Kevin Can Wait: Tan mala y mediocre como se podía esperar…

Serie de TV

“Kevin Can Wait”

EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Kevin James regresa a la televisión con una irresistible serie de comedia interpretando a un oficial de policía retirado que tiene nuevamente ganas de pasar tiempo de calidad con su familia —y sus compañeros de policía también retirados—. Cuando su hija mayor anuncia que ha de abandonar la universidad para apoyar a su novio, Kevin se da cuenta de que su única opción es que los dos se muden a su casa para mantenerla estudiando. La diversión tiene que esperar… su familia es su nuevo compás. 

Crítica Bastarda:

El regreso a la televisión de Kevin James debería analizarse dejando apartada la previsible mediocridad del propio producto para pensar en los motivos por los que el actor ha decidido, al igual que el personaje que interpreta, tratar de buscar una jubilación anticipada. Tal vez la cifra del cheque era suculenta o CBS está tratando de buscar nuevas comedias con audiencias millonarias pensando en que seguramente “The Big Bang Theory” encarne su recta final hasta su desaparición. Con una evolución descendente en el número de espectadores, pese a seguir con más de nueve millones y medio en su tercera semana, y unas mediocres críticas, “Kevin Can Wait” trata de rentabilizar tanto el monopolio de su estrella como la nostalgia que pudiera generar los nueve años que estuvo en antena “El rey de Queens”. Y no hay más que rascar…

Vayamos a los problemas reales de “Kevin Can Wait”: no es divertida ni mucho menos original. Tampoco había esperar que lo fuera… Se puede acusar a los escritores que pudieran plantear la crisis de los 50 ante una jubilación anticipada y la necesidad tanto de conectar con su esposa e hijos como de buscar un motivo para rellenar los huecos de una inminente crisis existencial. La cuestión es que la nueva comedia de CBS no es más que una simple,  previsible y tópica sitcom familiar que trata sobre dilemas morales intrascendentes y tramas más vistas que los registros de Kevin James. Puede que el actor haya quedado afectado por sus colaboraciones con Adam Sandler y su propia filmografía, como si hubiera querido hallar ciertos puntos de conexión entre las dos partes de “Niños grandes” y “Superpoli de centro comercial” con sus propios orígenes televisivos. Y nada bueno podía salir de todo ese embrollo en el que se reivindica más la masculinidad y misoginia que la propia paternidad a la que invitaba el argumento. Anacrónica y demasiado estúpida para tomarla en serio, “Kevin Can Wait” no despega de sus propios planteamientos y premisa. Efectivamente ver a Kevin James (hacer de nuevo el ridículo) puede esperar… 

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