martes, 10 de agosto de 2010

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True Blood (3x08) Night on the Sun: Noche / Sol

“True Blood” entra en territorio prohibido y profiláctico. “Night on the Sun” es en apariencia un episodio de transición, hacía un oportuno y premonitorio amanecer, pero se convierte repentinamente en un nuevo punto de inflexión. Un mensaje de una amiga me anunció que la narración cedía hacía los encantos erótico-festivos. Yo, al principio, buscaba errante la lluvia de pechos y empalmadas pero no había nada. Me recordó a unos compañeros de trabajo a los cuáles mentí bastardamente sobre “Origen”. Les dije que en el filme de Christopher Nolan había una secuencia de zoofilia y estuvieron toda la película esperando que un animalillo sedujese a uno de sus protagonistas. Inocentes... La única diferencia es que el episodio de la serie de Alan Ball lo tiene..., ejem, tiene sexo de toda índole... pero, como marca la tradición, al final. 

¿Adiós Bill?
Sam Merlotte nos muestra que los metamorfos o cambiaformas huelen divinamente. Pero no ellos sino sus narices. ¿Se dedicó por eso a la hostelería? Con la madre echada a patadas del ‘hogar’ familiar Tommy parece ser un misterio para Sam. No comprende las intenciones ni las motivaciones de su hermano. Nueva muestra de drama familiar.
Lafayette Reynolds y Jesus Velásquez siguen por caminos conjuntos pese a no aprobar la profesión de camello. Su madre, tránsfuga, se aloja en casa de Lafayette hasta que Jesús viene al rescate. La TV, efectivamente, nos salvará y también a nuestro amor.

A lo Sara Montiel: de rodillas te lo pido...
Jason Stackhouse y Crystal Norris parecen que van a ser pareja aunque ella no le ha revelado a él que se transforma a la luz de la luna. ¿Son hombres lobo? Todo parece indicarlo y también que su familia redneck son tremendamente violentos, vengativos y olfateadotes natos. Jason sale de su armario con su escopeta y tras inicialmente apuntar a Bill decide que su objetivo es salvar a Crystal. Obviamente continuará. 

¿Aceptamos Hombre Lobo como animal de compañía?
Talbot está súper-súper-indignado: los sesos de Franklin no salen de las sábanas, ha tenido que mancharse sus tiernas y limpias manos de tierra para enterrar hombres lobo y la cacho-perra de Sookie se ha trajinado a Lorena. Eric Northman se da cuenta que lo que más aprecia Russell Edgington es a... ¿Talbot?. Mira, no sé... el amor en esta serie no es que sea ciego es que es de coña. Eso sí, para Eric puede ser una pieza de su jugada y que necesita para vencer a alguien presuntamente invencible por su antigüedad. Sí, los vampiros, como en muchas empresas establecen esa virtud de poder. Y mucho más si tienen dinero. Todo se compra y como bien dice el Rey: ¡Esto es América!
Pero Eric tiene que hacer dos dóciles y difíciles tareas: sumirse a Russell Edgington y a su consorte, Talbot. Primero, rodilla abajo, y jaque. Después, rodillas abajo, y jaque mate. Nunca dejes a un vampiro que se ponga detrás o puedes ser… empalado. Sí, sí, como lo escuchan. Aunque si eres vampiros explotarás en un puñado de vísceras y pringosas sustancias. Otro tanto es que no habíamos visto sexo entre vampíros salvo el Lorena y Bill y fue salvaje... Pero el lado filo-gay-vampírico queda fatal: entre esos piños uno no entiende como se puede dar un pico con lengua... y mucho menos hacer ciertas guarrerías no españolas.

Si pones el culo... lo mismo te clavan una estaca...
¡Scream Queen al poder! No vean esta serie de madrugada porque sus vecinos pueden llamar a la policía. Sookie Stackhouse y Bill Compton han roto. No han esperado a hacerlo público en una exclusiva en una revista vampírica sino que cortan de mutuo acuerdo y en cuestión de segundos. Efectivamente ha sido una larga y sangrienta lucha… pero la señorita Stackhouse no sea fía de su vampiro. Ella puso el cuello pero él se excedió, tanto, que casi la deja más seca que la mojama. Bill sabe que la mejor manera de proteger a alguien que ama es alejandose. Bill es la noche y sabe que robará la luz, el día, a Sookie. No podrá tener hijos ni la oportunidad de envejecer conjuntamente. Amor absoluto y ruptura inmediata. ¡Cuánto dolor y lágrimas de sangre! Esa ruptura se ve reflejada en el cese de la transfusión que Bill hace a Sookie. Gotas de sangre y un apéndice vacío que fue ocupado por alguien.

Jessica Hamby es la próxima en pasar por las rupturas de Bill. Momento dramático, tierno, duro y finalmente familiar. Ambos son familia y pese que Bill no siente que sea bueno para ella… Jessica no tiene a nada ni a nadie. Está sola y ambos comparten enamoramientos por humanos que saben que traerán sus caminos por la calle de la amargura. ¡Qué dramón! ¡Qué dolor! Agarren los kleenex porque necesitarán muchos en este episodio.
Alcide Herveaux parece ser parte del relleno que necesita Sookie para su corazón. Pero ambos salen de una ruptura que también les ata. ¡Cuánto drama! ¡Cuánta tensión sexual no resuelta! Alcide se nos va. Su novia está loca y está destrozando los rulos de la peluquería de su hermana a bocados. El pobre tiene que cumplir... y volver. ¿Volverá su barba y su cola blanca (la de lobo, que nos conocemos)?

Hija, vaya m.. de álbum de fotos... con ¡UNA única FOTO!
Tara Thornton quiere convencer a Sookie que los vampiros muerden y chupan pero con muy mala fe. Tara sigue atada a su vampiro chupador y pretende erradicar sus fantasmas. Nuevo encontronazo, drama y cabreo de amigas. Drama total... ¡y no me quedan kleenex!
Jessica tiene que ser entrenada por Bill en minutos para hacer frente al peligro que se avecina. Arlene Fowler se va a convertir en la zorra de la serie. Perdón loba. Indignada por el asesinato a sangre fría de Cooter, su prometido chiguagua. Perdón lobo. Ladrido tras ladrido promete poner las cosas difíciles a cualquier que se interponga en su camino.
Escopeta en mano y sin hombre lobo que valga, Sookie deja de ver ese álbum de fotos (bueno de una única, el resto está más blanco que el culo de un vampiro ario), y decide defender su vida y amor. Duelo de zorras y hostia pura y dura. Sookie es una pesada absoluta con aquello de que tiene sangre de vampiro dentro de ella y Arlene es una cutre dando puñetazos. Resultado final: ¿gana la más zorra? No, gana la que tiene el trabuco en la mano. Para ganar en zorrería Sookie decide reconciliarse con su Bill para compensar. Bill está cansado de ser hostiado por un Rey de 3.000 años pero una porculización en forma de estaca vikinga y vieja vendetta da pie a nuevas esperanzas... Para que el sol siga reinando brevemente sobre la noche. Seguiremos informando desde un punto de vista objetivo y bastardo de esta orgía vampírica en próximos posts.

¡He visto todas las películas de Charlton Heston!

2 comentarios:

  1. Como sé que estás esperando mi comentario, jejeje, sinceramente como dices, mucha promesa, pero nada de nada. El capitulo un pelín anodino, esperemos que sólo sea un punto de inflexión y mejore.

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  2. Siempre lo espero con mucha ansia. Gracias....

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