. Robert es asesinado y también la propia Leigh… Por suerte, el último regalo de la rata muerta sobre la cabeza de Corey Stoll (un arma de fuego) consigue equilibrar un tiro con otro en la sien del asesino a sueldo. Eph está herido y sus amigos y aliados muertos… Se avecina DRAMA y secuencias del manual de los clichés de las ex amantes despechadas en brazos de su donjuán. Tal y como nos enseña “The Strain”, los sicarios en el show llevan en su smartphone los logotipos de aquellos que les han pagado su salario. Stoneheart son los malos… Ya lo sabíamos, ¿no? ¿O quién quería matar a Eph salvo los millones fans de la rata muerta que masacró injustamente? ¡ASESINO! ¡MALTRATADOR!

El otro foco de suspense y tensión de “Identity” lo va a proponer las aventuras de Nora y Zach con el previsible encuentro con Kelly y sus ‘chuchos’ tróspidos de la noche. Tras visitar a Feraldo y birlar unas botas, nos informan que Red Hook ya está siendo limpiado del todo de la plaga pero faltan unos Strigoi por allí… que, fíjate tú, son Kelly y sus chihuahuas olfateadores asesinos de la muerte. Ni tener escolta policial te salva del ataque de los niños rata aunque una iglesia cercana sirve tanto de refugio para la pareja protagonista como para confeccionar una secuencia de intriga y sustos. Pudiéramos entender que todo ese concepto abarca la lucha por el control maternal de Zach, ya que éste ha encontrado en Nora la madre ‘sustiputa’ que necesitaba. Eso sí, cornuda total. Pobrecilla. En la peor iglesia asegurada de la historia del género, poco a poco los niños rata (of all trospid-saints) van cercando al niño y a su inhalador junto a su protectora. Como tenemos teléfonos para comunicarnos, el grupo de Setrakian acude al rescate para acabar con todos (?) los chihuahuas pero pierden a Fitzwilliam en el proceso. ¿Últimas palabras, afroamericano secundario? ¡ZAS! ¡A TOMAR POR CULO CABEZA CON MI SABLE DE POSTUREO! Y Kelly chillando como una bitch… y, por supuesto, escapando del lugar por necesidades de los objetos colindantes que sirvan de escudo y la mala puntería. En fin, que ESTO es nuestra comedia favorita y la queremos. Para completar “Identity”, veremos cómo El Maestro trollea malamente a Thomas Eichorst y elije a Gabriel Bolivar como ‘sustiputo’ para que el nazi (de mielda) llore como una fangirl tras enterarse que han cancelado el concierto de su estrella favorita. Faltó aquí un homenaje a la difunta Sara Montiel y su memorable ‘speech’ de rodillas… porque en esta serie todo el mundo acaba hincándolas en los momentos más tróspidos y cómicos posibles. Es más, es completamente insultante que El Maestro no quiera mantener la estupenda peluca de Bolivar… Yo soñaba con que ese elemento daría sentido al regreso de la rata muerta sobre la cabeza de Corey Stoll para clamar venganza sobre la calva que ‘okupaba’ en el pasado. Pero nada de nada… Nos queda ponernos de rodillas y pedir…

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