Community: Modern Warfare, Modern Sitcom

¿Qué es lo que convierte una serie en algo mayor que lo trascendente? ¿Las críticas, los premios, el público…? ¿Sus personajes, tramas, formato, calidad…? Es difícil matricularse y continuar año a año en esa difícil carrera universitaria que componen las series de ficción americana. Más si uno opta por la sitcom como formato en una cadena como la NBC que ya cuenta con insignias propias: los premios y nominaciones de “30 Rock” o “The Office” han sido abrumadores en los últimos años. Y lo peor de todo, un pasado aterradoramente insuperable: “Friends” o “Seinfeld”. ¿Es “Community” la serie más reivindicable del panorama actual? Puede, aunque los 49 episodios que componen sus dos primeras temporadas dejan ese poso tan complicado de toda sitcom. La fórmula mágica puede llegar a perderse por reiteración de contenidos y desgaste de personajes. No es el caso de la serie de Dan Harmon cuya recepción no tuvo malas críticas pero fue en su segunda temporada donde se desbordaron las expectativas. ¿Es tan buena “Community” para que la crítica americana la incluyese entre sus shows favoritos del 2010 tan sólo por detrás de “Mad Men”, “Breaking Bad” y “Boardwalk Empire”? ¿Por delante de la última ganadora al Emmy a la mejor serie de Comedia, “Modern Family”? Pasen y vean esa gran universidad pública llamada Greendale condenada a epatar y formar parte de sus vidas.

Todas esas anteriores referencias me hicieron hablar bien de la serie a terceras personas… Terceras personas que vieron el piloto y me devolvieron la pelota a mi tejado: ‘no es nada del otro mundo’, me respondieron todas. Algo fallaba en la ecuación y al visionar uno a uno todos sus episodios comprendí el motivo. “Community” es un ejercicio de papiroflexia en el que no vemos la ‘figura’ hasta que se doblan varias veces el papel que forman sus guiones y personajes. Hay que ver, al menos, diez episodios para que uno recuerde sus títulos de crédito al son de The 88 y su ‘At Least It Was Here’ y parte de su estribillo:

« I can't count the reasons I should stay

One by one they all just fade away »

LECCIÓN MAGISTRAL DE EPISODIO DE UNA SITCOM

Y es ahí precisamente donde la serie gana cada batalla hacía lo trascendente. Tiene buenas críticas, el público va conociendo poco a poco más de la serie, sus personajes se complementan a la perfección como perfectos roles grupales y la serie puede hacer tramas con cualquier combinación de los mismos. Es en sí una sugerente forma de reciclaje en un grupo heterogéneo compuesto por roles de diferentes etnias, nivel cultural y religioso y que compendien diferentes niveles generacionales. 

¡MÁS GUIÑOS, ESTO ES LA GUERRA!

Jeff Winger era un exitoso y ambicioso abogado que se queda sin título y carrera por invalidarla el colegio de abogados. Su única manera de volver: sacarse la licenciatura lo antes posible… pero también es humano y quiere ligarse a Britta Perry, que recupera sus estudios tras fracasar en los Cuerpos de Paz y darse cuenta que estaba arruinada. Jeff, para conquistar a Britta, monta un grupo de estudio de español, una de las asignaturas clave de la primera temporada con un profesor chino (Ben Chang) apodado ‘El Tigre Chino’ demasiado peculiar, con la ayuda de Abed Nadir, que sufre el síndrome de Asperger (el mismo que Sheldon Cooper) y que es adicto a la cultura pop catódica-cinematográfica. Pero Abed ha invitado a la ‘comunidad’ a su amigo Troy Barnes, ex quaterback estrella, rey de su promoción y escuela pero por una lesión recaló en la universidad pública al perder su beca, a Shirley Bennet, mujer afroamericana divorciada que intenta montar un negocio con sus conocimientos de cocina, a Annie Edison, ex adicta a los antidepresivos y secretamente enamorada de su ex compañero de escuela, Troy, y Pierce Hawthorne (Chevy Chase), rico empresario abuelete racista y misógino sin motivaciones en la vida salvo encontrar una octava mujer de la que no tenga que divorciarse.

GREENDALE SE ZOMBIFICA!

La comunidad está formada y más si Abed les transforma en personajes metaficcionales o les convierte en personajes de animación para descubrir el significado de la navidad. Posiblemente nos interese más la vida de los perdedores y de las almas descarriadas en universos proclives al surrealismo. Greendale, con un innumerable número de personajes estrafalarios, ofrece con la ayuda del guiño referencial un catálogo de posibilidades. Origami pop al servicio del talento con el colorido del washi-homenaje que hace de “Community” una sitcom con excelentes e ingeniosos diálogos y un arsenal de referencias proclives al recuerdo. ¿La diferencia con otras series? Episodios como “Introduction to Statistics”, “Debate 109”, “Physical Education”, “Contemporary American Poultry”, “Basic Rocket Science”, “Conspiracy Theories and Interior Design” o “Abed's Uncontrollable Christmas”. Pero sobre todo por pequeñas ráfagas de genialidad y obras maestras del formato como “Epidemiology”, “Advanced Dungeons & Dragons” y sobre todo “Modern Warfare”, lección magistral de encadenar innumerables referencias para producir el mejor episodio de una sitcom visto en años. Más buenas noticias aparte de la renovación para una tercera temporada: Josh Holloway, el Sawyer de “Perdidos” saldrá en el episodio doble que cierra la segunda temporada, “A Fist Full of Paintballs”. Otra enésima razón para inscribirse en esta universidad y ponerse al día con todas sus asignaturas. ¿A qué esperas? ¡Greendale te necesita!