La recta final de la cuarta temporada de “Juego de tronos” va a propulsarse gracias a “Mockingbird”. El séptimo capítulo de tan apasionante entrega nos confirma que Peter Dinklage quiere un segundo Emmy y que la serie de HBO ansía demostrar por qué ha sido (y sigue siendo) la favorita de la crítica estadounidense en 2014. Presumiblemente se enfrenta tanto el fenómeno catódico del año engendrado en su misma cadena (“True Detective”) y, sobre todo, a la gran predilecta hasta en los BAFTA y ya vencedora del pasado: “Breaking Bad”. El problema es que pasan los años y pese a los premios técnicos o al actor que encarna Tyrion Lannister, “Game of Thrones” no pasa del reconocimiento de sus muchas nominaciones. ¿Debería ya los Emmy encumbrar a uno de los pocos dramas capaces de ir sorprendiendo y afianzándose en todos los terrenos temporada a temporada? ¿O esa vocación fandom y alicientes fantásticos la apartan definitivamente de una gloria que el tiempo recordará? Es hora de repasar “Mockingbird” y esa referencia en su título al escudo de la Casa Baelish de Harrenhal. ¿Por qué Meñique es tan importante en este episodio y, sobre todo, quién ‘descendió’ a Segunda División?
“Mockingbird” vuelve a ser un capítulo de muchas y grandes frases y donde hasta Arya se pone filosófica para revelarnos su madurez y crecimiento interior construido sobre la venganza. Tenemos muchos frentes abiertos y, en realidad, el episodio va retomar todas las tramas exceptuando las desventuras de Theon Greyjoy. Así, el juicio por combate exigido por Tyrion en ese gran monólogo en “The Laws of Gods and Men” (4x06) va a revelar las consecuencias y la búsqueda de un campeón que defienda sus intereses, aunque sepa que su hermana, como siempre, está conspirando para verle muerto. ¿Y por qué no le mató cuando era un bebé si tanto le odiaba? La vuelta de tuerca de tuerca de un personaje tan sibilino como Cersei Lannister ha sido que siempre otros hombres han matado por ella. Le excita saber que la muerte es sembrada en su nombre y su problema es que su hermano (y amante) Jaime sigue estimando (y queriendo) a su hermano, aquel engendro que le arrebató la vida de su madre y que odia desde entonces. Que Jaime declare a su pariente que es su único amigo y apoyo en Desembarco del Rey no deja de marcar ese tiempo en el que el Matarreyes confiesa que no es su campeón. El hermano de Tyrion encontró una única vía de salvarle y no era otra que ceder a las pretensiones del patriarca de ambos. Shae rompió el equilibrio y los planes… y el nuevo amor hacia una prostituta como esa segunda y misma piedra sobre la que tropezó. De nuevo, el castigo y ese muro llamado Tywin Lannister que siempre ha chocado sobre Tyrion, cuya única manera de desbaratar los planes de su padre ha sido sacrificarse. Sin su mano, Jaime no es su luchador y Cersei ya ha elegido al suyo sin importarle mancharse sus vestidos atravesando tripas y vísceras para ver ese cuerpo de dos metros empapado de sangre y sudor de Gregor Clegane. La Montaña ha encontrado a un tercer actor que le encarne en la figura de Hafþór Júlíus Björnsson (¡vaya nombre!) después de Conan Stevens y Ian Whyte. ¿Han acertado aumentado la musculatura y disminuyendo la estatura? ¿O quieren que el rostro de la brutalidad vaya cambiando temporada a temporada? ¿O simplemente vender cromos?
Por la celda de Tyrion va a pasar su propia desesperanza y Bronn, como buen mercenario pero también afín a sus principios y amistad con su compañero de aventuras, le informa de la oferta recibida por su hermana para declinar ser su campeón. También el propio Bronn tiene miedo de La Montaña ya que el más mínimo error supondría la muerte inmediata por su fuerza y rapidez. No está dispuesto a correr un riesgo que también el propio Tyrion evitaría. Bronn se comprometerá con Lollys Stokeworth y ya tiene sus propios planes de cara a la herencia deshaciéndose de la hermana mayor. Es otra despedida, como la de Podrick Payne, y Tyrion en la honestidad y códigos de ambos aceptan las decisiones que han tomado… aunque aquí el Lannister esté abocado a la completa soledad. Una visita de Oberyn Martell será la luz y formulará una catarsis emocional al revelarle el odio de su hermana y esos sentimientos honestos para hacer labores deshonestas que vimos en “First of His Name” (4x05). La Víbora Roja sabe que la Reina Regente quiere ver muerto a su hermano desesperadamente (y retorcerle para siempre el pito) y del ‘Cersei siempre consigue lo que quiere’ hemos pasado a ‘¿Y qué pasa con lo que yo quiero?’ de Oberyn. La Víbora Roja quiere venganza para su hermana y sus hijos y sabe que ser el Campeón de Tyrion le dará la oportunidad de resarcir la memoria de sus familiares caídos matando a Gregor Clegane con sus propias manos. Tyrion respira tranquilo… que con esta secuencia y el capítulo anterior ya tiene tres cuartos de Emmy en su bolsillo.
Recordando a Podrick Payne pasamos a sus aventuras con Brienne de Tarth. Compartiendo una comida caliente en una posada, tendrán un encuentro con el parlanchín de Hot Pie, que al enterarse de las nobles intenciones de la ‘caballera’ sobre Sansa Stark, revela a la mañana siguiente las suyas propias con Arya junto a El Perro (y la Hermandad sin Estandartes). Las lecciones que recibió Podrick por parte de Tyrion le sirven que si querían un rescate por la joven Stark su destino era Nido de Águilas, ya que Lysa Arryn es su último pariente vivo. “Mockingbird” quiere posicionar el resto frentes y el regreso de Jon Nieve al Castillo Negro no va a sentar nada bien Alliser Thorne, que hará que Fantasma deba permanecer encerrado y dejando claro que el bastardo es un mayordomo. Tampoco brillará su sugerencia para sellar el túnel del muro y abandonar el Castillo Negro, ya que el potencial del ejército de Mance Rayder, sus 100.000 hombres y sus ¡gigantes! son su única posibilidad de defender a Poniente de la amenaza que se avecina. A Alliser le puede la envidia y tener como consejero a Janos Slynt tampoco ayuda. Evidentemente su sugerencia será rechazada dentro de ese juego de tensión de Jon y sus ‘hermanos’ al mando. Y si toda esa gran batalla se está posicionado presumiblemente para “The Watchers on the Wall” (4x09), nos queda saber los preparativos de Stannis Baratheon. Pasamos al pezón de Melisandre y lucimiento de culo, tetas, cintura y desnudo ante Selyse Baratheon. La sacerdotisa roja hace ver a Selyse que la infidelidad con su esposo es sólo carne y parte de esa mascarada que utiliza para que otros lleguen al Señor de la Luz. La secuencia está planteada para que Selyse sea seducida sin necesidad de ningún amaño aunque sí ‘algo de carne’ y así Melisandre disponga de Shireen… Recuerden, cuando esta señora dice ‘El Señor la necesita’ al momento después estás clavado en una mástil rodeado de llamas abrasando… tus otras carnes. Shireen viajará con papá y su sangre forma parte del juego de esta señora, su pezón y carne.
El viaje de El Perro y Arya ha construido una trama de aprendizaje vital a los ya anteriores de la joven Stark. Que Arya aprenda donde se encuentra el corazón de un hombre para poner fin a su vida pasa por poner fin al sufrimiento de un moribundo, aunque aquí sus frases (filosóficas) del tipo ‘Entonces, ¿por qué seguir?’ son un espejo hacia ella misma. Colocar nombre a su venganza, no deja de evidenciar que esta niña no olvida nada ni a nadie. Rorge será otra de las nuevas víctimas de ‘Aguja’ aunque la secuencia también sirve para que se enteren de que los Lannister han puesto precio a la cabeza de Sandor Clegane. Un bocado en el cuello de El Perro y una Arya tratando de que la herida no se infecte quemándola, provoca que los traumas de Sandor emerjan de nuevo y confiese a la Stark cómo su hermano le desfiguró cuando era un niño. Ambos parecen haber perdido todo y tenerse el uno al otro pudiera consolares, aunque sabemos que Arya no ha borrado su nombre de su lista. Pese a todo, El Perro le permite lavar y coser su herida como forma de consolar esa tristeza de la que nunca habíamos sido testigos hasta ahora. ¿Quién dijo machismo? Las mujeres dominan “Juego de Tronos” y este capítulo es buena prueba de ello con Daenerys Targaryen haciendo que Daario Naharis se desnude completamente ante ella y que sea su amante. Una relación que Jorah no parece aprobar aunque las intenciones de la Khaleesi sean tomar Yunkai y ejecutar a todos sus maestros. Jorah no considera que sea la mejor manera de responder a la esclavitud con violencia. Sí, no ha visto “Django desencadenado”… pero Daenerys opta que la mejor solución es que Hizdahr zo Loraq y Daario actúen como sus embajadores para revelarles qué ocurrió en Meereen y soltar la frase del trailer de la cuarta temporada: «Pueden vivir en mi nuevo mundo o pueden morir en su viejo». Daenerys confía en Jorah pero sabemos que hay una carta de camino enviada desde Desembarco del Rey escrita por Tywin Lannister…
“Mockingbird” se deja lo mejor para el final y, así, ponernos al día de Sansa y dar sentido al propio título del capítulo, ese sello de sinsontes de La Casa Baelish de Harrenhal. En el patio del Nido de Águilas, Sansa construirá una excelente recreación de Invernalia en nieve para que Robin Arryn vaya dejando ‘caer’ sobre tener una Puerta de la Luna en todos los sitios. ¡Haga una en su domicilio ya! ¡Arroje por ahí a todos los seres indeseables que se crucen en su camino! No sabemos si Robin toma mucha azúcar o esnifa un sucedáneo de pegamento pero su excitación provoca que arruine Invernalia y al regañarle Sansa se enrabiete. Sansa le abofeteará, ¡que para eso es todavía la señora de Tyrion! ¡Dos bofetadas bien dadas a estos príncipes maleducados y enmadrados! Robin saldrá corriendo de allí ante la atenta mirada de Meñique que ha observado todo y aprueba esa disciplina necesaria para un niño tan consentido… que tiraría a la Supernanny por la Puerta de la Luna en cinco minutos. Meñique y Sansa cada vez están más vinculados el uno al otro, aunque la secuencia juega tanto el poder paternal de Petyr Baelish ya que pudo ser ese padre si Catelyn Stark no le hubiera rechazado. Ya sea por el reflejo de su madre o porque no viven en ese mundo sino en el Reino de Meñique, éste acaba besándola para que también sea finalmente rechazado mientras Lysa observó toda la escena en la distancia. ¿Hay algo que se le escape a Meñique y que no esté bajo su control? ¿Preparó el momento para explotar los celos de Lysa? Sea como fuera, Lysa y Sansa tendrán de nuevo un enfrentamiento en la Sala Alta del Nido de Águilas por ese hombre que ambas en realidad comparten de distinta forma. Lysa acusa a Sansa de ser la más bitch de las bitches de todas las bitches que alguna vez fueron y serán bitch. Y eso que sigue virgen... Sansa ve su fatal destino frente a esa caída que la propia Lysa le narra para atemorizar su alma. Meñique entrará en escena como ese caballero salvador y calmar a su esposa. La secuencia me recuerda a esta frase efectiva de HAMOR para producir una ruptura:
—Eres como la primera flor de primavera…
[…]
…¡El cardo borriquero!
Meñique recurre a sujetar firmemente a su esposa y soltar:
—Mi dulce esposa. Mi dulce, y tonta esposa. Solo he amado a una mujer… solo una, en toda mi vida…
[…]
…¡Tu hermana!
Petyr empuja a Lysa a los brazos aéreos de la muerte para dejar claro que ahora estamos ante su Reino. No sé si le faltó gritar, ya puestos ante el drama actual del descenso, un «¡Púdrete Betis!», «¡Todos a una, PUTA Osasuna!» o «¡Es de Segunda, Pucela es de Segunda!» y soltar un escupitajo de odio final. Petyr Baelish tiene su estilo y mantener las composturas, ya te ‘vierta’ a una caída libre de cientos de metros de altura o te dé un beso de HAMOR… forma parte, en definitiva, de ese ‘ruiseñor’ que te puede sacar un ojo o ser todo un señor. Así es nuestra serie de cabecera, en la que cualquiera puede morir por (y de) orgullo.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Lo mejor del capítulo ha sido que Tyrion Lannister ha recibido tres visitas muy interesantes en el calabozo: Jaime; Bronn, que se encuentra en una posición demasiado confortable como para enfrentarse a una muerte casi segura, ni siquiera por un amigo y todo lo que éste le ofrece; y Oberyn Martell que, tras una historia de infancia y un breve discurso, impregnado en deseos de venganza, se ofrece a ser su campeón.
ResponderEliminar¿El adversario elegido por Cersei para representar a la corona? Ser Gregor Clegane, La Montaña, nada menos.
En el Valle hemos tenido la bonita escena de Sansa construyendo una Invernalia de nieve. Petyr Baelish que confiesa la razón por la que asesinó a Joffrey y besa a Sansa (momento incómodo).
Lysa Arryn, que los ha visto besarse amenaza con lanzar a Sansa por La Puerta de la Luna pero Meñique, como había prometido, la salva y le hace la Lysa la confesión definitiva. En toda su vida solo ha amado a una mujer…su hermana…y ¡voooolaaareeee!...ooohhh, ooohhh
El resto ha sido más para hacer tiempo para el momento final pero ha estado entretenido.
Se habla muchísimo, y con absoluta razón, de la temporada brillante que Peter Dinklage nos está entregando, pero aún no te he visto mencionar a Pedro Pascal, que en mi opinión está siendo completamente increíble. La forma de actuar que tiene es extraña: la naturalidad que tiene en la escena del capítulo de hoy con Tyrion, los cambios de voz, la forma de expresar lo que quiere con los ojos y manos...¿Qué opinas? ¿Suena para nominado al Emmy?
ResponderEliminarPara mí Pedro Pascal (Oberyn) es el mejor personaje de esta temporada, todo un descubrimiento.
EliminarEstoy de acuerdo. Una genial actuación la de Pedro Pascal que le otorga a Oberyn Martell una naturalidad como pocos personajes tienen en Juego de Tronos.
EliminarYa se que es un topicazo pero no deja de ser verdad. Que el actor sea latino le da fuerza al personaje, esos movimientos de manos esas miradas, esas sonrisas socarronas. Los demás personajes, aunque muy bien interpretados en su inmensa mayoría, no son tan expresivos, están, no sé muy bien como explicarlo, como más contenidos, recogidos en su propio espacio...no sé si me entendéis.