Viaje a PE

“Los personajes, situaciones, diálogos, escenarios y el prepucio o labio vaginal que se ve en un cuadro son totalmente e inexcusablemente ficticios. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia salvo que se encuentre en un universo cuántico donde unos friquis homenajeen y sacralicen este texto y se repitan los sucesos que voy a narrarles.”

Escrito unos minutos antes de aterrizar en nuestro fatídico e inesperado vuelo de vuelta:

No puedo escribir de nuevo el nombre de esa ciudad y para sentir un sinsabor en mis labios y que me sepan a hez de burro he decidido renombrarlo con algo que odie desde mis entrañas femeninas. Esa terrible ciudad que llevó lo peor de mi alma a las alcantarillas del odio y la soledad se llamó PE desde esos innombrables días. 

Todo comenzó con un beso y una flor. Inicio romántico y bello cuando tu pareja te da una noticia que te levanta el ánimo, la libido y pasión por vivir… En esos instantes de suspensión uno se siente como una pequeña mosca y obviamente falta que alguien te pegue la hostia que te apretuje contra tus entrañas y te reviente por dentro. La mía, mi hostia… fue segundos posteriores a la noticia: ¡No iríamos solos!

Esa bella y romántica ciudad, asediada por turistas amorosos del mundo entero, contaría con la presencia de una servidora y su pareja, pero algunos acoplados se unirían a mi destino idílico. ¿Es así el amor que entiende mi respectivo? Es cierto que él, como PU (para mantener oculta su profesión al lector la nombraré como otra cosa) tiene que llevar a sus futuros PU (también los nombraré como lo que quieren llegar a ser) a un lugar de encanto. Pero nunca pensaba que mataría a dos pájaros de un tiro con semejante viaje y tirada. Más que matar a dos se liquidó con una ametralladora a una especie entera de gorriones. 

Semejante notición produjo efectos bobalicones en mi paraíso artificial llamado relación. Accedí como Santa que Soy. No conocía a los PU de mi PU pero me alguna de ellas me daban impresión de ser un poco PU; pero él me había enseñado sus trabajos: uno estaba especializado en retratos de felaciones, otra en perros espatarrados en vez de ciervos saltarines y, aunque el resto sólo me producía indeferencia absoluta y deprimente, había una alumna cuya formación y retratos encajaban en el concepto de art le champinion. Esa descripción de arte lo había leído en una revista para culturetas con frases ininteligibles, completamente impronunciables e incitadoras de un apareamiento en caso de soltaras en público. Esta PU de mi PU realizaba retratos de ella misma tocándose en higo, aunque evitaba pudorosamente sus brevas. Por cierto, bastante escuálidas. 

Yo el concepto de Low Cost lo entendía por comprar en el Día y el Mercadona pero aplicado a la marca blanca de los vuelos hacía PE no sólo lo entendí sino que comprendí que lo barato sale caro. El aeropuerto de PE no era uno sino cinco. Diseminados hasta en la conchinchina y sin ningún atisbo de humanidad. Nos soltaron allí, en ese antro de aeropuerto que decían que era nuevo pero yo pienso que era de un ricachón o militar reformado. Cuando llegué allí y me vi involucrada en la supina incompetencia de mis compañeros de viaje sentí que los dones se dan por un motivo. Y ese es para quitar otros. A estos jóvenes y bohemios artistas (y futuros PU), que no tenían donde caerse muertos, les habían arrebatado la inteligencia en pos de la intelectualidad. Son bienes diferentes. Para que me entiendan en una Apocalipsis Zombi serían los primeros en caer ya que intentarían retratar la vorágine muerte renacida en oleos de cuatro metros y solicitarían a los zombis un posado a lo Batalla de Lepanto. 

La artista onanista deseaba alquilar un coche para ir a PE pero es que la pajillera con pincel no tenía ni carné, aunque ella daba consejos sobre sus designios bohemios. Tenía una colaboradora afín a sus planes. Ambas reunirían medio euro con el contenido de sus bolsillos roídos. Obviamente fracasaron. Yo les hubiera dado un papel de periódico y que pasasen la noche en un banco para refrescar sus mentes despreocupadas pero como Alma Caritativa y Voz del Cielo llamado conciencia les di otro tipo de papel: un mapa del Metro de PE. Después de un nada etéreo, artificial y cansado viaje en Metro que nos dio una vuelta por todo PE llegamos a nuestro Hotel. Si han estado en un Hostal de carretera barato con pelos púbicos colgados hasta en las perchas les parecería un Hotel de cinco estrellas comparado con semejante infierno hotelero. Para empezar no había suficientes camas ni colchones, la reserva la anotaron mal y dos tenían que ocupar la misma cama. No es que los bohemios ahora sean pudorosos pero es que uno de ellos podría ser mi abuelo y encima afirmó que iba a dormir desnudo (no sé si esperaba que los ácaros y otras e insospechadas especies carnívoras que habitaban en el colchón desestimasen alimentarse de sus flácidas y viejunas carnes). Después de un bla, bla, bla y descubrir que nadie tenía ni PU idea de hablar el idioma de PE pudimos dormir tranquilos. Tuvimos que hacer nosotros el montaje de camas y traslado de colchones como si fuéramos testadores del IKEA. Pude cerrar mis ojos diez segundos. Eran las ocho y media de la mañana. 

Al día siguiente, o sea diez minutos después, descubrí el infierno de un desayuno típico de PE pero tenía que ser la fuerte del grupo de bohemios. Tocaba día de museos. 

Una de las PU de mi PU se integró rápidamente en el incívico ambiente de PE y no abrió ni MU hasta que acabó el viaje. Cuando llegamos al Museo del MIE (imprescindible si uno visita PE) me di cuenta que el arte clásico les apesta a los bohemios y futuros candidatos  a colgar sus obras en museos. La artista onanista decidió que aquel ARTE que habitaba en el Museo estaba obsoleto y decidió hacer una perfomance. Se desnudó en el pasillo principal, se abrió de piernas y se tocó su higo y parte de una breva. Duró veinte segundos y no le dio tiempo a sacar ni su pincel. 

Yo pensaba que los servicios de extradición son lentos y llenos de una afligida burocracia. ¡Mentira cochina! En PE, como ciudad más civilizada y abierta al turismo, la artista onanista, su higo, su par de brevas y sus acompañantes fuimos expulsados esa misma tarde de vuelta a Spain y a nuestra tortilla de patatas. Es duro decir esto y espero que no lo lea mi PU ni sus PU pero fue todo un alivio salir de PE. Eso sí, la moraleja de este supuesto pasaje romántico repleto de fatalidad es Con bohemios, higos y brevas, agua no bebas. Procuren llevar unas botellas de anís camufladas en el bolso si van a PE con su pareja y varios hijos de PU.