jueves, 17 de febrero de 2011

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Superverga

¡ACABA DE VER UNA VERGA!
El mundo y día a día suele ser una curiosa caja de sorpresas con bombones a los que hincar el diente. Relleno o no… con licor o más chocolate o fruto seco en su interior que se convierta en un descubrimiento terrenal y gustativo. Siempre hay algo capaz de sorprenderte y lo que recientemente descubrí no fue que Sinde sin maquillaje parece un extra de “The Walking Dead” sino que existen muchas personas que desconocen términos básicos de nuestra lengua o lo que se puede hacer con ella. Una de esas palabras desconocidas para una gran multitud es la palabra ‘verga’. ¿La conocen? Algunos de mis compañeros y compañeras de trabajo NO. Y no crean que son tontos, aunque no trabajen para la NASA, porque saben lo que tiene que saber un trabajador en activo en este país: fichar, mirar la nómina y sacar temas de conversación culturales  y venosos.

EJEMPLO DE MICRO-VERGA



Anonadado me quedé cuando se me reveló que no sabían lo que significaba la palabra ‘verga’. Alguien no sabía si iba con ‘b’  o con ‘v’ y alguna hizo hasta un comentario cultureta: ‘Pérez-Reverte la utiliza mucho’. Entiendo que será en sus libros salvo que revele al mundo que es un doble de Ken, el amigo gay de una tal Barbie. Otra se fue al castellano antiguo e incluso se buscó su origen etimológico. Todo el mundo tuvo una verga en la boca en mi oficina esa mañana. ¿Sabían que Verga es una ciudad de Brasil? ¿Será el secreto de las vergas de allí? ¿Sabían que hay carreteras perdidas y ‘vergosas’ en un pueblo de Nuevo México con el nombre de Tijeras? ¿¡Carretera cortada!?

¡ATROZ!: VERGA CORTADA CON TIJERAS

Recuerdo que un compañero de un ciclo de grado superior de audiovisuales, que era un sinvergüenza (a nivel lingüístico), no la utilizaba. El tipo eso sí esgrimía toda clase de improperios y palabrotas… pero ‘verga’ le parecía demasiado grosera. ¿Demasiado ‘animal’? ¿Qué tendrá la verga? Si uno revisa el diccionario de la RAE efectivamente encuentra la principal acepción pene-verga-lística aunque descubre que Legolas sujetaba un conato de verga (entendiendo el arco como primo de la ballesta), que Gandalf se asía mucho a otro tipo de verga (como palo largo y delgado), que Frodo y Sam vigilaban mucho sus ‘vergas’ en Hobbiton (como esas tiras que asegurarían los vidrios de las ventanas en sus encuentros furtivos), que Aragorn tomó un barco con algunas ‘vergas’ y que los Ents tienen ‘vergas’ con la que tocan todo. Vamos, que “El Señor de los anillos” debería haberse titulado “El Señor de las Vergas”.

EL SEÑOR DE LAS VERGAS: LA HISTORIA OCULTA

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