Agents of S.H.I.E.L.D. (4x08) The Laws of Inferno Dynamics: Entre el cielo y el infierno

“The Laws of Inferno Dynamics”, octavo episodio de la cuarta temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.” confirma todas las buenas sensaciones que está dejando el regreso de Coulson y los suyos aunque, por el contrario, sus niveles de audiencia confirman su sentencia de muerte televisiva. Tal vez consigamos ver las aventuras del Motorista Fantasma en formato serie aunque ABC entendemos que no arriesgará más allá de esa nueva ficción acerca de Los Inhumanos que tiene en mente. Se puede entender, por lo tanto, que la llegada del Darkhold a nuestras catódicas vidas ha aterrizado de la mano de una pequeña revolución en el Universo Cinematográfico Marvel provocada por la irrupción de “Doctor Extraño”. En cierto modo, este capítulo va a dar sentido al cierre del arco argumental referente a Ghost Rider y Eli Morrow para proponer otro nuevo villano en el horizonte siguiendo el camino de ese libro maldito de hechizos con innumerables conocimientos. “The Laws of Inferno Dynamics”, además, desea integrar a SHIELD de nuevo a Daisy 'Skye' Johnson e incluso lanzar algún guiño respecto a su destino en el mundo de los cómics. Si alguien tenía sospechas sobre las intenciones de AIDA la recta final de episodio nos dejará claro que si usted desea ver androides e inteligencias artificiales que acaben enfrentándose a la humanidad deberá evitar “Westworld” y, por supuesto, “Marvel, Agentes de SHIELD” y aledaños. Repasemos brevemente el capítulo. 

“The Laws of Inferno Dynamics” es otro gran episodio que funciona sobradamente a todos los niveles y permite apreciar ciertos conocimientos de la agencia que una vez lideró Coulson sobre el Motorista Fantasma. Digamos que si alguien ejerció como tal (Johnny Blaze) era obvio que S.H.I.E.L.D. tenía que conocer a tal leyenda… En cierto modo, que todo ese acto repleto de acción e imaginación que propone el enfrentamiento de Robbie Reyes y Eli Morrow llegue a su fin, no deja de marcar otro tipo de tiempos recurrentes en el espectáculo de ABC. “Agents of S.H.I.E.L.D.” siempre ha sido un show de villanos fluctuantes donde ciertas falsas pistas nos conducían a giros de guion un tanto inesperados. El que tendremos en “The Laws of Inferno Dynamics” nos propone que AIDA con los conocimientos del Darkhold tiene un plan en mente que desconocemos… aunque implica que ha encerrado a May y ha creado a un doble suyo que está operando con Coulson y el resto del equipo. Y si AIDA ya consiguió engañar a casi todos… unas mejoras seguramente hayan provocado que se perfeccione tanto a sí misma (y tenga ya la posibilidad de asesinar impunemente a humanos) como a sus nuevas creaciones. También es cierto que May en el 99,99% de las situaciones ya parecía un androide… Así que su camuflaje es perfecto.

Si AIDA tenía la capacidad de sufrir el dolor, su empatía antes de cometer un asesinato viene de la mano de la angustia que generará a otro ser… Más allá de eso, nos queda por confirmar cuándo secuestró AIDA a May y desde cuándo el doble de la asiática estaba trabajando en la agencia. Sabemos que el conocimiento que propone el Darkhold era inasumible para un ser humano, pero para una inteligencia artificial supone la capacidad de desarrollar una noción absoluta sobre conceptos inalcanzables para la humanidad. En cierto modo, el plan de Eli Morrow era la trascendencia y la confrontación final con Robbie Reyes estaba abocada a una tragedia personal. Y es que todo parte de la propia marginación que sufrió uno de los físicos más brillantes del planeta y el sentimiento de convertirse en un dios terrenal, de reinvidicar su poder y valía frente a otros. Su plan pasaba por crear un arma nuclear de la nada aunque en sus actos implantara aquello que lo destruiría: Ghost Rider. Ese círculo existencial se completa con la desaparición de ambos seguramente al infierno para que la despedida de este arco argumental deje paso a nuevas posibilidades dentro de la serie. “Agents of S.H.I.E.L.D.” demuestra que tiene suficiente material con AIDA y las acciones del resto del equipo con una Yo-Yo en estado de gracia dando sentido a los efectos especiales. No es que después de Ultron la humanidad gane para disgustos sino que idea que nos deja el Darkhold es que es capaz incluso de corromper a una inmaculada androide y benefactora inteligencia artificial. También nos queda por confirmar si AIDA tiene algún tipo de conexión con May desde que ambas tuvieron una relación de paciente y enfermera. ¿Bienvenidos a LMD (Life Model Decoy) como nuevo santo y seña de Marvel? Es cierto que “Marvel, Agentes de SHIELD” tiene que renovarse o morir aunque si no lo ha conseguido Ghost Rider… nada en el mundo puede salvar los muebles de la cancelación aquí. Al menos nos queda el consuelo de que Yo-Yo y Mack han iniciado una relación y que Jeffrey Mace da la cara por Daisy Johnson vendiendo a los medios una operación encubierta de Quake para acabar con los Watchdogs… Su ascensión y caída bien pudiera ser otro de los grandes momentos de un episodio plagado de actividad sísmica que absorbió la nueva reincorporada agente de SHIELD. 

Entre una lucha de ‘dioses’ y ‘demonios’, entre el cielo y el infierno, Eli descubrirá por boca de Coulson que la energía no puede crearse ni destruirse de la nada sino que sus maquinaciones para destruir todo, con una gran bomba gran parte de Los Ángeles, simplemente conforma el robo de materia de la otra dimensión donde estuvieron en el pasado episodio algunos miembros de la agencia. Eli, al fin y al cabo, es un ladrón de poca monta y está generando unos temblores que pudieran destruir todo… antes incluso de explosionar su bomba. No sabemos si aquí Eli cumple con su función de villano o su mente quedó dañada con un plan que pasa con la destrucción del mundo para rehacerlo a su imagen y semejanza. ¿No es acaso algo que pensaría un dios? El problema es que esos demonios personales que él mismo creó indirectamente lo persiguen y, con la ayuda de Yo-Yo, Ghost Rider podrá salir del cuerpo de Robbie, pese a ser empalado hasta en dos ocasiones, para llevarse a su tío presumiblemente al infierno… o a otra dimensión donde fueron enviados por las acciones de AIDA. En cierto modo, ese enlace supone el paso del relevo del antagonismo a esa figura que ahora ejerce de gran villana (temporal) del espectáculo. Aunque Coulson diga que no son un equipo en absoluto (que no confían los unos en los otros), la recta final de “The Laws of Inferno Dynamics” deja clara en la conciencia del espectador que ese equipo ha encontrado un camino para trabajar juntos de nuevo. El problema es que May… no es May… y ahí disponemos de un interesante punto de giro para ese nuevo arco argumental que propone LMD (Life Model Decoy). A esperar a 2017 pues…

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