Juego de Tronos (1x04) Cripples, Bastards, and Broken Things: Lisiados, Bastardos y Cosas Rotas

Como una bola de nieve que va cayendo en un acantilado y, poco a poco, va formando una onda mayor y temible avanza rápidamente “Juego de Tronos”. Con cuatro episodios emitidos y, sobre todo, con este último, “Cripples, Bastards, and Broken Things”, la serie concebida desde las novelas de George R.R. Martin prosigue su camino antes de impactarnos con su gélida nieve. Brian Kirk alarga su participación en la dirección después del capítulo anterior: “Lord Snow”. Siete Reinos, numerosos personajes para nada secundarios, localizaciones distantes y un trono por poseer. “Game of Thrones” sigue enseñándonos a sus personajes sibilinos y capaces de asesinar con lengua y sin espada afilada que valga. Ahora muestran cartas tal vez como farol o parte de la jugada definitiva, esconden otras que parecen preparar como sorpresa final y, en definitiva, dejan ver debilidades que podrán ser aprovechadas por sus rivales. Aquí todas las cartas contienen veneno y desvelarlas supone exponerse al mismo. Jugar o morir, esa es la cuestión.

La evolución de las tramas en “Cripples, Bastards, and Broken Things” tiene que ir a pasos agigantados para completar el contenido primordial del primero de los tomos de George R.R. Martin de su “Canción de hielo y fuego”. Parece que las andanzas de la Khaleesi Daenerys Targaryen, su hermano, Viserys Targaryen, y Ser Jorah Mormont junto a los dothraki y su esposo Khal Drogo son un objeto tan distante como cautivador. Éste último no es el protagonista ni tampoco sus vastos y esplendorosos escenarios sino la relación y primera toma de poder y control de Daenerys sobre su impertinente y creído hermano. El dragón empieza a rugir en el interior de Daenerys y vemos como su hermano se aleja de ser un auténtico rey.

Al otro lado de Poniente alguien quiere volver a Casa, a su Trono

Ni las dudas de Sansa Stark por el amor/odio de su futuro esposo, Joffrey Baratheon, ni el castigo psicológico al que somete el Rey Robert a Jaime Lannister y ni mucho menos el entrenamiento felino de Arya Stark. Todo lo anterior no importa tanto como Eddard Stark. Está más preocupado del torneo que lleva su nombre y que no aprueba aunque es voluntad de su Rey y amigo. El Gran Maestre es el objetivo primordial de Eddard: ¿qué buscaba Jon Arryn? ¿Por qué fue asesinado? El ‘envenenado’ y antigua Mano del Rey leía un libro pesado (en ambos sentidos) ‘Linajes e historias de las grandes Casas de los Siete Reinos’, una frase póstuma (‘La semilla es fuerte’) y visitó a un armero varias veces antes de morir. Meñique alerta a Eddard que hay demasiados ojos y observadores al servicio de numerosos intereses. Eddard descubre que el ayudante del armero, Gendry, es en realidad un hijo bastardo de Robert y era el interés de Lord Arryn. Faltan piezas pero la jugada ha sido vista por la Reina Cersei que visita a la nueva Mano para ver a qué cartas juega y mostrarle que no está preparado para ser su rival.

En el torneo de justas Meñique ante la indiscreción de Arya les explica el origen de su nombre:

“Cuando era niño yo era muy pequeño y como provengo de un escupitajo de tierra llamado Los Dedos, como puedes ver, es un apodo sumamente inteligente. Dedo Chico, Meñique.

Pero también explica a Sansa como Ser Gregor Clegane (al que llaman Montaña), que mata y vence a su rival delante de las niñas con astilla al cuello y sangre capaz de ahogar a un caballero, abrasó la cara a su hermano pequeño, al que conocemos como Perro, por jugar con juguete que era suyo.

Perro le llaman y ahora a Perro conocemos

Jon Nieve prosigue con los entrenamientos con sus nuevos hermanos ‘de secta’ antes de su consagración definitiva en la Guardia de la Noche. El duro y frío Alliser Thorne le presenta a Samwell Tarly, un joven orondo al que su noble padre repudió por inútil y cobarde. Jon no puede soportar cómo Sam es castigado por el duro adiestramiento y decide convencer a sus hermanos para que le sea más fácil su adaptación. Conseguido el objetivo Alliser Thorne les deja caer sus historias del pasado, el Invierno y lo que próximamente se avecina: no hay lugar para débiles en la Guardia de la Noche y menos para niños que durarán menos de media noche en un mundo que no admite dobles oportunidades. 

Alliser, antagonista de Jon

Bran Stark tiene sueños extraños donde camina y ve cuervos con tres ojos. Pero lo importante ahora es la visita de Tyrion Lannister y la fría recepción de Robb Stark. Tyrion es un cabronazo persuasivo e inteligente pero pese a intentar asesinar al chico ahora quiere ayudarle porque tiene un hueco en su corazón para lisiados, bastardos y cosas rotas. Como un huracán huye el burdel ante la falta de hospitalidad pero le sobran palabras para Theon Greyjoy (atención con el chico porque aunque es un pupilo de Eddard Stark realmente es un rehén por una rebelión de su padre donde murieron sus hermanos) y sonsacarle que Lady Stark no se encuentra en Invernalia y malmeter sobre su caballo. Sí, ahí exactamente es más alto y puede mirar desde esas elevaciones de egocentrismo. Pero el suelo no es su primera caída sino encontrarse en una posada de su camino con la mismísima Catelyn Stark que, al verse descubierta por el genial e ignominioso enano, pone a prueba la lealtad de las casas asistentes para… apresar a Tyrion por el intento de asesinato de su hijo. Comienza el juego.