The Abduction of Zack Butterfield: La cuarta peor película de 2011… es un bluff

“The Abduction of Zack Butterfield”

Director: Rick Lancaster

EEUU

2011

Sinopsis (Página Oficial):

Una hermosa pero perturbada mujer vuelve a EEUU después de combatir como mercenaria estadounidense en Irak y secuestra a un niño de 14 años de edad de Nueva York, teniéndolo como prisionero en su aislada casa de campo mientras una relación extraña se desarrolla entre ambos. 

Crítica Bastarda:

Considerada la cuarta peor película del 2011 para público y crítica, la leyenda de “The Abduction of Zack Butterfield” precisamente comenzó desde un estreno muy limitado y unas pésimas reseñas cosechadas. Aunque posteriormente tanto la familia de todo el equipo técnico y artístico han intentado maquillar sus puntuaciones en populares bases de datos de internet, el halo de misterio fue creciendo por la inaccesibilidad de la propuesta. Su trailer, que data de 2009, auguraba un thriller dramático y psicológico donde una rubia sexy —y bastante loca— secuestraba a un adolescente para dirigirse a un oscuro territorio repleto de tabús con el síndrome de Estocolmo (y sueños húmedos de adolescente virginal) por medio. Bajo la frase comercial «algunos sueños nunca deberían hacerse realidad» y co-escrita por el autor del libreto de “L.I.E.”, la cinta de Rick Lancaster inicialmente iba a titularse “The Last Days of April”. El cambio respecto al punto de vista no salvó al conjunto de virulentos palos y críticas espantosas que culminaron con la inclusión de la cinta entre lo peor del 2011. Desde la web oficial, además, hicieron un John Waters cuando estrenó “Pink Flamingos”, transformando las insidiosas reseñas asesinas en frases comerciales que vendían una obra maestra. El hype comenzó a crecer cual erección. Ante la ausencia de un lanzamiento comercial, ese halo de misterio fue creciendo hasta que el 25 de agosto de 2014 se pudo acceder a la venta digital de tan esperada obra de culto (?) y el 2 de septiembre del mismo año ya estaba disponible en DVD en Amazon. Y, una vez abierto el pastel, nos encontramos ante un bodrio bastante decepcionante para tantas expectativas. Muchos nos imaginábamos que iba a ser un cruce loco e inclasificable de “El silencio de los corderos” con “Queridísima mamá” y la realidad es un film tremendamente plano, tedioso y amateur… 

Ni recurrir a Tchaikovsky y Beethoven sirve a “The Abduction of Zack Butterfield” para escapar de ser una parodia involuntaria de un telefilm sobre un secuestro con todos los tópicos y clichés en un asador. Amén del collar con explosivo plástico que se detona con un mando a distancia o saliendo del perímetro indicando… Y de esos agentes tróspidos del FBI mejor no hablar. Ni el seguimiento a los días del secuestro desde el punto de vista de sus torturados padres o la actuación más ed-woodiana del sheriff, ayudan a digerir una narración envuelta en formol. No obstante, hay algunas secuencias para el recuerdo del cine cutre. El clímax sexual y desvirgamiento del adolescente protagonista, por ejemplo, lo establece una secuencia con la banda sonora de ‘El lago de los cisnes’ y un plano fijo al suelo de la cama donde se van arrojando prendas con menos arte que una caja de zapatos… Nada es creíble, desde un desafortunado casting e interpretaciones que apartan cualquier concepto dramático o aterrador de la cabeza del espectador. El problema del film de Rick Lancaster es que tampoco cede a la posibilidad de convertirse en una comedia psicosexual y negra con ramalazos kitsch. “The Abduction of Zack Butterfield” es bastante aburrida, agarrándose a tópicos y eludiendo el tabú implícito del argumento y la propuesta, con un tono amateur que espanta y descamina al conjunto de cualquier realismo pretendido. 

Creerse ya, en sí mismo, a Brett Helsham ejerciendo como una ‘veterana mercenaria de la Guerra de Irak’ con un pasado oscuro… cuesta. Y mucho, salvo que estuviéramos hablando de un film porno, claro. Lo único interesante pudiera ser el porqué April McKenna secuestra a Zack Butterfield y está tan obsesionada con él, pero el guión tampoco sabe sacar punta a ese juguete roto incapaz de cambiar su comportamiento después de la contienda. «El Ejército gastaba un montón de dinero para enseñarme hacer eso. Me hicieron una verdadera soldado. Recompensan a los soldados por matar. Medallas, ascensos, elogios». Realmente el letimotiv de la película lo establece esa naturaleza innata de la humanidad por ser el mayor depredador y asesino del planeta, en tomar aquello que desea y moldearlo a su convicción. En el caso de April ella simplemente buscaba una pareja y alma gemela y Zack se convirtió en el más indicado para transformarlo desde su adolescencia. Aunque la propia asimilación de su condición —y estar atrapado en la misma casa que una loca psicópata con el único aliciente que se la está calzando— detonen su deseo de hallar la libertad. El final de “The Abduction of Zack Butterfield” resulta flojo, decepcionante y predecible, dejando en sus créditos la sensación absoluta de tiempo perdido. El film de Rick Lancaster podría ser mucho más interesante desde un punto de vista experimental, con planos desde dentro del automóvil de la secuestradora viendo pasar las horas y los días… Sería mucho más entretenido que aquello que propone Lancaster. O simplemente tenía que haber pensado en ceder a su condición de ‘bad movie’, conociendo de antemano que no podía conseguir nada creíble de semejante despropósito. Un crítico norteamericano señaló que si Ed Wood hubiera dirigido “El silencio de los corderos” hubiéramos tenido a “The Abduction of Zack Butterfield”, pero precisamente a la cinta le falta esa condición ‘bizarra’ y ‘kitsch’ que la catapulte a ser una cult-movie del cine cutre. Se queda, por el contrario, en un objeto delusorio, intrascendente y olvidable. Una pena. Puede que nos pase lo mismo con “Saving Christmas”… La ganadora absoluta de los Razzies y considerada peor película del 2014 por crítica y público —sin contar su pugna para recuperar su condición de nº 1 del ‘IMDb Bottom 100’— es de momento inaccesible salvo para aquellos privilegiados que la pudieron ver en su estreno en salas norteamericanas. ¿La historia se repite? Esperemos que sea nuestro deseo de Navidad… Esperemos… 

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