Scream 4: «You forgot the first rule of remakes: don’t fuck with the original»

“Scream 4”

Director: Wes Craven

EEUU
2011

Sinopsis (Oficial):

En “Scream 4” Sidney Prescott ha logrado olvidar los asesinatos que ocurrieron en Woodsboro 10 años atrás. Ahora, convertida en una exitosa escritora, vuelve a su pueblo natal en la gira de promoción de su nuevo libro. Pero su regreso estará acompañado de una nueva ola de crímenes perpetrados por su viejo conocido Ghostface.

Crítica bastarda:

En tiempos en los que el slasher parecía agotado con la franquicia de “Destino final”, con remakes con instinto desesperado de reboot de “Viernes 13”, “Halloween”, “Pesadilla en Elm Street” o “La matanza de Texas” y cuando un bodrio como “Club desmadre” tiene las mejores ideas del género… que suenen las alarmas; sobre todo cuando una franquicia explícita y gore como “Saw” se ha apoderado del terror en las salas de cine. Salvemos, eso sí, a “Hatchet” por ser puro homenaje old-school con aroma de serie B y a “Desmembrados” por sus ínfulas de comedia negra. La puerta abierta al final… de “Scream 3” simbolizaba la superación de Sidney ante ese temor que la había perseguido toda la trilogía. Sin temor y sin miedo. ¿Por qué, entonces, ronda ese espectro y resurge el fantasma y Ghostface en “Scream 4”? Tal vez la franquicia deba volver a tiempos en los que el slasher creaba esa actitud que hemos visto en todas las exhibiciones adolescentes de Scream. “Scream 4” tiene que ser vista y vivida con la misma expectación que “Scream: Vigila quién llama” dentro del contexto actual bajo fórmulas y conceptos agotados. Es, simplemente, una puñalada y toque de atención al género actual con las armas que dispone Wes Craven dentro de su franquicia. Un juego de los personajes veteranos que han compuesto toda la franquicia frente a los nuevas generaciones ansiosas de poder, fama y vivir a su costa sin hacer nada más que copiar y joder el concepto original. 

CAJAS CHINAS Y CAMEOS: STAB!

Descubrimiento: ‘Robert Rodriguez’ filmó ‘Stab 1’ aunque no nos lo enseñaron en “Scream 2”… Son partes de la lluvia de guiños, clichés y reglas. Nueva década, nuevas reglas. Se acabó decir ‘Enseguida vuelvo’ porque ahora ‘La nueva manera de sobrevivir a una película de terror moderna es siendo gay’.El psico-gore pasa por el streaming y el vídeo-blog a tiempo real: perpetuidad a golpe de bits o ‘haciendo que tu arte sea tan inmortal como tú’. Al igual que en las entregas anteriores la propuesta se define a sí misma: menor que una precuela y mayor que un remake. Lo inesperado es el nuevo cliché. Llega facebook al slasher (o de twitter que tendría más sentido…) y las referencias son en contra de la competencia: la franquicia ‘Saw’ sólo da asco y mezcla casquería con sexo. Aparte de no desarrollar sus personajes… Aunque, un inciso y puñalada: ¿Se desarrollará una hipotética “Scream 5” en un geriátrico con unos viejunos Campbell, Cox y Arquette perseguidos por un Ghostface con andador? Cajas chinas sobre ‘Stab 6’ a ‘siempre sabes lo que va a pasar’ a ‘Stab 7’ a… “Scream 4” y un resumen para descontexualizar todo: ‘Stab 5’ era la peor con su viaje en el tiempo y la creatividad brilla por su ausencia cuando no existe una unión con la realidad. Esa realidad es Sidney. ‘Esto es una película de terror. Gente que vive y muere. Empieza a correr’. Es, por tanto, “Scream: Vigila quién llama” quién dirige ese copy-paste cinematográfico aunque tampoco se puede encuadrar esta cuarta parte como reboot sino como una metáfora, toque de atención y discurso sobre el género actual. 

LO ORIGINAL SIEMPRE ES MEJOR POR INTELIGENCIA Y ARRUGAS

¿Cómo afectan las redes sociales a los slasher? La información llega antes a las masas que a los periodistas. Once años después de los móviles pedruscos de “Scream: Vigila quién llama” (si Ghostface lo podría utilizado como arma asesina) hasta “Scream 4” como transcurso donde mirar el género mediante la tecnología. ¿Qué es lo que salva “Scream 4”? Pues que el cine-club del instituto es realmente lo que puede salvar a los protagonistas o matarlos. El cine vuelve a ser el arma o la vía de escape para sobrevivir. Más sangrienta pero sin la acidez necesaria desprende una gran verdad: ahora nadie lee libros y no se necesitan amigos sino fans. Llega la gran mentira o la gran verdad en forma de moraleja y aviso al género: ‘la primera regla de los remakes es no joder al original’. ¿Alguien sintió la puñalada al otro lado de la pantalla?