sábado, 1 de mayo de 2010

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Abril

Posiblemente empezar un blog con el compromiso de realizar una entrada diaria sea un riesgo de abarcar demasiado sin haber hecho un calentamiento previo. El nacimiento y punto de partida de todo esto es obviamente más egoísta que ególatra pese a ser un diario con pinceladas de la realidad (y la de otros) que me rodea.


Egoísta porque es la única manera de obligarme a escribir (a diario) para tomar rutina y empezar a abarcar o iniciar a tomar ciertos hábitos que forman parte más del pasado que del presente y menos ególatra porque todo esto sólo hace resaltar las imperfecciones del autor al ‘desnudarse’ poco a poco para mantener cierto erotismo al lector.


Calentamiento o no uno tiene el riesgo de romperse con facilidad y más al inicio aunque el ritmo, a veces frenético y contrarreloj, puede ajustarse tanto que al final el origen del blog quede reducido a eso simplemente: a la rutina (y ruina) de incluir una entrada diaria con poco tiempo para lo que quería ir asociado.

Cada día una nueva entrada intentando no reducirla a una simple formalidad del tipo: “El día de hoy ha sido muy bonito y maravilloso. Hasta mañana.” sino a una aventura con inicio, nudo y desenlace. Y puede resumirse todo lo anterior en una imagen del episodio piloto de la incomprendida por la audiencia americana, recomendable y estimable Studio 60 on the Sunset Strip, con un genio como Aaron Sorkin al frente, donde el objetivo es rellenar un mural con post-it y cartulinas que simbolizan monólogos, entrevistas y actuaciones y que volverá a cero una vez se emita el programa. Todo vuelve a resetearse, a empezar con una nueva cuenta atrás.


En este blog durante este primer mes de vida han estado presentes las necesidades y tránsito básicos de cualquier ser humano que viva en el presente: desde la Semana Santa pasando por Lost y con momentos para The Big Bang Theory. He incluido etiquetas y darle formato pero quedan muchos, muchísimos agujeros negros como enlaces y un constante etc.
«Abril, aguas mil», se dice, y desde luego hubo lluvias torrenciales nocturnas después de un partido de fútbol (menos mal que ganamos) y se celebró el partido del siglo por enésima vez en lo que llevamos ¡de siglo! Aparte de no ser para tanto y un pelmazo monumental la RAE está pensando en cambiar el significado de ‘histórico’ al ser la historia mera pasajera de los medios de comunicación.

Fui víctima también del mal del mal-amigo, del radio-macuto y mi pasado, al parecer, me perseguirá de por vida por gente mala (muy mala) que lo desconoce y que además nunca se lo he contado. Podría ser protagonista de una leyenda urbana que nadie se creerá por su condición. O mártir de la publicidad viral y del anonimato de la modernez en youtube.

También parte de una ecuación para meterse con los de una población: los prostíbulos de El Provencio, los murcianos (hijos de fulanas y gitanos) y los aldeanos getafenses. Niñas rumanas armadas con CD, cerdas teleoperadoras, bolsas de El Corte Inglés con olor a mariquita con algún momento clip con Lady Gaga y Beyonce

Poco cine en sala salvo una “Furia de patanes” pero muchas recomendaciones como “Lady Chatterley” de Pascale Ferran aunque nos vamos prácticamente de vacío y con solo referencias al cine pasado. 

Una tarde de órdago y que sin venir a cuento en apenas unas horas se pasó de tener contactos con el más allá en un restaurante turco a ir a un café de diseño y con ascensor sin memoria (¿o era memoria sin ascensor?) para acabar de rebote invitado en un musical de la Gran Vía, “Chicago-No-Meo”. Meo, veo meados en todas las agüitas amarillas, propias de traumas bastardos no superados (y al parecen no entendidos por parte de mis mínimos y máximos lectores) como orines y peluqueras.

La paradoja de Schrödinger se apoderó de mi persona en reiteradas ocasiones y un señor que no paraba de correr y siempre llegaba tarde dejó de hacerlo. El mundo, efectivamente, está loco pero los parques infantiles todavía más y sus pequeños y mocosos ocupantes no están muy lejos de los internos de los psiquiátricos.

Todo con música de Alaska y Dinarama, Sufjan Stevens y por supuesto del mejor disco que llevamos del año: “Have One On Me” de Joanna Newsom. ¿Se puede pedir más? Debemos decir que sí por aquello de «Marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso.» Mis fosas nasales y mi alergia le hacen añadir a lo de hermoso un mocoso. Achús!

2 comentarios:

  1. Eres un genio, con tus virtudes, tus defectos y, sobre todo, tu talento.

    Tiene mucho mérito hacer ésto todos los días, ya solo por eso mereces un millón de aplausos.

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  2. Gracias por tus bellas palabras y tus aplausos y gracias por ser mi fan nº1/2. Digo 1/2 porque la otro miembro del club de fans oficial se enfada fijo.

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Lea antes los Mandamientos de este blog.

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