Los villanos son un concepto circunstancial, un objeto de fondo para plantear los conflictos en el héroe. Y todo el mundo, sin importar la condición o el superpoder, puede convertirse en un héroe… y también en un villano. El cuarto episodio de la tercera temporada de “Rick y Morty” no es que desee ponerse trascendente sino que Dan Harmon y Justin Roiland quieren utilizar la excusa de un equipo de superhéroes para reírse de la moda impuesta por Los Vengadores o Guardianes de la Galaxia entre otros. Demográficos aparte, Los Vindicadores es el catalizador de un episodio que desea propulsarse en su intrascendencia para dejar claro que la serie de Adult Swim desea construir su legado con pequeñas notas temáticas. El comienzo, aparte de un sketch, nos revela que Rick Sanchez parece dictaminar el orden y el equilibrio del universo. El decide, al fin y al cabo, qué especie ha de ser esterilizada o no… aunque (como siempre) todo pueda írsele de las manos… Esa sintomatología de gran dios del universo forma parte de la esencia de un protagonista capaz de corromper a todos a sus alrededor excepto al torturado Morty, que siempre sabrá leer las jugarretas de su abuelo sin que puede evitar las consecuencias. En “Rick y Morty” siempre existe un concepto moral y una moraleja que conforma ese catálogo de chistes y parodias de la cultura popular. Harmon y Roiland desean escarbar en los huecos que dejan esas referencias y esta vez toca el universo de los superhéroes. ¿Son héroes víctimas del marketing (y ellos mismos) o ahí se esconden auténticos y sibilinos villanos? Repasemos “Vindicators 3: The Return of Worldender”, el cuarto episodio de la tercera temporada de “Rick y Morty”.
Con la llamada —vía Vindiseñal— para ser convocados a una reunión con los Vindicadores, surge el conflicto ente Morty y Rick. Mientras que el joven desea unirse a una aventura con ese grupo de superhéroes para salvar al universo, el provecto científico y genio considera a ese grupo como «un montón de dramáticos que se pasan hablando una hora y saltando 20 minutos mientras todo explota». “Rick y Morty” desea burlarse de los tópicos e incluso de sí misma ya que da la impresión que el derecho de Morty Smith, para escoger una de cada diez aventuras de ‘Rick y Morty’, es una coartada para romper la cuarta pared. Se trata, en realidad, de un capítulo que supone un ‘back to basic’ y nos remite a la primera temporada del espectáculo de Adult Swim. Esa elipsis, respecto al divorcio de Jerry y Beth, nos confirma una condición de episodio independiente que no quiere tomarse en serio a sí mismo. La cuestión es que nuestros héroes descubran que no van a protagonizar ‘Vindicadores 2’ sino su tercera parte al no haber sido convocados para tal ocasión. Un viejo archienemigo está de vuelta, Destructor de Mundos, y Supernova cree que su fortaleza se encuentra en el sistema Terráneo. Rick va a boicotear la sesión compuesta un grupo de superhéroes de lo más singular debido, seguramente, a esa imposibilidad de hallar la peculiaridad en un reino plagado por personajes con copyright y poderes. Tras las presentaciones, veremos incluso a un becario (Noob Noob) que parece ganarse el beneplácito de Rick. Es obvio que los celos van a estar presentes debido a que Morty se siente frustrado al no haber podido protagonizar esa segunda parte que se perdieron por el desagradable y siempre incómodo y crítico comportamiento de su abuelo. ¿Cuáles fueron esos ‘conflictos de personalidad’ que arruinaron todo? El carácter destructivo de Rick ciertamente ocasiona que se vaya posicionando el giro de guion que van a plantear Dan Harmon y Justin Roiland.
Rick —y por extensión los escritores— se van a burlar de la diversidad comercial de los actuales grupos de superhéroes en las franquicias de éxito. «Los superhéroes necesitan alguien ordinario de ojos grandes junto a ellos para que reaccione ante todo como si fuera increíble». Con una frase tan lapidaria como la anterior, Rick desea imponer también su propio punto: los héroes simplemente son una etiqueta que ellos mismos se han colgado. Para dotar de sentido su proposición, la vuelta de tuerca de “Vindicators 3: The Return of Worldender” es que un Rick borracho se convierta en el gran villano de la historia sin que recuerde al día siguiente nada de lo que hizo. Y es que los Vindicadores se van a dar cuenta de que Destructor de Mundos aka Worldender fue derrotado y asesinado junto a todos sus esbirros. Y lo hizo Rick. Solo… y borracho. Un álter ego de Rick, en su versión etílica, ha preparado una serie de pruebas en plan Jigsaw para que los Vindicadores se quiten su máscara políticamente correcta y enseñen a Morty realmente quiénes son. Es obvio que la analogía es clara de ese ‘destructor de mundos’ que es capaz de merendarse entre copa y copa al supuesto mayor destructor de mundos de la galaxia. Con ese guiño descarado a “Saw (El Juego del Miedo)”, vamos a ver cómo los Vindicadores van cayendo uno a uno mientras Morty lee a la perfección la tesis de su abuelo. Ni ninguno de los superhéroes es tan especial o diferente, tienen secretos inconfesables y sus pecados son tan oscuros como lo de los villanos a los que persiguen.
“Rick y Morty” ya es capaz de sobrepasar cualquier tabú y hacer chistes sobre Israel saliendo airosa en el proceso. La cuestión, como acto climático, es que la declaración de intenciones de Rick, como la de la propia serie, sea jugar con la emoción de Morty y de la propia audiencia. He ahí el sentido de un chiste final en el que Rick confesará, en sus momentos de borrachera, que aquello que envidia de los Vindicadores es la presencia diferente de Noob Noob. Que la voz de ese peculiar personaje la ponga también Justin Roiland podría ser un guiño a esa jugarreta de ese gran villano contra su nieto. Al fin y al cabo, Morty es conocedor de los entresijos que mueven a su abuelo: «Quiere que nuestros últimos momentos con vida sean gastados sabiendo lo poco que le importó». Aunque siempre hay lugar para la sorpresa. O ese concepto estúpido, emocional e ilógico de algunos de los delirios de Rick. Los héroes, en resumen, pueden convertirse en villanos y, del mismo modo que Rick con bastante alcohol por medio, Supernova acabará siendo la antagonista de la historia capaz de asesinar a sus amantes en el proceso. Rick y Morty están de suerte… nuevamente. Una fiesta, que había preparado borracho el primero para celebrar la derrota del Destructor de Mundos, salvará a ambos de perecer a manos de Supernova y que esta heroína/villana dictamine el final (?) de los Vindicadores salvo por el propio Morty o Noob Noob. ¿O no era acaso lo que quería conseguir Rick en el proceso? ¿Tendremos un spin-off-secuela con Noob Noob? Pensemos en que Rick ha destruido tantos ‘mundos’ y a sus habitantes que es algo normal que 20 personas traten de asesinarlo cada semana. Pero Rick es obvio que es fiel a su personaje y poco o nada le importa cualquier cosa en la galaxia en la que es un dios. Morty también ha aprendido la lección de que en el universo todos son héroes y que no necesitan chaquetas ni, evidentemente, a Vindicadores. El problema, tal y como avanza la secuencia de post-créditos, es que la sociedad sigue consumada y consumida a ese juego de etiquetas en las que cualquier cobarde puede ejercer como superhéroe. Y a todo cerdo (o Cabeza de Engranaje) le llega su San Martín… ¿De verdad Dan Harmon y Justin Roiland? Porque la moda de los superhéroes no parece cosa de un blandengue corriendo hacia la autodestrucción…
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)
Lea antes los Mandamientos de este blog.