Ryan Murphy y su “American Horror Story” parecen
sentirse orgullosos de su arsenal de referencias, clichés y revisiones sobre el
género. Pero existe un problema que se convierte en debilidad: la serie quiere
seguir jugando tanto con el género de terror que quedará terroríficamente
degenerada. Y eso que vamos por el tercer episodio… “Murder House” sigue escupiendo información sobre los misteriosos
crímenes pasados y presentes y el catálogo de horrores de la casa televisiva
más aterradora de la temporada. Y precisamente lo bueno que tiene “American Horror Story” es la nula
ausencia de competencia al otro lado de la acera e incluso en todo su catódico
barrio. El tour de “House, una casa alucinante”, “The
Amityville Horror”, “La semilla del diablo”, “El resplandor”, entre muchos
otros, se encara con múltiples fechas del pasado para darnos una idea de la
dimensión del terror que habita en el interior de esa morada del terror.
Pasión, mentira y debilidad del alma se dan cita para reunir a fantasmas del
pasado atrapados junto con los torturados mortales del presente.
Nos vamos a
1983 y conocemos mejor a Constance y
Moira. La rubia habitaba en la
mansión pero pilló a su marido forzando a la criada… Ella siempre va armada y
liquidó tanto a Moira como a aquel mortal que dio su corazón desde la adolescencia sin pestañear mucho (los lloros para después). Ya en el presente y con
el previo del segundo episodio titulado “Home Invasion”, donde la
familia fue atacada por unos friquis- psycho-killers, vemos que Vivien y Ben quieren mudarse de la casa pero económicamente dependen de
venderla. Ahora se enteran (fíjate tú) que viven en la que ‘Eternal Darkness Tour’, que recorre la
historia macabra de la ciudad y cuyo dominio no funciona (¡aficionados!), denomina
la Casa de los Asesinatos. Obviamente tienen chungo venderla y
los posibles compradores fueron liquidados en el anterior episodio…
Ella siempre va armada |
Vivien, que encuentra la oposición de su hija y su médica, decide hacer el tour para descubrir la
información acerca de la casa de ese ‘Eternal Darkness Tour’ (¿¡pero guapa,
no estará en internet!?). Fue construida en 1922 por el Dr. Charles Montgomery, un cirujano de las estrellas,
para su mujer Nora. Pero en una mala
racha Charles se hizo adicto a las
drogas y desarrolló un terrorífico complejo de Frankenstein intentando hacer que los cerdos volasen. Se ve que no
comía bocatas de jamón serrano por aquel entonces porque, ¿quién va a cogerles ahí arriba? Para salir de su crisis
económica la pareja convirtió la casa en una clínica ilegal abortista con Nora dando infusiones de láudano… Vivien sangra por la entrepierna y sale
huyendo para que no veamos cómo acabaron los Montogomery en su aterrador
final en 1926. Al bebé no le pasa nada pero a nosotros sí: ¡queremos saber y en
esta serie nadie se mete en Google!
De Tour: hija, mira Google |
El otro
problema ‘gordo’ que tiene Ben Harmon,
aparte de no enseñar el culo en este episodio, se llama Hayden McClaine. Pensaba que la había ingresado en una clínica pero
es que su infidelidad pasó factura en forma de bebé. Vivien le da un ultimátum: si le cuenta una sola mentira más se acabó
su relación. Eso provoca que la situación sea extrema porque:
a) Se entera de
que alguien le está drogando con láudano.
b) Todo
apunta a que se trata de Moira y Ben se está poniendo muy caliente con el fantasma libidinoso.
Tanto, que decide echarla… de casa para que limpie el polvo fuera. Finalmente Vivien intercede a favor de la
sirvienta que ve como una vieja. Comprobamos que no es sólo Ben quién la ve
como una porno-chacha sino todos los hombres…
c) Hayden se persona en casa y le confirma que no ha abortado y quiere
desvelar todo a su mujer. Consigue calmarla pero Larry Harvey y una pala dan buena cuenta de ella. Ben cubre el cuerpo
y el crimen encima de otro… La mala de Constance
recuerda a Moira, que fue enterrada precisamente en esa zanja y con el uniforme (que una puede ser pilingui pero siempre es profesional), que ahora quedará atrapada… para siempre…
d) Harvey lo hace todo para que Ben no mate a nadie... que para eso está él que es un asesino. Por suerte tampoco mata a una paciente aunque la invita a cometer suicidio debido a lo drogado que estaba. En fin, todo el mundo consideraba a Sally Freeman (interpretada por la madre de Tara de True Blood) una persona aburrida. ¡Nosotros también!
Palas y Palos |
Lo mejor del
episodio es la visita que recibe Vivien:
¡la propia Nora! “American Horror Story” nos demuestra
que los fantasmas pueden estar anticuados pero van vestidos a la última… que
para eso son fantasmas y la serie, al parecer, está hecha por uno de ellos.
Próxima parada del pasaje del terror: “Halloween:
Part 1”.
Ay, cuanta pala...y cuánto actor de otras series!!!!
ResponderEliminarHola Namusi!
EliminarAl menos ha reciclado correctamente a Jessica Lange.
Saludos y gracias por el comentario!