American Horror Story. Cult (7x11) Great Again: La política como culto

Hay algo más peligroso en este mundo que un hombre humillado: una mujer canalla.

Ryan Murphy y Brad Falchuk, tras las numerosas críticas que recibió “American Horror Story: Hotel”, decidieron reinventarse o perecer ante la decadencia a la que estaba siendo sometida su antología. Desde la falta de ideas a numerosos episodios y personajes de relleno y, sobre todo, una caída libre de entretenimiento absoluta… salvo por su impecable carcasa audiovisual. No es que  “AHS: Roanoke” y “AHS: Cult” hayan llegado al nivel de la notable “AHS: Asylum” pero, sin embargo, se han atrevido a adentrarse en otra clase de espectros creativos más sugerentes. En esta séptima temporada del espectáculo de FX, la idea ha sido instaurar una hábil —y sangrienta— sátira política para retratar el circo político y social en el que se ha convertido EEUU. Murphy y Falchuk no han dejado pasar la oportunidad de confeccionar una entrega en la que comprobemos que no se necesitan seres sobrenaturales para trazar líneas argumentales que sobresalten a una sociedad mermada por cultos, terrores y fobias. “American Horror Story: Cult” ha unido líneas desde la Familia Manson hasta Donald Trump pasando, obviamente, por Valerie Solanas para formular una guerra de sexos entre supremacistas y una revolución femenina que salve un mundo a la deriva. De psicópatas va el asunto y nuestra heroína no ha sido precisamente una víctima al uso sino que, irónicamente, su evolución ha sido clave para retratar un season finale plagado de giros. ¿Predecible? Tal vez… aunque, no obstante, un  plano final invite más a la reflexión que decenas de espectros asesinos y casas encantadas. Repasemos “Great Again”, undécimo y último episodio de “American Horror Story: Cult”.

◊ Viajemos a 2018 para descubrir que Kai se encuentra en una prisión de máxima seguridad en Misuri. Allí sigue haciendo de las suyas, cometiendo crímenes, utilizando a mujeres como objetos de usar y tirar, manipulado a propios y extraños y haciendo que los feligreses de su culto se sacrifiquen por una causa mayor. Kai, en definitiva, sigue siendo un sociópata y ejerce como Líder Divino. Pero, ¿cómo llegó a la cárcel? Ya los créditos nos avisaban de que ese juego de meñiques iba a acabar entre rejas y “Great Again” no va a sorprendernos en demasía con la causa (fue traicionado) sino con los efectos…

◊ El episodio lleva un título que invita al debate sardónico respecto a la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca. Kai aspiraba a lo mismo y, once meses antes, planeaba un crimen con el que pasaría a la historia negra de su país: el asesinato de mil cien embarazadas. ¿La planificación de la Noche de las 100 Tates no es uno de los actos más repulsivos que hemos visto en televisión? Kai desea dar vida a un ejército que acabe con el género femenino (tal y como lo conocemos) y sabíamos, además, que Speedwagon era la ‘rata’ del culto. Evidentemente, las apariencias engañan… Ally tiene su propio plan y descubrió la traición del miembro de culto pero, sin embargo, nada era lo que parecía. Speedwagon procesaba datos para un hospital hasta que fue arrestado por un policía en una fiesta con 120 pastillas de éxtasis. Ally asesinará al tipo una vez que descubre que trabajaba para la policía estatal y simplemente se ha dedicado a grabar. Está claro que nuestra protagonista tiene sus propias y personales intenciones y no desea que nadie destruya sus ambiciones. Ally utilizará el descubrimiento, además, para torturar a Kai revelando que el asesinato de Winter fue un error: era inocente. 

◊  Ryan Murphy y Brad Falchuk no van a llegar tan lejos como para materializar la Noche de las 100 Tates, ya que la idea es que comprobemos que Ally ha estado trabajando para el FBI. Beverly Hope tendrá su momento para enfrentarse al terror que había provocado su paso por el culto. Es obvio que Kai clama venganza contra la mujer que lo traicionó y está orquestando su propio plan. ¿Llegará a construir su ejército? ¿Podrá impedirlo Ally? El personaje interpretado por Sarah Paulson ha rehecho su vida y se ha convertido en una mujer inspiradora. El problema es que todo sabemos que es una gran farsa y, tal detalle, conforma parte de la sátira y burla de Murphy y Falchuk a los cultos (incluido el feminismo) que pululan por la sociedad. Ally ha dejado en el pasado su experiencia pero, sin embargo, la visita de Beverly activa algo en su interior y también revela parte de la información necesaria para entender los movimientos de la protagonista. El FBI reclutó a Ally en el psiquiátrico y consiguió la inmunidad para cometer los crímenes que saciaran su sed de venganza. Pensemos en que Ally va a construir su propio culto y va a tomar el rol de Kai para volcarse en una carrera política que, en realidad, forma parte de su idea de torturar al personaje interpretado por Evan Peters. Tras destruir su paternidad, Ally desea dejar claro que ella lleva las riendas de todo: «Tu ADN enfermo, horrible y necrótico se pudrirá en la cárcel hasta que mueras. Y luego, desaparecerá del mundo para siempre». Kai, por su parte, desea convertirse en una especie de Wilson Fisk en la segunda temporada de “Daredevil”. ¿Conseguirá materializar su movimiento asesino entre rejas? 

◊  La idea de  “Great Again” es que la amenaza de muerte del Líder Divino sobre Ally se vuelva en su contra. Kai planifica su escape de prisión gracias a ese joven al que protegía y la estimable ayuda de su amante carcelera. Mientras tanto, Ally desea convertirse en senadora pero Kai es la imagen con la que la sociedad le asocia. Mientras Kai esté vivo su revolución tampoco tendrá sentido. De este modo, en un debate político aparecerá el sociópata para culminar su venganza sobre Ally y matar la esperanza del feminismo que personifica su antagonista. ¿De verdad que es un símbolo vacío de la resistencia femenina o, por el contrario, la analogía perfecta de los creadores de la serie para revelar la transformación de la mujer haciendo frente a sus muchos temores y represiones? Las apariencias, recordemos, engañan… La razón es que Ally trazó un plan magistral para que la amante de Kai le diera un arma sin munición y Beverly pudiera ejecutar en directo al monstruo que le aterrorizó en su estancia en el culto. THE END? Ally, de esta manera,  se convertirá en la senadora de Míchigan y se reunirá con un grupo de mujeres fuertes y poderosas (como ella) para cambiar el sistema… ¿Nos están introduciendo un guiño final a “AHS: Coven”?

◊  El plano final de la temporada revela la transformación completa de Ally y su capa da la impresión de dejarnos claro que ha iniciado un culto para alcanzar el poder absoluto. 

◊  Lana Winters y Twisty the Clown, nuevos guiños para vincular las temporadas del universo AHS. ¿Tendremos en el futuro una temporada de temporadas? ¿Se reunirán todas las Sarah Paulson en la misma habitación? De momento, toca imaginarnos las posibilidades de una antología que desea cuestionarse tanto a sí misma como a la sociedad que representa.

☒ (7x10) Charles (Manson) in Charge: El fantasma de Charles Manson
☒ (7x09) Drink the Kool-Aid: Veneno, veneno…
☒ (7x08) Winter of Our Discontent: Religión y otras catástrofes
☒ (7x07) Valerie Solanas Died for Your Sins. Scumbag: Psycho-lettes
☒ (7x06) Mid-Western Assassin: Todo el plan de Kai al descubierto
☒ (7x05) Holes: Ave Satanus
☒ (7x04) 11/9: «Welcome to Trump's America, motherfuckers!».
☒ (7x03) Neighbors from Hell: «Solo sigue viviendo según tu verdad».
☒ (7x02) Don't Be Afraid of the Dark: La paranoia ya es aquí…
☒ (7x01) Election Night: La invasión de los payasos asesinos

[Por falta de tiempo y para evitar la desaparición fulminante de ciertos análisis episódicos, el presente post pertenece a un nuevo formato de review de Historias (Bastardas) Extraordinarias en el que se expondrán reflexiones y líneas argumentales. La idea es también invitar al lector a comentar y compartir sus propias sensaciones del capítulo tratado.]

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