miércoles, 19 de septiembre de 2018

0

Haz la loca... no la guerra: La homosexualidad como postureo social

“Haz la loca... no la guerra”
Director: José Truchado
España
1976

Sinopsis (Página Oficial):

Lola Reyes es una cantante que está triunfando y es asediada por todo el mundo. Sus amigos son un grupo de homosexuales, los únicos autorizados por su posesiva madre. Pero Lola se enamora de un pintor y éste de ella, así que la pandilla le hace pasar por uno de ellos para que la madre no sospeche nada.

Crítica Bastarda:

Si usted coge una cinta de casete de chistes de mariquitas de Arévalo y le quita las toneladas de caspa, mugre y costras rancias adheridas a semejante objeto considerado una de las mayores basuras del cine nacional.

Ya lo decían dos mentes del modernismo español como Bertín Osborne y el citado Paco Arévalo:
En España ya no se pueden contar chistes de mariquitas.
Vulgar hasta el duodeno, “Haz la loca... no la guerra” se ciñe a ser un simple producto para presentar a Lolita Flores en el mundo del cine con un playback tan cutre como insultante mientras se rodea de una troupe de locas sarasas, y de admiradores barbilindo y barbilucios. No falta una madre posesiva y un argumento tróspido: Máximo Valverde interpreta a un pintor de brocha gorda que finge ser mariquita para calzarse a Lolita. El pareado no era opcional. Entre las plumeras y el shock anafiláctico, el bodrio no tiene desperdicio y sentido del ridículo. Como el material de las intrigas de la farándula es tan pobre una de las fijaciones del guion de Enrique González Macho se basan en ver cómo los «sodomitas-traga-almohadas», con Alfonso del Real y Antonio Ozores entre sus filas, hacen timos disfrazados de monjas u otros como Paco España tratan de ganarse un hueco entre el mundo del espectáculo. Burda y con tufo de folclórica aquellos que comparan este engendro con películas como “Con faldas y a lo loco” deberían considerar el ‘retraso’ de casi dos décadas sobre su cabeza sin contar con las toneladas de caspa. 


Máximo Valverde se folla a todo lo que se mueve y en uno de los polvos la dirección de José Truchado se basa en los pálpitos de un cuadro colgado en su estudio ante las embestidas del pincel del pintor, que tampoco duda en revelar sus celos ante su amada con una de las bofetadas cinematográficas más cutres que se recuerdan en el cine casposo made in Spain. Plagada de lagunas de guion, con un Antonio Ozores en su papel de ‘La Sorda’ y cortes en el montaje final, la oda a dar más visibilidad a los mariquitas con pluma en la filmografía patria para tratar la homosexualidad como un postureo social. ¿No se puede ser más homofóbico que esta película? A la película le falta otro tipo de ‘destape diodenal (y cerebral)’. ¿Y el final? Un doble cutre de Kojak pone las cosas en su sitio mientras Lolita y Máximo Valverde se dan un pico con lengua durante días. DRAMA. TRAUMA. TODO EN UNO.

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)

Lea antes los Mandamientos de este blog.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...