Halloween llega a toda la ficción americana
como un incontrolable virus que encierra un misterio sin esclarecer: ¿por qué
ser tan típico cada año? “True Blood”
decidió cerrar su cuarta temporada en la fiesta señalada pero reivindicando
su verdadero origen y culto. “American
Horror Story” parece querer una catarsis por la vía del clímax y dedicará
dos capítulos a la noche de brujas y desfile de espíritus a lo largo y
ancho del planeta. El primero, “Halloween: Part 1”, ha llegado como
cuarto capítulo de esta primera y exitosa temporada de la serie de Ryan Murphy. De acuerdo, está por encima y muchos peldaños de
series de terror que habían fracasado e incluso indignado anteriormente… pero
eso no significa que “American Horror
Story” sea una buena serie. Sus referencias son pesadas losas que la
condenan a una nula originalidad y perspectiva. No obstante, se deja ver aunque
mejor como comedia que como serie de terror… todo hay que decirlo.
Los anteriores
inquilinos de la casa nos son presentados en el arranque del capítulo. Es
curioso que recientemente Zachary Quinto
saliera del armario y ahora encarne un personaje gay. Su pareja infiel y
succionadora siembra una crisis de pareja previa a la fiesta de Halloween pero
son interrumpidos por otro tipo de diabólico disfraz. El traje bondage ajustado
de brillante cuero plastificado hace acto de presencia… aunque esta vez no
quiere sexo sino… matar. Marcy no
vende la casa y pide a Vivien y Ben que contraten a unos asesores de
imagen para que mejoren es aspecto e imagen de la casa de cara a Halloween. Si
la casa ya era un putiferio-macedonia fantasmal ahora los efectos se han
multiplicado. Los niños repelentes del piloto son capaces de lanzar huevos
ectoplásmicos a la fachada y también ahí aparece la pareja gay y antigua
inquilina de la terrorífica morada. Chad
Warwick y Patrick llegan allí,
como fantasmas corpóreos, y asesoran a la nueva propietaria pareja sobre el
tocamiento genital, salir del armario y la animación de locaza. También sobre
mirar facturas telefónicas para detectar infidelidades. Vivien caza a Ben y está harta del él y de los gays: ¡todos a la calle!
Va ser complicado si notas patadas de tu bebé de apenas dos meses y en hospital
la encargada de hacerte una ecografía se desmaya al ver lo que no vemos el
resto en esa pantalla.
Cuestión de manzanas y pelotas |
Tate añade más historia a la casa pero Violet no se la cree: la clínica ilegal abortista que montaron el Dr. Charles Montgomery y su mujer Nora culminó en tragedia. El novio de
una chica que abortó allí decide vengarse secuestrando al hijo de éstos y devolviéndoselo
enfrascado… Charles intenta recomponer el puzle pero construye una
monstruosidad. ¿Esa que aparece en el sótano y asesina a quién quiere? El
funcionamiento de la casa infernal sigue siendo un misterio: si quiere te
posee, si quiere te controla, si quiere toma forma en ese traje bondage para
inseminar o asesinar y si quiere te toma… te toma el pelo, claro.
Dientes, dientes... que es lo que le jode |
Addy quiere disfrazarse de chica guapa y no de Snoopy y de paso intentar robarle el
novio a su madre. Constance no
quiere que su hija haga el ridículo y decide comprarle una careta que provoca
que tenga un accidente mortal: atropellada enfrente y no dentro. Constance nos da lecciones a lo Coco de ‘dentro’ y ‘fuera’ y Moria y Hayden nos la confirman. ¡Qué pesadez si mueres dentro! Aunque,
visto lo visto, que te hagan un contrato permanente es mejor que ‘desaparecer’
definitivamente. Con tanta muerte quién
va a acabar muerto va ser el propio telespectador.
Esto se va estropeando...abusando de personajes....
ResponderEliminarHola Namusi!
ResponderEliminarMás que número de personajes (fantasma y personajes fantasmas o haciendo fantasmadas) el problema es que el argumento tiende hacía el absurdo.
Saludos y gracias por el comentario!