“American Horror Story” ha podido engañar a la audiencia
por (y en otras cuestiones) el cambio de registro de Ryan
Murphy. Su éxito de audiencia para una cadena de televisión por cable como FX
es muy notable y se suma a los triunfos de “Sons
of Anarchy”, “Justified” y la
reciente versión americana de “Wilfred”,
seguida al dedillo en este bastardo blog.
La crítica norteamericana, no obstante, prefiere la segunda temporada de su
sitcom “Louie” como baluarte de la
cadena y se ha dado cuenta de los múltiples nexos de unión y ataduras de “American Horror Story”. Para algunos
genial, para otros sorprendente, para tantos predecible y tópica y para el que
suscribe un pastiche al que ha ayudado el bajo nivel de estrenos otoñales.
Cuando corre la sangre no llueve la misma a gusto de todos. ¿Qué le falta a “American Horror Story”? Precisamente
es lo que no le falta. Ryan Murphy
se ha encargado de meter un tour de “House,
una casa alucinante” con “The
Amityville Horror”, “La semilla del diablo”, “El resplandor”… y referentes
de la cultura psycho-popular
americana con el suficiente sexo y carnaza para que todo el mundo esté
contento. “Home Invasion”, segundo
episodio de su primera temporada, nos orienta hacía la cultura del psycho-killer
con sobredosis fantasmal. ¿Están preparados?
Un flashback
nos ubica en 1968 y en la terrible y maldita casa protagonista. Nos da a
entender que si ibas a los conciertos de The
Doors, eras mala estudiante y poco frígida no podrías ser víctima de asesinos en serie. ¿No era al revés? Aquí hay dos víctimas: una enfermera y una estudiante de medicina virgen por parte
de un psicópata que apuñala a una y ahoga en la bañera a otra. Conectados con
el presente una paciente de Ben está obsesionada con ser viviseccionada
por un ascensor… pero, al parecer, tiene otros planes más maquiavélicos.
Atada, como la serie de Ryan Murphy |
Larry vuelve a advertir a Ben sobre los peligros de la casa y que utiliza
sus terrores para controlarle. Para el mutilado y enfermo terminal es peor engañar a su familia como hizo Ben que asesinarla. Y Ben
tiene que ayudar a la paciente con la que engañó a su mujer… y debe mentir, de nuevo. El
problema mayor se resuelve porque no hay sexo y la chica estará fuera de circulación por un ingreso voluntario pero tampoco habrá móviles durante el encuentro. Ben queda incomunicado para lo
que va a ocurrir en la casa y a su familia…
Rememorar y homenajear al asesino en serie |
Constance como es la villana (humana) de la serie prepara unos dulces ‘envenenados’
para sus nuevos vecinos y con todo el cariño de saliva proporcionada por su
hija con Síndrome de Down, Addy. Pero
al hacer la entrega para Violet ‘huele’
el embarazo de Vivien, que piensa
que le pasa algo a su bebé. Constance
se sincera y le cuenta que tuvo cuatro hijos. Todos con problemas y
enfermedades menos uno… un modelo de perfección física pero que lo perdió por
otras razones… No obstante vemos que Jessica
Lange es al parecer una milf con
bastante éxito entre los más jóvenes del barrio. ¿Tendrá ese poder o hechizo de
seducción que ostenta Moira? ¿El de
ser joven a los ojos de los varones? Son interrumpidos por Addy ya que observa que sus vecinas van a ser asesinadas por unos fanboys del asesino en serie que vimos en la introducción. Constance, pensando en lo pesada que es
su hija, decide encerrarla en un armario de castigo repleto de espejos…
Fantasmas rencorosos |
Leah pese a ser la antagonista y enemiga de Violet le revela que lo que le atacó en el sótano de su casa no era
un truco de Tate sino el mismo diablo. A Leah se le ha puesto parte del pelo blanco
por el terrible susto pero Violet
parece más necesitada de ese chico extraño y vinculado con los misterios de la
casa que la está cortejando. No es su único problema porque se siente
distanciada de su madre al ser el último mono en enterarse de su embarazo y
encima es atacada por un trío que quiere rememorar el doble asesinato que se
produjo en la casa en el 1968. Es momento de que madre e hija se unan en la
desgracia y que Tate aparezca por
allí para echar un cable. El gran fallo de “American Horror Story” es que la
casa, pese a tener alarma, es el coño de
la Bernarda: todo el mundo entra y sale cuando quiere. La falsa paciente de
Ben cumple su sueño y los otros dos
imitadores de R. Franklin son
ajusticiados por los sus propios fantasmas. Por supuesto en el sótano del miedo
se reúnen, tras la huida de auxilio de Vivien e hija, Moira, Constance y Tate para
deshacerse de los cadáveres. Al parecer no ha sido la primera vez y no será la
última.
¿Recuerdos de Charles Mason?
ResponderEliminarHola Namusi!
ResponderEliminarEs asesino en serie que sale en último emitido de Mad Men (el cuarto de la quinta temporada). Richard Speck, que violó y asesinó en una sola noche a ocho estudiantes de enfermería en Chicago...
Gracias por el comentario y saludos!