Cyborg 009. En nombre de la justicia: Insultantemente anacrónica y oxidada

Serie de TV

“Cyborg 009: En nombre de la justicia”

Título original: 

Japón

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Tras años de anonimato, los cyborgs dejarán a un lado sus vidas para luchar contra Bresudo, un grupo de personajes con superpoderes, que amenaza la humanidad.

Crítica Bastarda:

Ni todo en Netflix tiene que ser oro ni un clásico del manga/anime es capaz de generar una brillante obra para la posteridad. “Cyborg 009: En nombre de la justicia” es la última entrega de la franquicia de Cyborg 009 y puede sorprender que el gigante del streaming siga negando que en España conozcamos a “Voltron: Legendary Defender” y sí otros fallidos intentos de dotar de sentido la oferta de series de animación.  En el caso que nos ocupa, la idea ha sido dividir aquello que sería un gran largometraje dividido en tres partes en doce episodios y, tal vez, el interés pudiera ser tener un material independiente. Esta vez la historia nos sitúa ante un grupo de héroes que desea vivir en paz alejados del mundanal ruido de la épica pero los Benditos, una especie de seres que han manejado el destino de la humanidad desde las sombras, va a querer acabar con nuestros protagonistas. Tenemos para todos los gustos y preferencias: desde un bebé con poderes psíquicos, Ivan Whisky, hasta el protagonista Joe Shimamura, cuya aceleración se convierte en un factor fundamental para derrotar a sus enemigos. Los supervillanos van a ser esta vez una gran amenaza que puede destruir a los héroes y al propio mundo que habitan pero, por el contrario, semejante cúmulo de dramatismo no se consolida en una propuesta bastante infantil y falta de humor salvo el que propician sus personajes ‘bufones’. Quizás “Cyborg 009: En nombre de la justicia” no haga justicia al universo creado por Shōtarō Ishinomori pero, no obstante, puede provocar que muchos espectadores se interesen por el mismo. 

Uno de los defectos mayores de la serie de Netflix es que su animación 3D no funciona en absoluto y la acción resulta tan escasamente conviviente como ridícula en algunas ocasiones. El conjunto intenta salvarse de tantos rotos en sus costuras gracias a la empatía de los personajes, el arco argumental alrededor de los Benditos e Ivan Whisky y, por supuesto, la manida tensión sexual entre Shimamura y Francoise (Cyborg 003). Hay poco más que rascar dentro de este fallido intento de hacer más contemporánea y moderna una franquicia con una carcasa visual problemática y escasamente apetecible. Tal vez nos estemos equivocando respecto al target y objetivo directo de la propuesta sea satisfacer a un público infantil aunque, no obstante, los más pequeños no entiendna (ni quieran entender) una gran conspiración puesta en marcha desde tiempos inmemoriales para controlar a la humanidad. El discurso también se dirige hacia una contradicción. Los magnánimos villanos de la serie de Netflix desean hacer suyo aquello de la supervivencia de los más fuertes y que hay renovarse antes que morir. Irónicamente, “Cyborg 009: En nombre de la justicia” no está a la altura de las circunstancias y resulta insultantemente anacrónica y oxidada en cualquier concepto visual que alguien trate de defender. Salvando la historia y desquitando el aburrimiento implícito, la propuesta puede entenderse desde el conflicto de sus héroes trasladado al propio gigante del streaming como ‘gran villano’ oculto. Los cíborgs querían que el mundo les dejara en paz y vivir su propia vida… Parece ser que Netflix no les quiere dejar demasiado tranquilos y exprimir hasta la última posibilidad de exilio y retiro…

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