Twin Peaks - The Return (Episodio 16): «Yo soy el FBI».

Ha quedado confirmado en “Episodio 16 (Part 16)” que Mark Frost y David Lynch han medido a la perfección los tiempos para ofrecer un desenlace épico y en el que todas sus tramas confluyan satisfactoriamente. Podemos entender “Twin Peaks – The Return” como una pequeña revolución televisiva al introducir muchas otra series y proposiciones en una única ficción. Reciclando sabiamente el homenaje de “Twin Peaks”, todos esos universos han ido convergiendo para que tengamos capítulos tan sobresalientes, inmensos y épicos como el presente que ocupa este espacio. Aparte de ser la antesala de ese doble episodio que funcionará como ‘season finale’, “Episodio 16 (Part 16)” desea ya dejar claro que el enfrentamiento entre ‘Evil’ Cooper y Dougie Jones es inevitable que esa ficticia ciudad va a ser el destino de todos los personajes; propios y extraños dentro del universo lynchano. Considero que Lynch no solamente se ha conformado con desarrollar un proyecto televisivo junto a Mark Frost sino que, por el contrario, da la impresión ha realizado un propio recopilatorio de parte de su cinematografía en estas cerca de 18 horas nuevas de material. “Carretera perdida”, por ejemplo, ha marcado algunos de los tiempos formales cuando ‘Evil’ Cooper ha tomado el timón argumental del relato. Sabemos que existe una clara contraposición de dos caras de una misma moneda y, del mismo modo que Dougie Jones tiene un hijo, su doppelgänger presumiblemente violó a Audrey Horne sembrando la semilla de la maldad en su vientre. Hemos visto todas las acciones criminales de Richard Horne y, ahora, que el destino le haya vinculado a su padre no deja de remarcar un sentido del reverso oscuro de las fuerzas que manejan este universo. El viaje de esos dos hombres va a quedar sintetizado por el silencio y la deriva de esas proféticas curvas que marcan su camino. La carretera desaparece y convierte en tierra. Todo es más hostil y peligroso. Una parada, un destino… ¿Cuál será? Repasemos “Episodio 16 (Part 16)”. 

En cierto modo, la justicia poética se va apoderar del relato como sintonía de un previsible cambio de rumbo hacia la luz. Hemos presenciado demasiado mal en ese mundo que habían diseñado Mark Frost y David Lynch y la oscuridad tiene que ser derrotada o, al menos, controlada por la Logia Blanca. Todo ha de volver a su curso, ya que entendemos que la creación de Laura Palmer era parte de un plan de futuro con el que plantear restaurar un equilibro roto desde los incidentes en Nuevo México de 1945 y 1956. ‘Evil’ Cooper, de momento, está buscando un ‘lugar’ y tres personas le han dado coordenadas. Dos coinciden y es, evidentemente, la zona donde se encuentran. Vamos a ver a también Jerry Horne en lugar, aunque a bastante distancia. La idea es que comprobemos que todas esa tramas previas alrededor del personajes tenía un sentido y por qué. Sus aventuras, sufriendo los efectos secundarios de todo tipo de drogas, le han llevado ni más ni menos que a presenciar (con sus prismáticos al revés) un encuentro en la tercera fase donde un familiar está presente. Una roca es el destino y ‘Evil’ Cooper manda a propio hijo a explorar. El villano desea saber lo que ve pero, sorpresivamente, Richard morirá electrocutado de un modo violento e incluso sobrenatural. Era una trama, seguramente ese demonio lo sabía… ‘Evil’ Cooper confirmará que todo era un engaño para acabar nuevamente con él y nos ratificará que en un ser despreciable al que no le importa sacrificar a su propio hijo con tal de seguir sembrado el mal en la tierra. Una secuencia tan aterradora, será atenuada por el humor surreal que le confiere la presencia de Jerry en la distancia. Desconocemos si el personaje atribuirá todo al consumo de drogas o recordará algo de lo que presenció esa noche fatídica para un miembro de su familia.

Los villanos de la historia van a proseguir con sus pérfidas maniobras y Chantal y Gary llegan al lugar de su próximo objetivo. Sí, es la casa de Dougie Jones con su característica puerta roja y la pareja sigue condensando su presencia en esos temas irrelevantes recurrentes en sus conversaciones. Gary se siente mal porque le debe dinero a un muerto y Chantal, por su parte, está bastante irascible. Todo lo que va acontecer allí va a ser una de las más surreales y divertidas tramas de “Twin Peaks – The Return”. Veremos que el FBI llega a casa de los Jones y, salvo el sufrimiento del pobre agente Wilson, nadie allí va a sacar nada claro. Es obvio que tanto Doguie como su familia se encuentran en el hospital debido a su incidente ‘eléctrico’. Doguie Jones está en coma y su habitación se transforma rápidamente en un nido de todos los personajes que han estado acompañándolo en sus tramas previas. La idea es que se convierta el asunto en una especie de camarote de los hermanos Marx mientras que existe, en paralelo, una extraña conexión con las máquinas del FBI al servicio de Gordon Cole. El personaje que interpreta el propio David Lynch está expectante, como si fuera a tener una respuesta… Y todos los espectadores vamos a tenerla. Por fin. El FBI también ha estado en la oficina de Doguie Jones y Bushnell Mullins es informado. Las piezas comienzan a encajar y también vamos a ser testigos cómo la casa de Doguie se convierte en otro camarote de los hermanos Marx al llegar allí los hermanos Mitchum junto con Candie, Mandie y Sandie y otros operarios para que a la familia Jones no le falte de nada. Esa cabalgata de circo, donde también está una furgoneta del FBI vigilando, nos llevará a un sketch que protagoniza Jonny Coyne. Interpreta a un contador polaco ‘de armas tomar’ que demostrará a Chantal y Gary que es mucho más bad ass que ellos dos juntos. El destino le ha puesto ahí. No sabemos si el debate a portar armas automáticas en EEUU desea ser explorado por Frost y Lynch aunque, sin embargo, también ha existido en otros episodios un acercamiento a tal situación. La cuestión es que, nuevamente, tengamos cierto halo de justicia poética en un tiroteo nacido del absurdo, como marca y seña de aquello que significa la violencia. «¿¡Qué clase de barrio es éste!?». Una secuencia grandiosa y absurda para también despedir apropiadamente a los personajes de Tim Roth y Jennifer Jason Leigh a lo Quentin Tarantino. 

Vamos a comprobar que el misterioso sonido que parece venir de la Dimensión Desconocida ahora está en la habitación del hospital donde se encuentra Doguie. Ese zumbido se consuma con el despertar de Doguie, coincidiendo con su retorno por todo lo grande. Es el agente Cooper al 100% aunque explicar la situación a su familia y amigos es algo complicado. Phillip Gerard contactará nuevamente con Cooper desde la habitación roja y le informará que el ‘otro’ no ha regresado. Cooper necesita esa misteriosa semilla que dejó atrás ese cuerpo construido como Doguie Jones y va necesitar otra, por lo que da un mechón de pelo. No sabemos aquí muy el funcionamiento de la creación de esos replicantes y dobles construidos en la otra dimensión y “Episodio 16 (Part 16)” tampoco va a ofrecer más explicaciones. ¿Quiere duplicarse a sí mismos Cooper para que Doguie Jones también exista en este mundo que lo necesita? La acción aguarda y Cooper necesita que los hermanos Mitchum le lleven en su avión privado a Twin Peaks. Cooper dejará un mensaje a Bushnell para dárselo a Gordon Cole y tendremos una de las secuencias más épicas de la televisión de 2017: 

—¿Qué pasa con el FBI? 

•Yo soy el FBI.

El capítulo también desea realizar movimientos con Diane, ya que recibirá un misterioso mensaje con el texto «:-) ALL.». ¿Los emoticonos pueden ser diabólicos o depende de quién los envíe? Diane se pondrá muy nerviosa y Lynch utilizará la banda sonora recurrente del ralentizado tema de Muddy Magnolias (‘American Woman’). Diane lleva un arma en su bolso y va a acudir a la habitación de los agentes Tammy, Albert y Gordon tras dar la impresión de ser ‘activada’ y enviar otro mensaje de regreso a ‘Evil’ Cooper. Lynch quiere desplegar una tensión hitchcockiana en una secuencia de manual en la que Diane relatará que Cooper apareció de nuevo en su vida años atrás y notó algo extraño cuando los labios de ambos se tocaron. Notó que algo iba mal… Intuíamos que el doppelgänger violó a la mujer aunque desconocíamos que llevó a Diane a esa vieja gasolinera que, en realidad, era la vía para construir otro cuerpo en los entresijos de la tienda de conveniencia. Y es que el giro de guion esperado era descubrir que Diane era otra replicante venida de la Logia Negra. Tammy va a mencionar aquello con que realmente están tratando: el tulpa. Se trata de un concepto místico según el cual se puede crear un ser o un objeto a partir de pura disciplina espiritual o mental… Wikipedia dixit. Los agentes allí presentes notarán el extraño comportamiento de Diane y cuando grita sin parar «¡No soy yo!» todos ellos presencian un nuevo caso similar a la Rosa Azul. Diane no podrá abrir fuego pero las balas de los agentes transportarán a esa mujer fabricada a la Habitación Roja donde tendrá el mismo destino de Doguie Jones; dejando una ‘semilla’ en todo su extraño y surreal proceso de destrucción. Eso sí, Diane se despedirá con un «que te follen» como marca de la casa y adiós a su personaje. Una teoría interesante sería descubrir que Diane (la original) todavía existen en alguna clase de plano o personaje alternativo que hayamos visto. O, tal vez, su destino fue el mismo que Phillip Jeffries o Garland Briggs.

“Episodio 16 (Part 16)” es un capítulo tan completo que también desea centrarse en las emociones que genera la despedida en el Casino de Cooper de esa familia que le llenó su corazón. Janey-E se dará cuenta de ese hombre no era su esposo aunque quedará agradecida por todo lo que ha hecho por su familia e, irónicamente, se transformó en el marido que siempre había querido tener. Da la impresión de que Frost y Lynch desea dejar un ‘happy ending’ en la recámara para la vida que podría ocupar un doble de Cooper una vez resuelva toda la problemática que ha generado su doppelgänger durante 25 años en su ausencia física. Cooper no tiene que ocultar nada a sus nuevos amigos y señalará a los hermanos Mitchum que ambos tienen un corazón de oro y que no tienen nada que temer del FBI. Su vuelo espera y su destino es el mismo que el season/series finale. 

Como no podía ser de otra manera, “Episodio 16 (Part 16)” decide despedirse con esa trama dedicada a la figura Audrey Horne. Por fin llegará con Charlie a The Roadhouse y nos dejará en un mar de dudas. ¿No estaba en el limbo o en coma bajo un mandato buñueliano sin poder salir de su morada? Vamos a tener elementos surreales para trazar un homenaje de su danza original sobre esa pista de baile que ahora han despejado todos los asistentes al lugar. La melodía de Badalamenti cobra protagonismo con esa danza que queda suspendida y quebrada cuando se escucha un grito y comienza una pelea en el local. Audrey, por un instante, parece despertar de ese sueño del que no puede escapar. Pide auxilio a Charlie y, en esa digresión, la veremos en una habitación completamente blanca y reflejándose en un espejo. Está sorprendida, asustada. Grita. No entiende aquello que está pasando. Nosotros tampoco. ¿Está en coma? ¿En una institución mental? ¿El sonido eléctrico significa que se halla en el algún espacio vinculado con la Logia Blanca? Las respuestas las podría tener la propia frase del personaje de Lynch: «Somos como el soñador que sueña y luego vive en el sueño». La pregunta es saber qué Audrey es la soñadora.

Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.