Legends of Tomorrow (2x07) Invasion!: Finaliza el mega-crossover ‘Heroes vs. Aliens’ por todo lo alto…

Hemos llegado al final de ese mega-crossover planteado por The CW como un concepto repleto de originalidad en la actualidad televisiva gracias a la fusión de cuatro espectáculos en uno solo. Tal vez aquí echemos en falta la pérdida de aprovechamiento respecto a “Supergirl” aunque equilibrar dos Tierras del multiverso siempre pueda ser complicado… salvo que imaginemos un concepto temático sobre el cosmos alrededor de Kara Danvers dentro de una aventura (en cuatro tomos y capítulos) similar a la divisada en “Escape from Earth-2” (2x14) de “The Flash”. Es cierto también que los escritores en la saga “Invasion!” han estado más preocupados de manejar conflictos y personajes que de ceder a la épica de la superhéroica derrochando presupuesto en efectos visuales. En el séptimo episodio de la segunda temporada de “Legends of Tomorrow” se trata de alternar tales elementos dejando claro que el génesis del trance emocional viene respecto a las intenciones de los Dominadores en nuestro planeta y el peligro que pudieran suponer los metahumanos en nuestro mundo. Tal y como vimos en el ‘flashpoint’, generado por Barry Allen, al hacer las cosas bien puede que se haga todo mal, que esa gran responsabilidad de tener poderes no sea la catarsis soñada para mantener en orden el universo y detener esas amenazas que desean destruirlo. Todos esos conceptos ambiciosos se fusionan en un festival de acción y coloridos trajes de (super)héroes para revelar una jugada más centrada en desarrollar los núcleos emocionales de Oliver Queen y Barry Allen utilizando a Supergirl como una catarsis y epifanía para ambos. En cierto modo, posiblemente en “Legends of Tomorrow” las mecánicas funcionen mejor al ser un show que se ampara en la extracción de otros personajes de “Arrow” y “The Flash” aunque sería interesante que en el futuro se incorporar algún personaje de “Supergirl” para disponer de todo un abanico de posibilidades. Vayamos a repasar esta conclusiva parte de “Invasion!”. 

La idea del episodio es que los intentos de destruir el mundo y a la raza humana por parte de los Dominadores sirvan como excusa para potenciar el crossover y que todos los personajes aprendan algo más sobre ellos mismos (a través de los otros), salvando al mundo en el proceso. Que el clímax del episodio sea el reconocimiento de todos esos héroes por parte de la nueva presidenta de los EEUU, mientras Mick Rory y Sara Lance comprueban lo buenorra que está, no deja de marcar esos tiempos emocionales en los que el humor, la diversión y la épica (con algún socarrón detalle sociopolítico) pueden convivir en el mismo espacio. Sabemos que toda esa unión de elementos y conceptos ha provocado que hablemos de viajes en el tiempo, metahumanos, alienígenas y multiverso como nuevo santo y seña del entretenimiento televisivo por obra y gracia de The CW. Pero “Invasion!” no desea destacar por la pulpa sino centrarse en la combinación de personajes para explorar todo ese cúmulo de conflictos que les atañen. Que Cisco y Felicity trabajen juntos reivindicando a los nerds no deja de remarcar el buen funcionamiento de mecánicas entre sendos protagonistas mientras que la relación con Barry Allen y esa amistad rota determina esos tiempos emocionales de los que hablábamos anteriormente. Pensemos en que aquí Felicity actúa como un hada madrina para que el viaje en el tiempo que protagonizan ambos (junto a Nate, Rory y Vixen), para capturar a un Dominador en 1951 (durante la primera visita de los malvados alienígenas), también nos sirva para conocer más de las intenciones de los extraterrestres y cerrar un círculo con ese desagradable personaje gubernamental (guiño a un Men in Black meets Agente Smith) que interpreta Donnelly Rhodes. Acabará en la Antártida… no se preocupen. Al mismo tiempo, el ‘flashpoint’ sigue siendo el objeto de debate al ser la herramienta que revela que no todas las acciones de los superhéroes pueden ser beneficiosas sino egoístas y sumamente perjudiciales para los ideales que protegen. Realmente fue el ‘flashpoint’ aquello que rompió la tregua entre humanos y extraterrestres alcanzada en 1951 y la única posibilidad de salvación parece un sacrificio de Barry. Es obvio que toda esa dificultad y complicación hará a todos más fuertes y los dejará más unidos que nunca. 

Antes de esa gran fiesta en el Salón de la Justicia junto a la entrega de un dispositivo ideado por Cisco para que Kara pueda abrir brechas y comunicarse con ellos (sobre todo con Rory), repasemos los pormenores de ese episodio con guiños fanservice como el propiciado por el encuentro de Brandon Routh con Kara… En cierto modo, sabemos que los pequeños cambios que se realizan en el pasado repercutirán en la línea temporal a modo de efecto mariposa y es normal que “Invasión!” dedique parte de su trama a desarrollar las implicaciones emocionales de Martin Stein con esa ‘aberración’ que él mismo generó. Tal vez la aceptación sea el camino y su charla con su otro yo en 1987 desembocará en una serie de cambios con nombre propio: Lily. La aprobación respecto a la hija de Stein, ya que los nerds tienen que unirse para buscar un arma con la que combatir a los Dominadores con un dispositivo que les provocó un irónico inhumano dolor, es una parcela que sirve para explotar secuencias dramáticas y también revelarnos los peligros de jugar con la línea temporal. No obstante, aquí tampoco sabemos si Stein realmente ha ganado aportando al mundo un brillante cerebro científico que no tiene que envidiar nada a su padre. También pudiéramos entender que Sara Diggle haya sido borrada de la existencia y la línea temporal no deja de marcar una sustitución por aquel que se convertirá con el tiempo en el nuevo Flecha Verde… si el futuro moldeable no cambia de estado, claro. No obstante, Barry (y el resto de personajes) han aprendido la lección por lo que esperemos no se repita el mismo error… salvo que los protagonistas tengan dos neuronas. “Invasión!” tal vez sea cuestionable respecto a esa esperada pelea entre héroes y aliens en una azotea, utilizando incluso previamente ciertos déjà vu respecto al Mercurio de los X-Men en los últimos largometrajes donde ha aparecido. Si analizamos esa secuencia épica desde un punto de vista de efectos especiales podemos darnos cuenta de que la cadena no contaba con un presupuesto astronómico para desarrollar la misma desde un aspecto cinematográfico. Pero, por el contrario, que estemos en “Legends of Tomorrow” no deja de remarcar esa condición a Serie B de la que se suele empapar habitualmente el espectáculo. 

Otro de los elementos a la palestra es el conflicto latente entre Oliver Queen y Supergirl al tratar éste de minimizar la participación de la kryptoniana y darse cuenta posteriormente del error que ha cometido. Todos tienen que estar unidos y esas dificultades a las que se enfrenan les fortalecen. No se puede normalizar una situación que es ya anormal en un reino en el que invasiones alienígenas, seres con poderes, viajes en el tiempo y universos alternativos pueblan los condimentos existenciales a la orden del día. En “Invasion!” no faltan referencias cinéfilas y televisivas (hola “Stranger Things”), secuencias un tanto originales como esa conexión con un Dominador que el equipo de protagonistas salvó en 1951, e incluso todo un proceso de mecánicas e interacciones donde el capítulo encuentra sus mejores momentos y diversión. Que Mick Rory siga siendo el maestro de ceremonias de los chascarrillos no deja de ser fundamental para que tengamos planteamientos interesantes como esa mega-bomba que amenaza con destruir el planeta, transformada en agua por Firestorm bajo el ánimo y emoción de Stein por proteger a su hija. En cierto modo que nos cuenten que los seres humanos podemos ser el mayor de los peligros tanto para nosotros mismos como para las civilizaciones extraterrestres no deja de marcar esos tiempos tanto argumentales como emocionales en los que se sumerge el capítulo. Es normal que todo vuelva a esa fingida normalidad y germen con el que comenzó el proceso, celebrando únicamente Oliver Queen y Barry Allen en una barra de un bar que sus vidas quedaron completas bajo ese halo de anormalidad que ha dado un peno sentido a las mismas. Así que, ¡bendita anormalidad! ¡Esperamos que vuelva el año que viene!

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