¡Etxebarrízate!

Con la noticia de la recuperación de Lucía Etxebarría de su perfil de twitter se reabren ciertas cicatrices sobre la suplantación de la entidad virtual por la corpórea. La escritora llevaba decenios (incluso antes de la creación de la popular red social) reclamando que otra entidad corpórea había suplantado su identidad virtual. La queja la hizo mediante el trámite burocrático habitual. Enlace e hipervínculo en mano y texto indicando lo sucedido mediante la incidencia de rigor. ¿Resultado? Ninguno. La escritora observó tiempo antes como su álter ego lidiaba en ‘fregaos’ mediáticos y polémicas del tuitero. ‘Insultó’ gravemente a Alejandro Sanz e incluso sacó a relucir las ‘negruras’ de Pérez Reverte. ¿Resultado? Ninguno. Y es que la escritora de “Amor, curiosidad, prozac y dudas” vivió en sus carnes traumas pasados con las redes sociales. Su perfil de facebook fue cerrado por enseñar más chicha de la necesaria a juicio de los censores de allí. Y ahora se encontraba con la controversia-mental-y-moral de que un tipo estaba haciendo maldades sin que ningún censor atacase su cuenta. ¿Cuestión de pezones?

Y aquí entra en juego en concepto de ‘negro’. ¿Realmente los famosos de twitter o facebook son realmente famosos? ¿Y si el ‘negro’ la caga como han vivido otras ‘famosas y célebres escritoras’? Echarle la culpa al negro puede ser la nueva solución ante la polémica bisbalina mediante su turismo en Egipto, la discusión sobre la ley Sinde y la visión política por parte de Alejandro Sanz, el holocausto vivido por Vigalondo y ahora la nueva moda del ‘y tu puta madre’ sacada de los dedos de Jordi González. Todo esto último, y más reciente, sucedió por una contra-crítica a la televisión basura frente al canal Intereconomía en el perfil del conocido presentador en Twitter o la nueva red social para que los famosos y sus neuronas patinen. La respuesta fue clara y sardiana: ‘Telebasura tu puta madre, guapa’. El tag del día fue #JordiGlezfacts y se abrió la brecha de la liberalización del insulto. Se ha criticado el concepto y resultado. Hay cosas más preocupantes como las vacías pirámides egipcias, los testículos de nuestros políticos para prohibir la piratería y encarcelar a treinta millones de personas o el humo negro, huido de la isla de “Lost”, que asola la capital española. Efectivamente hay cosas más importantes en el mundo… pero, a nivel social, el reciclaje y apertura del insulto popular es más trascendental. ‘Y tu puta madre’ es la frase del momento y TODO el mundo puede decirla sin faltar el respeto a nadie. Con una disculpa, vale. ¿Se imaginan que la profesora de primaria le dicen a sus alumnos que en el día de hoy pueden elegir hablar entre política, cultura y temas sociales o decir ‘y tu puta madre’ todas las veces que quieran? ¿Qué elegirían? Sí, es que somos como críos…

FIN DEL FAKE

Y es que en facebook se puso de moda el pocoyizado mediante el ¡Pocoyízate! Uno se metamofoseaba en la figura de Pocoyo y añadía calva y mojón a gusto del consumidor. Lo suyo sería realizar una campaña viral para que uno pueda Etxebarrízarse y patear a falsas personalidades de uno mismo… Todo esto me lleva a la duda de denunciar a otro MalditoBastardo que ocupa mi usuario en Twitter. ¡Sólo tiene un tweet! ¡El 9 de marzo de 2008! Y dice: ‘Estrenando el Twitter éste… a ver qué pasa’. Pasar, pasar… han pasado casi tres años y de ese MalditoBastardo no se supo nada. Lamentablemente mi cuenta se quedó como MaldytoBastardo (poner bastardo con ‘v’ me parecía muy bastardo) y las cuentas de Twitter no admiten más caracteres para poner un MalditoBastardo(El Verdadero), por ejemplo. A Etxebarría finalmente le funcionó una denuncia en comisaría y que la policía contactase con su fake-clon-virtual para agradecerle el servicio prestado y su incorporación a filas (de la cárcel) si persistía en su empeño. ¿Hará caso la policía a un bastardo? Seguramente se piense que es una tontería. Un juego de niños… aunque las últimas ‘polémicas’ cibernéticas llevan al territorio del pañal los grandes temas y crisis que nos afectan. Si quieren que seamos niños… comportémonos como tales. 

CRONOLOGÍA DE UN FAKE