The Strain (4x05) Belly of the Beast: El vientre de la bestia

Llegados al quinto episodio de la cuarta y última temporada de “The Strain” es hora de empezar a compendiar si ha merecido la pena el camino que ha llevado a los personajes a este preciso punto. Los productores y guionistas entendemos que son conscientes del gran odio que produce Zach en audiencia y, por tal motivo, el hijo de Eph va evaporarse nuevamente de las tramas aunque su presencia, contrariamente, siempre es visible y risible. Con poco margen para poder revelarnos ese nuevo universo postapocalíptico y gestionar un desenlace de la serie, la adaptación ‘La Trilogía de la Oscuridad’ va a comenzar a posicionar todas sus piezas para que los protagonistas se enfrenten al Amo por 1.568.437 vez… ¿con el mismo resultado? Teniendo en cuenta que estamos hablando del final del espectáculo de FX, seguramente estemos ante la crónica de un ‘happy ending’ con sabor agridulce. ¿Cuál será el precio de acabar con la amenaza Strigoi? ¿Destruir el mundo tal y como lo conocemos y darse cuenta de que los seres humanos apestan en su mayor medida? ¿Merece la pena la salvación si Zach sobrevive para poblar el planeta con su descendencia? En cierta forma, nuestros héroes necesitan un arma nuclear para destruir a su eterno enemigo y, sobre tal proposición, poco o nada se entiende la presencia del Occido Lumen en los argumentos. ¿Existe una vía nueva y oculta en ese libro maldito para acabar con el Amo o ya está todo intentado sobre esas páginas? Y si es así, ¿por qué esa insistencia en que siga siendo el eje de alguna trama? Sea como fuera, todavía hay piezas que carecen de demasiado sentido salvo para esa nueva fase del plan que el Maestro ha puesto en marcha para acabar definitivamente (?) con la humanidad. Repasemos “Belly of the Beast”.

He aquí la enésima consumación (todavía no definitiva) del enfrentamiento entre Abraham Setrakian y Thomas Eichorst. Dutch se ha convertido en el vehículo para que el nazi pueda saborear la victoria y ya no habrá piña de por medio sino esas cenas opulentas que se ganan aquellos que han traicionado en la actualidad a su propia especie. Es su sentencia de muerte, Dutch detecta la mascarada del nazi y puede que el tipo de sangre de la joven fuera uno de los motivos por los que permaneció con vida. Un monstruo como Eichorst no podía dejar de lado ver cómo incluso la sangre de bebé se ha convertido en una exquisitez para esos vampiros que ahora gobiernan el planeta. ¿Tiene algún sentido que se alimenten de los niños que engendran algunas mujeres cada seis meses cuando la sangre en el futuro quedará completamente reducida sin esos pequeños no crecen para proseguir con el ciclo vital? ¿O es que solamente quieren hembras? Irónicamente Dutch revela que toda esa maquinaría para destruir a la humanidad puede haber sido la causa de que nunca pueda saborear su venganza. ¿Fue Setrakian drenado ya la mayor victoria del nazi se ha diluido en una de esas fábricas del mal? Ese simple elemento del libreto, entre numerosas preguntas, provoca que Eichorst instigue a Sanjay para localizar a Setrakian y, por supuesto, se encuentra vivo en una parte del centro que investiga la médula ósea. El nazi ordena despertar al provecto cazavampiros y su archienemigo para darle la bienvenida entre visiones proféticas y religiosas y una coartada para imponerse a todos los niveles frente al mortal. Dutch, por su parte, demostrará nuevamente ser la peor hacker de la historia de la televisión pero, por el contrario, una de las mayores destructoras de todo lo que toca. Aprendió bien de Zach. Ya arruinó el día a Sanjay y, ahora, va a iniciar una rebelión entre los presos y antiguas compañeras que iban a ser drenadas al igual que ella. Dutch no solamente llega a la ubicación de Setrakian sino que necesita poco para pasar por la barbacoa y al punto a Eichhorst. Con esta, ya ha muerto en 1.568.437  de ocasiones y estamos seguros que regresará en el próximo episodio. Eso sí, que aprenda Daenerys Targaryen que sin Drogon una puede arrasar con todo a su paso…

Las aventuras de Quinlan, Fet (su bromance) y compañía en Dakota del Norte darán sus frutos y también nos introducirán a esos Strigoi mestizos que son sumamente peligrosos. Toda esta trama está destinada a ser un escaparate para la acción y también para seguir con elementos sorpresivos un tanto gratuitos como vampiros que aparecen y desaparecen en los momentos más convenientes. Como esta temporada final de “The Strain” no tendría demasiado sentido sin un arma nuclear, la prueba será superada aunque perderán efectivos en su cruzada. Las mentiras obviamente se pagan y ya nadie lucha por un sentido épico en ese mundo mierder. Aquello que podría interesar son los flashbacks de Quinlan que tampoco se entienden a estas alturas de un espectáculo que está finalizando. Es cierto que Guillermo del Toro y Chuck Hogan desean dar una mayor profundidad a la mitología de uno de sus personajes destacados pero, sin embargo, la sorpresa se encuentra en el cliffhanger (?) que dinamita la misma: el Maestro parece haber seguido los pasos de su ‘hijo tróspido’ y llega a ese Londres en 1888. Previamente veremos que una joven ha estado buscando desesperadamente a un demonio que salve la vida de su hermano gemelo. La inmortalidad es el sueño aunque la llegada de ese monstruo a ese orden natural supone una extraña concepción de disfuncionalidad familiar. La muerte del hermano Louisa supone también el inicio de un extraño romance pasado por la monstruosa lengua de Quinlan y el musculo de su nueva amante. No hay nada como un ‘Cámbiame’ para que veamos a la estrella de las Drag Queens londinenses nacer. ¿Nacida y maquillada para triunfar? Parece ser que el Amo ha llegado allí para decirle al sacerdote, antes de chupar hasta la última gota de su sangre y romperle el cuello, un «Surprise Motherfucker». Continuará… (aunque ya sepamos cómo acaba la historia).

Si el anterior episodio llevaba el título de esos ‘Nuevos Horizontes’, con los que los Strigoi deseaban mover a los ciudadanos al exterior de las ciudades, “Belly of the Beast” desea seguir los pasos de Alex y Eph en busca de respuestas. Descubierto el plan, ¿qué es aquello que lo ha originado? Tal vez los Strigoi deseen destruir las ciudades y a aquellos supervivientes que las habiten para seguir su plan de transformación. Quizás deseen seguir los pasos de campos de concentración… Ese misterio es el motor de los movimientos de esa pareja que no está exenta de la manida tensión sexual y de nuevos elementos de guion con tufo a deus ex machina. Una ciudad abandonada, un móvil con grabaciones de una niña con dos semanas de antigüedad hablando de New Horizons, su casa abandonada… y también su escondite secreto. Emily se fue evidentemente con sus padres pero todo el material da sentido a la trama para seguir inspeccionando en las mecánicas de Eph y Alex sin rata muerta sobre la calvorota de Corey Stoll y con el techo ‘estrellado’. En el sentido literal. Como en todo este arco argumental cae todo ‘del cielo’, una visitante llegará a su casa para que, después de las típicas presentaciones a golpe de escopeta, confiese que se escapó de ‘Nuevos Horizontes’… con algunos gusanos Strigoi embutidos por su orto. Alex y Eph ya tiene su salvoconducto para llegar al lugar… aunque no sepamos qué van a hacer exactamente allí. ¿Rellenar metraje y tensión sexual hasta el final de la serie? Sea como fuere, el trío llegará a esos campos de concentración que entran de lleno en los márgenes del plan final del Maestro: el ser humano ya no va a convertirse en granjeros sino en el ganado de la nueva raza dominante del planeta. Aquello que interesa en toda esa resolución, sin embargo, es la oportunidad que tiene el Amo de trollear a Eph con su retoño tróspido y su huida por la tangente de Nueva York. De nuevo, los recursos de guion caen llovidos del cielo y esa mujer no quiere que un señor sin una rata muerta en la cabeza le dé el coup de grâce con vida y sí diez minutos después cuando era una títere del villano que causó su desgracia. En cierto modo, el Maestro está llamando a su rival a reunirse con su hijo para que Zach destruya el mundo con su último y previsible berrinche. Tiempo al tiempo… aunque yo no jugaría con Zach si fuera el Amo… porque de «solución final» nada de nada… con este niñato y peor personaje de la historia de la televisión cerca.

Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.