The Strain (4x06) Tainted Love: Próxima parada, Nueva York

Nos acercamos ya al ‘series finale’ de “The Strain” y es hora de que los escritores comiencen a dar pistas de qué va a ocurrir en su desenlace. Está claro que Nueva York va a convertirse nuevamente en el eje de la acción y en la enésima y definitiva (?) batalla entre nuestros héroes y los Strigoi. El Amo, desde luego, tiene un plan para acabar con la humanidad y estos episodios han sido una introducción de ese cosmos postapocalíptico en el que los Strigoi se han hecho con el control del planeta gracias a un invierno nuclear. En “Tainted Love”, sexto episodio de la cuarta temporada y última de “The Strain”, comprobaremos nuevamente por qué los seres humanos se han transformado tanto en colaboradores como en meros ‘dummies’ al servicio y control del nuevo orden. El Maestro nos confirmará en este capítulo que es un experto en leer a las personas y qué sienten o piensan. Lleva demasiado tiempo con nosotros para no haber tenido que adaptarse a sus víctimas y posibles verdugos… De este modo, el Amo contaba con que gran parte de la humanidad elegiría la vía cobarde de la autopreservación para subsistir por encima de una rebelión de gente guerrera sin miedo a perder su vida en el proceso. Y así les va a ir… o les está yendo… La serie de FX ya ha presentado todas esas credenciales y ángulos a través de los puntos de vista de los protagonistas. Eph ya ha presenciado (junto a Alex) que esos Nuevos Horizontes simplemente van a convertir a la humanidad en ganado de los Strigoi y que el plan del Amo va más lejos de una simple convivencia pacífica de especies. Tampoco fue casualidad que Eph se enterase por boca del Maestro que su hijo vive ya que, de este modo, su destino va a ser ir a Nueva York para tratar de recuperarlo… si es que su esposa nuevamente (y en forma de visiones) se lo permite. Eph no va aparecer en “Tainted Love” aunque sí su retoño y también se va a prescindir de la trama más endeble de la temporada (la que propicia Gus) y las acciones que van a tomar Dutch y Setrakian tras su fuga. ¿Qué más ha pasado en “Tainted Love”? 

A falta de la canción de Soft Cell de título homónimo en la banda sonora, “Tainted Love” vuelve a incidir en el peor personaje adolescente de la historia de la televisión. Nada ni nadie es posible que lave la imagen de Zach y su enamoramiento va a ser otro punto de controversia para generar más odio al lado de la pantalla. En plena reivindicación del feminismo es contradictorio que Zach reclame a una mujer que sea su novia simplemente por el hecho de ser amable y de darle ‘cosas’. Desagradable a no más poder. Bien, esas cosas se las va a comer otro… incluida a Abby. Y es que Zach descubrirá que la chica de la que está enamorado tiene novio y que ésta le considera un niño y en absoluto alguien con el que desee emparejarse. Zach desea desprenderse ya definitivamente de esa imagen… y acabará ejecutando a raja tabla el propio manual de Zach. Es decir, ¡TE ODIO! Abby será drenada por su ‘niña tróspida de la noche’ y el Maestro seguirá guiando a su pupilo al lado oscuro de la fuerza. ¿Le va a convertir en su Sith? Tampoco es que Zach lo necesite porque su gran superpoder es destruir todo a su paso y generar un odio ilimitado en el mundo entero. Aquello que también es cuestionable es que el Amo se haya convertido en el padre y madre de esa criatura. Por un lado le hace tragar su leche (¡!) y, por otro, se transforma en mamá aprovechándose de los poderes que tal hecho confiere a tan surreal asunto. En realidad, mi teoría es que el gran villano de la serie es Zach y si el Maestro lo tiene cerca es debido a que es el único ser que podría destruirlo cuando tenga un berrinche es precisamente ese mocoso y niñato desagradable. ¡Por ESO lo mima tanto! ¡Por ESO quiere que sea su retoño y futura vasija para contener todo su mal! Pues ESO: ¡TE ODIO!

La otra trama de “Tainted Love” viene de la mano de Fet, Quinlan y Charlotte junto a Roman. Ese equipo de héroes es conocedor de que la misión es suicida pero, antes, necesitan un avión y un aeródromo para poder partir hacia su destino. Charlotte no les va a acompañar en ese Suicide Squad y hemos visto que los escritores han utilizado a ese personaje para evocar los recuerdos de Quinlan. En 1888 el hijo bastardo del Maestro disfrutó de una felicidad exuberante gracias al programa ‘Cámbiame’. ¡Consiguió una familia y todo! Era obvio que Londres iba a ser muy pequeño para tanto Strigoi (y tanta lengua sedienta y muerta de hambre) y Louisa presenciará a su amado haciendo frente a los esbirros de su rival. En cierto modo, lo que aquí se plantea es que Quinlan había ignorado su propósito al integrarse en la sociedad y de poco o nada sirve el maquillaje y una peluca si el Amo consigue su objetivo de destruir a la humanidad. Quinlan decide dar un arma a su amada para que ésta se proteja mientras que él, al mismo tiempo, inicie la caza de su padre. Veremos una interesante lucha entre esos poderosos seres e incluso Quinlan consigue tener la oportunidad de completar su propósito. El problema es que duda y no lo hace por acabar con su padre sino, irónicamente, por esa otra vida que dejaría atrás en el momento en el que decidiera matar al Maestro. El villano aprovecha tal ocasión no solamente para escapar… ya que decide acabar con la familia mortal de su hijo uniéndolos a su causa. Quizás pensará que, de esta manera, podría anular a su hijo y que éste siguiera en la siguiente edición de ‘Cámbiame’. O simplemente lo hizo por joder a su prole en esa relación de amor/odio. Mandando entre lágrimas de leche su carta de renuncia a la cadena, Quinlan se limpiará todo su maquillaje y pondrá fin también la transformación de su amada y de su hijo. ¡AQUÍ NO HAY ‘CÁMBIAME’ PA' NADIE!  En cierto modo, la idea también aquí es establecer al ‘The Born’ dentro de los márgenes del monstruo y guerrero que representa. Su naturaleza no es tratar de ser una persona o convivir con otros seres humanos ya que, tal acto, sería una debilidad de la que se aprovecharía el Maestro. Y a partir de ese momento inició su solitario camino para la venganza.

Es algo evidente que los escritores necesitan un antagonista en la trama de Fet y Quinlan y éste no va a ser otro que el propio Eichhorst. ¿Cómo se recuperó de sus quemaduras tan rápidamente? ¿No estaba asado como un pollo tras el Dracarys lanzando por Dutch? Sea como fuera, una leve marca en su mejilla es la única prueba de sus heridas todavía latentes. El plan de nazi es perseguir a esa amenaza que se ha hecho con un arma nuclear y utilizará a sus antiguos socios para tal fin. Bueno, solamente a uno de ellos… Será Ben el que decida sacrificarse y dejar de ser un cobarde ante las burlas de Eichhorst por tal aspecto de sumisión de los seres humanos para autopreservarse. Ben dejará la radio encendida para alertar a Fet y Quinlan y tal hecho será utilizado por nuestros héroes para mantener una ligera ventaja. Ben será descubierto y ejecutado por ese nazi que se movía más rápido que el vehículo en el que viajaba. Todavía no nos han explicado si los Strigoi de alto nivel se cansan o por qué el nazi decidió viajar en plan “Paseando a Miss Daisy”… Lo que tampoco podemos explicar es que Eichhorst no decida conducir pero sí finalmente iniciar tal desesperada acción no sin manejar todo tipo de armas como una torreta con una gran arma automática. WTF!? Aparte de ser más pesado que un T-1000, ya hemos visto hacer de todo a este nazi-vampiro. Eichhorst, sin embargo, será recibido por disparos desde la torre de mando pero, sin embargo, el nazi se hará con la situación ante esa poderosa arma que tiene en sus manos y de la que puede cambiar su objetivo con la celeridad propiciada por sus poderes. ¿Están en peligro Fet, Quinlan y Roman? Tal vez Charlotte tenga la última bala para destruir las intenciones de Eichhorst y que nuestros héroes tengan una oportunidad. Fet salvó a su amante al dejarla atrás y ésta correspondió a tal gesto salvándoles a todos ellos. ¿Próxima parada Nueva York? Sabemos que el Amo es conocedor de que nuevamente sus antiguos enemigos van a ir a por él nuevamente… Y el gran villano del espectáculo de FX tiene un arma con la que acabar con todos ellos con nombre propio: ¡ZACH! Se avecinan más D-R-A-M-A, curvas tróspidas y, por supuesto, memes…

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