Mucho
se ha hablado de esta segunda temporada de “The
Walking Dead” y precisamente por motivos que parece están ya muertos y
enterrados. La primera temporada con esos seis únicos episodios, con aroma de
miniserie mal rematada, dejaba sus entrañas revueltas y demasiado al aire. Imperfecta,
contada a bocados de carne narrativa sin rumbo. Para muchos fue un motivo más
que suficiente para no seguir las aventuras de la familia Grimes. Pero, aparte de esas malas críticas por parte de muchos
espectadores pese a su éxito de audiencia, la serie nos regaló un buen episodio
piloto dirigido por el propio Frank
Darabont. Y aunque la adaptación televisiva parida de unas viñetas con
aroma a culto ha tenido nominaciones técnicas a los Emmy (maquillaje o efectos visuales, por ejemplo) y alcanzó una
nominación a la mejor serie dramática para los Globos de Oro el propio Darabont
dejó la serie en mitad de la producción de su esperada segunda temporada. ¿Los
motivos? Al parecer económicos por los recortes de presupuesto en la producción
y con los que seguramente no estaba de acuerdo el autor. Ahora, más que nunca,
las dudas se apoderan del espectador y las miradas se dirigen a “What Lies Ahead”, primer episodio de
la segunda temporada. ¿Se alzará e intentará devorarnos e infectarnos una serie
que muchos dan por muerta? Buen momento para saber si los comics de Robert Kirkman cobran vida (o ausencia
de la misma) gratamente. Al menos Kirkman ha afirmado que desea llegar a 25
temporadas. Si de la eternidad de los muertos vivientes dependiera no habría
lugar a dudas.
George A. Romero declaró hace poco que no le
gusta “The Walking Dead” aunque
también confesó que no había visto ni un episodio de la serie. Aparte de ver su
piloto debería ver el arranque de la segunda temporada con Rick Grimes dirigiéndose por radio a Morgan Jones, desaparecido de la
serie junto a su hijo Duane. Rick, después del fiasco del C.D.C. (Center for Disease Control) y perder
(voluntariamente) a una integrante del equipo llamada Jacqui, deja Atlanta con el grupo. Tenemos a Rick Grimes, Lori
Grimes y Carl Grimes que parecen la apuesta firme de la
serie, Shane Walsh que lo tiene difícil de permanecer en
el grupo después de toda la tensión sexual con Lori, Glenn, Andrea,
Dale, T-Dog, Daryl Dixon y
Carol y Sophia. Precisamente esta última
ejerce de motor narrativo del episodio. Aunque la tensión dramática empieza a
afilarse entre muchos integrantes.
La Muerte Camina |
La carretera y los vehículos que dispone el grupo son
suficientes motivos para seguir la senda del asfalto… hasta que la encuentran bloqueada
por cientos de coches abandonados. Es el menor de los problemas porque la
caravana de Dale
queda
averiada. Es momento para conseguir gasolina y revisar los vehículos
pero un rebaño de zombis se dirige hacia ellos o mejor dicho… a través de
ellos. ¿Qué les mueve? ¿Por qué van en grupo? Que en “The Walking Dead” se les llame caminantes tiene cierto sentido.
El problema es que esos cientos de zombis se les echan encima demasiado rápido
y tienen que esconderse debajo de los vehículos. A Andrea, que intenta aprender a montar
su arma, le pilla todo la turba zombificada en el interior
de la casa rodante… y tiene que esconderse y sobrevivir ayudada por Dale. También Daryl salva a T-Dog y parecen haber olvidado sus diferencias. El problema es que Sophia
sale debajo del vehículo donde estaba escondida demasiado pronto y es atacada
por dos zombis. Si alguien dispara un arma de fuego serán asediados por el
rebaño de muertos vivientes que se cruzó en su camino. Tiene que huir al bosque
y aunque es rescatada por Rick, que
nos enseña el valor de una piedra en estos tiempos apocalípticos, la chica no
sigue su consejo y finalmente se pierde. Daryl y Rick tendrán que
encontrarla antes de que anochezca. Pero no consiguen hallarla ni viva… ni
muerta.
Desaparición |
Al día siguiente todo explota: Shane
reconoce a Lori que se va en breve y
Andrea que escucha su conversación
privada se apunta, todo el mundo y sobre todo Carol parecen
echarle en cara lo ocurrido a Rick, Dale quita un arma de fuego a Andrea
pensando que podría suicidarse con ella y aviva el rencor que ésta le guarda
por no haberla deja morir en el C.D.C. y finalmente un gran grupo tiene que
seguir buscando al día siguiente a Sophia.
No la encuentran ni en una tienda de campaña ni en una iglesia donde los
devotos han quedado zombificados. Es momento de rezar o de buscar señales. Pero
los caminos del señor y de los guionistas son misteriosos y mientras el resto
de grupo vuelve a la carretera Rick,
Shane y el pequeño Carl continúan la búsqueda… Encuentran un
ciervo y Shane y Rick permiten al pequeño un contacto con esa pretendida señal. “The Walking Dead” demuestra que no hay
nada bonito en un mundo muerto y una bala perdida impacta en el vientre del
niño… Una señal que nos indica que el deseo de vivir aplasta a la muerte que anda y al parecer tiene un terrible plan para todos ellos …
La muerte tiene un plan |
Menos mal que a Romero no le gusta el potaje culebronero con zombies...No estoy sola, ea, ea jajaj
ResponderEliminarYa va siendo hora que den un respiro a los zombies...acabarán siendo vampiros a lo Crepúsculo, ya lo verás. Saludos!
Hola Sidhe!
ResponderEliminarEn los cómics el culebrón dura menos... Al parecer Romero también dijo que le habían ofrecido colaborar... y se negó.
Los vampiros dan más juego porque pueden hablar y mantener relaciones chupa-libidinosas con adolescentes. Los zombis no tienen relaciones estables salvo Alaska y en "Mi novia es un zombi". Entre ellos, como demostró Peter Jackson en "Tu madre se ha comido a mi perro", pueden ser familia.
Saludos bastardos y gracias por el comentario!