Esta
es la temporada de “Dexter” sobre la
fe. La misma que tenemos cuando introducimos el nombre de la serie que
protagoniza Dexter Morgan en el
buscador de noticias esperando su no cancelación. Es una buena serie, es fija
en los Emmy y tiene audiencia pero Michael C. Hall quiere hacerse el
mártir y sacrificarse… pero no por todos nosotros. Es cierto que con una
séptima temporada creo que sobra y basta e incluso en esta se podría definir un
final u orientación al mismo pero no estamos preparados. Con “Dexter” nunca estamos preparados.
Tampoco el propio Dexter ante sus
nuevos asesinos en serie que operan en Miami hasta que dan a parar con sus
huesos en su mesa… temporada a temporada. Y en esta y con su cuarto episodio, “A Horse of a Different Color”, se nos
muestra los dos reversos de la fe: el fanático y peligroso, capaz de matar, y el
redentor y salvador, capaz de salvar el alma. Ambos ciegos, ambos inexistentes en la filosofía del Sr. Morgan… tal vez… hasta ahora.
El
contraste en esta temporada se da entre el Hermano
Sam que apoyará a Dexter y le
enseñará a creer… y el de los dos asesinos en serie protagonistas: el profesor James Gellar y su pupilo Travis Marshall. El primero ayudará a Dexter a superar la lenta espera en el
hospital tras la operación de su hijo tras sufrir una peritonitis por reventarle su
apéndice. Ahora se entiende a nivel de estructura de guión el personaje de Jamie Batista ya que sin ella y ante la
ausencia de la familia de Dexter
nadie se podría hacer cargo de Harrison
salvo el propio padre de la criatura. Con todo resuelto e incluso la fe de Dexter, al ver su propio milagro y luz en
la máquina de café, se nos presenta el trauma y revelación del Hermano Sam. Todos los asesinos en
serie nacen de la sangre y el personaje que interpreta Mos Def no es una excepción. Pero éste consiguió superarlo gracias a
la fe y su luz, encontró el sinsentido de todo lo que hacía mal…
Preparando la escena del crimen |
Hay
muchas tramas abiertas ahora mismo. El último crimen del Asesino del Día del Juicio Final (aunque Dexter averigua que son dos los asesinos) pasa por serrar un cadáver de
cierta manera que recuerda al hermano de Dexter,
el Asesino del Hielo. Conecta con el
robo de la pupila y novia de Masuka
que es detectado rápidamente y provoca la ruptura de ambos. Aunque, ¿querrá
algo más que dinero la rubia? Mike
Anderson da sus primeros pasos y recomendaciones a su superiora, nuestra Debra Morgan que gana reputación pública
gracias a ser malhablada. Batista quiere
volver a su adolescencia y compra el coche que vimos en el anterior episodio,
el Trans-Am, y gracias a un porro del anterior propietario se empieza a
afianzar la relación de corazones rotos con Quinn.
Los peces ya no están en el río |
Tal
vez “A Horse of a Different Color”
sea el episodio más flojo de lo que llevamos de temporada y se echa en falta un
fiambre en la mesa de Dexter Morgan. Se
compensa en la recta final con la nueva intervención de James Gellar y Travis
Marshall. El primero se convierte en el primer sospechoso de la policía tras
su investigación y robó una espada antigua de la universidad donde trabajaba a
la que se le atribuye posesión a Juan el
Evangelista según una leyenda medial. Y Juan escribió el libro del Apocalipsis por lo que todo empezaría a
encajar. Gellar no perdona a Travis sus devaneos sexuales con una
camarera y la utiliza como nueva y tercera víctima. El diseño del crimen que
presencian Dexter, Debra y compañía recuerda a una puesta
en escena muy en la onda Jigsaw pero
en plan apocalíptico con langostas y trampas. Allí también está un obnubilado Travis pero también la mirada de Dexter que ha dado con su nueva víctima
y con El Asesino del Día del Juicio Final.
Anoche lo vi como si de una aparición Mariana se tratara. Creo que me estoy obsesionando con Dexter y cuento los días que faltan para ver el siguiente episodio.
ResponderEliminarEl capítulo de anoche estuvo muy bien. Toma cuerpo y la verdad es que muy bien la historia de su némesis.
No soporto a la hermana, me parece lo peor. Siempre tiene que haber una subnormal que cae de pie en todas las series y en este caso Debra cumple a la perfección su papel.
Hola Jorge!
ResponderEliminarEste episodio huele a transición para lo que está por venir: yo creo que Dexter va a seguir y al igual que hizo con Trinity interesarse por Travis... mientras que la policía va a seguir al profesor James Gellar como sospechoso principal.
Veremos donde acaba porque a lo mejor Dexter, Gellar y Travis serían la Santísima Tranidad (de los Asesinos en Serie, claro).
El problema de Dexter siempre han sido los secundarios. Salvo su padre, que a nivel psicológico aporta mucho en las apariciones, el resto no pintan mucho. Antes, al menos, estaba James Doakes pero lo liquidaro en la segundo temporada. Debra es simplemente una malhablada y dudo que tenga muchos fans. Quinn, Batista, Laguerta... no dicen mucho y Masuka es el tipico viciosillo para puntos graciosos.
Saludos bastardos y gracias por el comentario!