Machete: Caza al inmigrante

● Anécdota frecuente del público después de ver “Planet Terror” (estrenada en Europa y por supuesto en España separada de “Death Proof” y el programa doble de “Grindhouse”):

(NO ESTÁ BASADA EN HECHOS REALES, ES UN HECHO REAL)

-Oye, ¿sabéis cuándo estrenan “Machete”?

(LAS SIGUIENTES RESPUESTAS SON FICTICIAS)

-Respuesta ‘Tolosa’: Nunca, es un falso trailer… aunque según fuentes poco fiables… sí, esas gemelas ‘enchufadas’ por el director, era ya una idea anterior que tuvo cuando en el rodaje de su segunda película un machete cayó encima de una de las fotos de la prueba de cámara de Danny Trejo… Vamos, no está ni el wikipedia… así… que… cualquiera se fía de Electra y Elise Avellan…

-Respuesta Bastarda: (Con acento mejicano) Pinche güey ¡Cuando vayas al cementerio y te chingues a la pendeja de tu abuela!

-Respuesta Machete: (Silencio) [¡Zás!] [Chof] [Plof*]

*: Sonido de una extremidad (sin determinar) al caer al suelo.

¡MACHETE!

Aunque parezca mentira “Machete” no nace del famoso falso trailer que la catapultó a pre-cinta de culto sino que Robert Rodríguez la ideó a principio de los noventa durante la preparación de “Desperado”. Eran momentos para pensar en un héroe latino que supiera dotar a las cintas de acción de un aire latino. De ese instinto que poseían otras cintas asiáticas de John Woo, de aquel entonces, aplicado al sabor a cenhilada y tequila. No hubo tiempo ni ocasión porque los años pasaban y el proyecto ‘code-name’ MACHETE quedó relegado hasta su aparición como un falso trailer en un ambiente para nada hostil. Aire e instinto de grindhouse, a sesión golfa e ínfulas de homenaje radical a la sudorosa serieB. Pero aquí aparece la contra-crónica de un guiño al público desde que prendiese una llama condenada al cultismo. 

Sí, está gordo...

Recuerda a un mapa de una línea de Metro donde están marcadas sus estaciones con circulo y unidas por líneas. Esas estaciones detalladas son los momentos estelares de su falso trailer y nuevas incorporaciones. Las líneas no son rellenos ni tampoco páginas improvisadas de guión pero una gran parte y realmente son prescindibles y olvidables. Lo importante es llegar a la estación, a ese instante que suponga una conexión inmediata con el público. Con ese guiño y complicidad que se busca con tanta ansia. Da lo mismo que el héroe se lance con dieciocho metros de duodeno o que apuñale y empale hasta al script que estaba detrás de cámara. En “Machete” todo vale: toda referencia, toda posibilidad y cualquier conexión pulp que enloquezca al espectador. No importa el guión sino sus posibilidades de rodaje y estética.

¡Enchufadas!

Algunos afilarán cuchillos ante la persistencia por la hipérbole, la exageración gore a lo “Zatoichi” latino y la predisposición a levantar la carcajada en la butaca con sobredosis de acelerada brutalidad. Hay cierto subtexto por un componente político sobre la situación de Texas y la inmigración mexicana a tierras americanas. ‘Sin ellos no tendríamos mano de obra barata y la nación se vendría abajo’, nos recuerdan. Todo se reduce a una caza al inmigrante y un levantamiento del colectivo a golpe de machete. Revolución en tono naif pero con criterio de salvadora por acumulación de referentes de la serie B. La protección ante rednecks y la hipocresía y corrupción local y política. 

¡Has dejado a la foto de la Alba fuera de este blog!

Todo vale para ganar unas elecciones y todo el cine sucio, brutal y quebrado a machetazos fílmicos. “Machete” funciona como suma de elementos incoherentes y salvajes, por ser la mejor película con más nota en cualquier página de cine de Steven Seagal y sobre todo porque su héroe se cepilla, a golpe de duro ‘machete’, a todo el reparto masculino y femenino en cuestión de cuarenta minutos. ¿No es la mejor manera de reflejar la cultura del éxito?