“Capitán América: El primer vengador”
Título original: “Captain America: The First Avenger”
Director: Joe Johnston
EEUU
2011
Director: Joe Johnston
EEUU
2011
Sinopsis (Fuente Filmaffinity):
Nacido durante la Gran Depresión, Steve Rogers creció como un chico enclenque en una familia pobre. Horrorizado por las noticias que llegaban de Europa sobre los nazis, decidió enrolarse en el ejército; sin embargo, debido a su precaria salud, fue rechazado una y otra vez. Enternecido por sus súplicas, el General Chester Phillips le ofrece la oportunidad de tomar parte en un experimento especial: la ‘Operación Renacimiento’. Después de administrarle el ‘Suero Súper-Soldado’ y bombardearlo con ‘vita-rayos’, el cuerpo de Steve se hace perfecto. Posteriormente, es sometido a un intensivo programa de entrenamiento físico y táctico. Tres meses después, recibe su primera misión como Capitán América. Armado con un escudo indestructible y su inteligencia para la batalla, el Capitán América emprende la guerra contra el mal, como centinela de la libertad y como líder de Los Vengadores.
El escudo en las dos partes de “Iron Man” y el teaser como extra final en “Capitán América: El primer vengador” nos sirven como previa y nos vuelven a dirigir frente al mega-acontecimiento-pre-establecido. ¿Es realmente la película un alargado trailer para ese hit venidero llamado “The Avengers”? ¿Podrán cambiar Los Vengadores ese también anunciado final del mundo en el 2012? ¿Era eso? ¿Una precipitada revisión de los inicios de Thor y Steve Rogers antes del ataque colectivo? El filme de Joe Johnston queda, eso sí, como un excelente anuncio de Abdominators…, como un remake bastardo y machuno de “La recluta Benjamin” con un mini-yo de super-héroe y lema de una nueva campaña re-inventada de ‘Pezqueñines sí, gracias… debes dejarlos crecer… con vita-esteroides’.
Publicidad Engañosa 0%: Antes de ejercitar con los Abdominators |
Me gusta el mimo que hacen para presentar pequeños detalles con un gran letrero que marca el ‘Future’ en esa Expo que pertenece al padre de Tony Stark y como intenta vender el patriotismo con anti-héroes con sobredosis de valor y valores. Ser asmático, con cuarenta kilos y convertirse en el héroe de un país bajo los cantos del fervor belicoso es lo más bonito que le puede pasar a alguien que quiere tener una tableta de chocolate sin dejar de comer chocolate. El villano también come chocolate nazi alemán a puñados pero acaba siendo castigado y se vuelve rojo (pero igual de fascista y sin marcar paquete como el prota); se convierte en un Cráneo-Flauta-Indignado.
Después de los Abdonimators le crece todo (Peggy Carter al menos lo piensa) |
Yo he llorado como una magdalena y me he mojado toda. Me he tenido que secar con mi bandera americana mientras entonaba el himno borracho y errando a cada estrofa como una folclórica en la Super Bowl. Ay, cuando le ponen los galones… ¡qué emoción!… cuándo le crece todo …¿¡qué emoción!? … sobre todo para esa fémina con vocación de institutriz llamada Peggy Carter, que saca el metro para saber si el crecimiento de ese escuálido tirillas ha sido proporcional en todos lados. Pero puestos a llorar le faltaban más momentos sentimentaloides con un final a lo “Titanic” pero sin vieja y un escudo por joyón. Digamos que la película queda resumida en los primeros minutos en el filme de animación “Ultimate Avengers”. El resto parece hecho a plantilla como el resto de cine de superhéroes. Ni sorprende ni me inmuta pero la chica esta vez es menos florero y sabe apretar el gatillo.
Los fascistas también puede ser Rojos y Cráneo-Flautas |
Y es que cuando has visto un abdominal ya los has visto todos. Si los superhéroes al menos enseñasen la cola la cosa cambiaría porque es de todos conocidos que es muy difícil encontrar dos colas de idéntico largo, grosor, tonalidad cutánea y múltiples detalles. Pero está visto la que la industria quiere películas de superhéores sin enseñar ni cola que valga… y esa castración (y sobredosis de abdominal clónico) hace que nuestro héroe acabe congelado, sin cita, viejuno de corazón con homenaje a “Abre los ojos” y, lo peor de todo, sin echar un polvo. Yo para eso, no me alisto y sigo comiendo chocolate. Y, sinceramente, si “The Avengers” va a ser un empacho de abdominal sin catálogo de súper-colas me quedo en casa y no hago cola. Las colas como son.
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