“En una iglesia el obispo de la zona pretende comprobar si se podrían ahorrar costes debido a la socorrida excusa de la crisis y la reticencia infantil de meterse en un lugar oscuro junto a un cura. Porque pasar por el ‘confe’ recuerda a “Gran hermano” o a un picadero en condiciones divinas, vamos... La idea revolucionaria del clero es colocar una máquina para que realice las confesiones, mediante un micrófono, y ‘escupa’ la penitencia mediante un tique en papel reciclado o higiénico del todo-a-chien (sí, que se ahorra más).
Al parecer la máquina es todo un éxito ya que se ahorran costes de manera eficaz y con escaso consumo de papel. «Dos Ave Marias Purísimas; Cuatro Padre Nuestros y ¡Hasta la Próxima visita! ¡¡NO PEQUE!!”» La máquina, dependiendo del pecado y del pecador (identifica la voz y todo), procede a expedir un boleto con el consuelo católico para ganar esa parcelita en el cielo. También mide con suma facilidad y mediante un sencillo programa el periodo sin caminos pecaminosos, realiza gráficas, evoluciones, detecta por la voz la mentira y, sobre todo, se convierte en el mayor temor y vigilancia del beato. Vamos, la máquina es la Hostia… Consagrada.
Un día, en el que Stephen King buscaba exteriores en Fuenlabrada para su nueva película de terror aunque esto no viene a cuento, apareció un tipo joven del pueblo. Era un bastardo… pero no porque fuera un bastardo sino que se hacía llamar el puto bastardo pero comenzar a repasar el motivo de aquel nombre sería desviarnos de nuestro buen redil.
El bastardo nunca iba a misa y mucho menos se confesaba pero al enterarse de la adquisición de la ‘maquinita’ por su parroquia decidió probarla.
El primer día llegó y comenzó a confesarse:
«Padre maquinero. He pecado. Llevo tiempo eludir el objeto oscuro del deseo y para ello y tras la desaparición de “True Blood” de las parrillas televisivas me he enganchado a la nueva temporada de “Dexter”. Ese asesino en serie sí que es un pecador, padre maquinero como Sheldon-he-cambiado-de-acera-y-no-cuántica de la socorrida “The Big Bang Theory” o el nuevo zarpazo de la HBO llamado “Boardwalk Empire”. También ahí, padre maquinero, pecan cantidad. Pero no venía a eso sino a indicarle que he conocido a una chica en un chat y hemos practicado toqueteos… pero virtuales, padre, virtuales…»
La máquina en cuestión de segundos soltó un tique:
«Tres padres nuestros y ¡DEJE DE VER SERIES PECAMINOSAS! ¡Más si son de la HBO y salen vampiros!»
Pasada una semana el bastardo volvió:
«Padre maquinero. He pecado y más. Oh! He jugado, padre maquinero y hago apología del vicio. La Quiniela Bastarda no me hará rico pero me puedo meter con todos los equipos a los que detesto. Bueno, con todos los equipos.Preñamientos aparte no hay que decir PE sino PRE. Sobre todo si te hacen un bombo como a la Kournikova o dicen que la madre de Sarkozy es una gitana rumana. Carmen de Bocadillo de Calamares a la Lomana dicen que es lo más pero no me la han presentado. Una entrada ‘perfecta’ creó cierta confusión. Descubrí que un tal Messi es realmente Messy. Los diarios gratuitos manipulan por doquier y sobre todo si te increpan con un Qué! ¡Cuánto sensacionalismo! Como descubrir que tu autobusero es cazador, que el traje cárnico de Lagy Gaga era real, como que La Cabronero marca tendencias beatas. Pero bueno, eso es una introducción para el auténtico pecado. La chica del chat que conocí quiere conocerme y lo hemos hecho a lo bestia pero… sólo por la pantalla de un ordenador...»
La máquina se puso histérica y después de mucho imprimir parió el tique:
«¡¡¡PECADOR!!! Si ve Tele Cinco irá al infierno y con el juego arderá para siempre en él. Doscientos padres nuestros y ¡DEJE DE VER SERIES PECAMINOSAS!... Pero, que quede entre nosotros, cuénteme lo de la revista con Kournikova.»
Pasadas dos semanas y finalizando el mes de Septiembre el bastardo volvió:
«Padre maquinero. He pecado y seguramente vaya al infierno. Hubo premios Emmilys y Noche en Blanco en la que muchos se quedaron en blanco. Pero todo Septiembre fue el mes en el que el PC quedó KO y casi deja a este blog out. WTF! Entre chichis, farolillos, y sobre todo vaya contra la valla. Y encima hice la Huelga General que no hizo nadie. ¡Eso sí que es un pecado! Pero, ay, padre maquinero que la he liado. La chica del chat y un bastardo servidor quedamos en un hotel y después de tocarnos se la metí… pero sólo la puntita…»
La máquina se quedó al principio en silencio. Después empezó a echar humo y procesando ruidos imposibles de reproducir escupió un escueto tique:
«¡¡¡BASTARDO!!! Vuelve y métesela entera que esta máquina no trabaja con decimales.»
Moraleja: cuando uno se encuentra a mitad de camino tiene dos opciones... volver o continuar. Historias Bastardas Extraordinarias cumple seis meses. Quedan otros seis en los que no se admiten digitales. Un bastardo si la mete (y mete entradas) las mete enteras.
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